Ganan los cementeros en el adiós al estadio Azul
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Lo único que quedó claro la tarde del sábado 21 en el estadio Azul sobre el que ya pesa la guillotina de la demolición y el trueque de la cancha verde por un centro comercial más, es que la afición celeste le queda grande al Cruz Azul.
Después de la enésima campaña mediocre de la llamada, a pesar de todo, Máquina Azul, en la que a falta de un partido para que finalice el torneo suma cuatro victorias, siete empates y cinco derrotas para 19 puntos que lo tienen casi casi eliminado, el estadio lució lleno y sus seguidores no se cansaron de cantar el Olé olé olé oleeee.... azul.... azul...
Al menos la fiel afición cruzazulina se llevó en el partido de despedida del inmueble futbolero ubicado en la conocida como Ciudad Deportiva, el triunfo por 2-0 sobre el Morelia.
Y no sólo eso, apenas a los 11 minutos de juego su querido equipo ya había generado más ocasiones de gol que en varios partidos completos.
Al final, Martín Cauteruccio, consiguió el 1-0 en la primera parte y Ángel Mena el 2-0 en la segunda mitad. Los celestes pudieron haber conseguido al menos otro par de goles para una tarde, sólo esta tarde, feliz.
Las tribunas del estadio quedaron vacías una hora después del silbatazo final. Los jugadores celestes dieron una vuelta a la cancha en agradecimiento a la afición.
El último partido en el estadio Azul resultó anticlimático. Aunque no había nada que festejar, la afición celeste despidió a la Máquina Azul como si fuera campeón.