Ricardo Salinas Pliego

Muak, la obra de cabaret político que retrata la ambición empresarial de Ricardo Salinas Pliego

Richie John es el omnipotente rey en esta adaptación y, a través de televisores a meses sin intereses, discursos endulzados y besos desde el balcón, controla a su pueblo entre deudas eternas y aplausos en abonos chiquitos. El soberano tiene una hija de nombre Elektra.
martes, 8 de julio de 2025 · 05:00

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El empresario Ricardo Salinas Pliego sirvió de inspiración para el personaje principal de una obra de cabaret político que crítica cómo los empresarios se aprovechan del aspiracionismo en la sociedad para vender ilusiones e hipotecar realidades.

El personaje principal, Richie John, es el protagonista de “¡Muak! El país de los besos en abonos chiquitos”, con dramaturgia de Carlos Alexis, dirección de Ana Laura Ramírez Ramos, junto con la compañía Cabaret de Diez, es una adaptación del cuento clásico “El traje nuevo del emperador” (1837), de Hans Christian Andersen.

Richie John es el omnipotente rey en esta adaptación y, a través de televisores a meses sin intereses, discursos endulzados y besos desde el balcón, controla a su pueblo entre deudas eternas y aplausos en abonos chiquitos. El soberano también es dueño de un castillo, donde Elektra, su hija, vive en un privilegio alejado de la realidad que enfrenta en el país la sociedad. Sin embargo, su obsesión por encargar un majestuoso traje desatará un juego de ambición, engaños, servilismo y parodia.

En entrevista con Proceso, Carlos Alexis, de 27 años, dramaturgo, productor y actor de esta obra, explica cómo nace la idea de esta puesta en escena y, además, señala la importancia de rescatar el teatro de cabaret en la actualidad.

“MUAK parte de una investigación que comencé hace tres años acerca de cómo funcionan los créditos al consumo que dan los empresarios a la gente para que adquieran bienes y servicios dentro de sus tiendas. Me llamó la atención cómo estos préstamos han afectado a mi generación porque gasta dinero que no tiene y carga con el pago de los intereses por años. Busqué la manera de compartir este miedo e incertidumbre, pero desde una perspectiva cabaretera y divertida.

Mi investigación se centró en la figura de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas. Decidí enfocarme en el personaje que este empresario ha construido en X (antes Twitter) conocido como “Tío Richie”, red social donde abiertamente amedrenta y se burla de políticos, periodistas y hasta de gente que consume en sus distintas empresas. Además, retrata cómo gran parte de sus followers celebran esta violencia”, describe Carlos Alexis.

El dramaturgo agrega que para la edificación de la personalidad de Richie John también se ayudó del libro “‘HDP” (2021), de Sabina Berman, novela que habla sobre Hugo David Prado, un empresario ficticio que tiene yates, mansiones, bancos, una televisora, una red extensa de tiendas y cien empresas más que conforman su riqueza y aprovecha una crisis sanitaria mundial para aumentar su fortuna.

“En la obra parodiamos la figura del Tío Richie, aunque también hay referencias a sus nexos con políticos y los problemas que ha enfrentado a nivel judicial por no pagar impuestos. La sátira se extiende situaciones políticas actuales, por ello integramos nombres como los de Claudia Sheinbaum, Clara Brugada y Lilly Téllez”, agrega.

Carlos Alexis confecciona un protagonista al que le faltan escrúpulos, pero le sobra ambición y, a través de él, critica la adoración al dinero, la cual ha llevado a la sociedad a una enfermedad terminal donde la vida está hipotecada. En cuanto a los otros personajes, explica:

“Elektra es una mujer privilegiada, alejada de la realidad de podredumbre que vive el país, es una “nepobaby”, es decir, alguien que ha logrado éxito en su carrera gracias a las conexiones y apoyo de su padre, Richie John.

“Mayor Domo es el asistente del rey, alguien que todo el tiempo está alabando al monarca. Él representa a quienes defienden a estos millonarios creyendo que algún día van a ser como ellos. También están las sastres (Sastre Menda y Sastre Padora), quienes se burlan del poder y van dejando en ridículo al protagonista; ellas encarnan al pueblo”.

–¿Por qué elegir el teatro de cabaret para esta puesta en escena? –se le al dramaturgo–.

–Considero que ahora hay menos comedia política en la cartelera comercial y lo que he visto no profundiza en ciertos temas, sino que se queda en la superficie. Así que el teatro de cabaret el sitio ideal para que, a partir del humor, música y sátira podamos denunciar y reflexionar. La risa puede ser revolucionaria. Jesusa Rodríguez decía que “la música es el mar por el que navega el cabaret”.

Cinco actores y actrices están en el escenario: Carlos Alexis (Richie John), Sofía Montaño (Sastre Menda), Mónica Magdiel (Sastre Padora), Conny Cambambia (Elektra) y Daniel Berthier (Mayor Domo). A ellos se suma Fernando Romero, quien a lo largo de la obra toca el piano con parodias musicales, que van desde Amanda Miguel hasta Belinda.

La obra se presenta en el Foro Lucerna del Teatro Milán hasta el 21 de julio. 

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