CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– El Programa Boxeo de Limpio (CBP por sus siglas en inglés), que desde septiembre de 2016 ha implementado el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), ha detectado a 30 pugilistas utilizando alguna sustancia prohibida, entre las que se incluyen cocaína, anfetaminas y metanfetaminas.
En este periodo se han aplicado 998 controles antidopaje, de orina y/o sangre, a los 705 boxeadores, hombres y mujeres de 25 países que están inscritos en este programa que le cuesta al CMB entre 200 mil y 250 mil dólares anualmente.
“Aparte del costo económico el costo emocional ha sido alto, es muy desgastante. Cada positivo es algo terrible. Recuerdo que en pesos completos tuvimos un caso de un ruso que tenía una pelea millonaria y una semana antes salió positivo.
“Fue un proceso larguísimo de audiencias, abogados para que volviera a pelear. El día de la pelea (18 diciembre de 2017) volvió a salir positivo y el CMB tuvo que cancelar su aval. Es mucho estrés. Sería más fácil no tener estas pruebas y que cada quien haga lo que quiera, pero va en contra de la seguridad y la salud de los boxeadores”, explica Mauricio Sulaimán, presidente del CMB.
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El dirigente se refiere al caso de Alexander Povetkin, quien en marzo de ese año dio positivo por un anabolizante conocido comercialmente como Ostarine, que sirve para quemar grasa y aumentar la fuerza muscular. El ruso fue multado con 250 mil dólares y suspendido un año por fallar los antidoping realizados antes de las peleas contra Deontay Wilder y Bermane Stiverne.
Las sustancias detectadas a los boxeadores que les han aplicado estas pruebas son: furosemida, clorotiazida e hidroclorotiazida (diuréticos que se usan principalmente para enmascarar otras sustancias), clembuterol y zilpaterol (agentes anabolizantes), testosterona, cocaína, metanfetaminas, anfetaminas, clomifeno (modulador hormonal), meldonium (modulador metabólico), metilhexamina (estimulante), buprenorfina (narcótico) y estanozolol, dehidroclorometiltestosterona y metilclostebol (esteroides anabolizantes).
El CMB lleva a cabo el Programa Boxeo Limpio con la ayuda de la Asociación de Antidopaje Voluntario (VADA por sus siglas en inglés), que dirige la neuróloga canadiense Margaret Goodman, quien trabajó durante 11 años como médico de ring side para la Comisión Atlética del Estado de Nevada.
A partir de 2019, además de los varones, el programa se amplió a las mujeres.
El programa es obligatorio para los hombres que son campeones mundiales, así como para los primeros 15 clasificados de cada división, y para las mujeres poseedoras de un título mundial o que se encuentren entre las primeras cinco clasificadas de cada categoría.
Sin embargo, cualquier pugilista puede inscribirse voluntariamente al programa. En todas las peleas de título mundial los contendientes están obligados a asistir al antidoping al final del combate. El promotor de la función donde un cinturón esté en disputa está obligado a contratar y pagar los controles antidopaje.
“De nada sirve que una prueba antidoping se haga sólo después de la pelea porque, si sale positivo, el boxeador ya peleó con la sustancia adentro. Puede lastimar al rival, además de que es peligroso para la propia salud del que se dopa. También hacemos pruebas aleatorias y sorpresa fuera de competencia porque es la única manera de agarrar a alguien. El que es tramposo tiene métodos para limpiarse”, agrega Sulaimán.
Como agencia encargada de hacer las pruebas antidopaje, la VADA selecciona de manera aleatoria al boxeador quien todo el tiempo debe estar localizable para recibir a los comisarios de la empresa Cleridium responsables de recoger las muestras de orina y/o sangre.
Las muestras tomadas son enviadas a laboratorios acreditados de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) y los resultados de las pruebas los da a conocer la VADA.
Entre 2019 y 2020, 16 boxeadores no fueron localizados para realizar los controles antidopaje.