MÉXICO, D.F. (apro).- Con su plantel de lujo, Tigres de la U. de Nuevo León volvió a fallar, como lo hizo la semana anterior en el juego de ida, y con ello naufragó su intento de pasar a la historia como el primer club mexicano en ganar la Copa Libertadores. Con notoria falta de contundencia, el equipo mexicano sucumbió con un categórico 3-0 ante el River Plate, que supo convertir sus tres aproximaciones de gol en un pletórico estadio Monumental. El resultado convierte a Tigres en el tercer equipo mexicano que pierde una final en Copa Libertadores, después de Cruz Azul y Chivas del Guadalajara. Antes del pitazo inicial, un nutrido grupo de fotógrafos argentinos se juntó en la cancha portando cartulinas con el siguiente mensaje: “Basta de genocidio en México”, tras el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, quien fue encontrado muerto el viernes anterior junto a cuatro mujeres en un departamento de la colonia Narvarte. Con el estadio Monumental repleto, River tomó ventaja en la única acción real de peligro del conjunto argentino. Todo pasó por la banda izquierda, en gran acción de Leonel Vangioni y con certera definición de palomita de Lucas Alario, a un minuto de finalizar el primer tiempo. Sin embargo, Tigres, que parecía tener controlada la situación, desaprovechó las dos mejores ocasiones de gol. En la primera, el brasileño Rafael Sobis no supo cómo recepcionar un inigualable servicio del francés Pierre-André Gignac, que lo dejó solo frente al marco argentino. Luego, el propio Gignac dejó escapar el gol frente a la meta del River Plate después de un servicio de Jurgüen Damm, al minuto 23, en un partido caracterizado por la rudeza, sobre todo del equipo anfitrión, al grado que el silbante perdonó la tarjeta roja al anotador del gol por patadones a Sobis y al portero Guzmán. No obstante, Tigres acumuló cuatro amarillas en tan sólo 28 minutos, dos de ellas propiciadas por la desconcentración de sus jugadores. En el complemento, cuando mejor se le daba el juego al equipo de Ricardo “Tuca” Ferreti, River Plate asestó el segundo golpe en el minuto 73, por un penalti que cobró el uruguayo Carlos Sánchez, derribado dentro del área por una imprudente acción de Aquino. El resto fue relativamente fácil. El equipo local hizo gala de su contundencia al consumar el tercer gol en su tercera aproximación. Esta vez un cabezazo de Ramiro Funes Mori, a los 78 minutos, sentenció el juego que se definió por la contundencia de River Plate. De esta manera River Plate, que avanzó dramáticamente a octavos de final gracias a los favores de Tigres, aprovechó esta noche la nueva ayuda del conjunto universitario para levantar la copa después de 19 años de búsqueda, pues no ganaba la Libertadores desde 1996. En total, River Plate suma tres títulos en Copa Libertadores pues también se coronó en 1986.