Los colaboradores de la sección cultural de Proceso, cuya edición se volvió mensual, publican en estas páginas, semana a semana, sus columnas de crítica (Arte, Música, Teatro, Cine, Libros).

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Mulato Teatro está cumpliendo 20 años de labor teatral. Bajo la dirección de Mónica Castillo y Jaime Chabaud organizaron el Primer Festival Internacional de Teatro Afroescénico, en colaboración con el Centro Cultural Helénico y el Sistema de Teatros de la Ciudad de México.

Presentaron obras de teatro de su repertorio, un conversatorio virtual con mujeres afrodescendientes e inauguraron con el unipersonal Ex-posición de la compañía colombiana Escenafro.

Mulato Teatro es una compañía que impulsa la cultura afrodescendiente y la diversidad cultural. Sus propuestas escénicas abarcan una amplia temática, desde temas históricos, sociales e infantiles, hasta problemáticas íntimas, familiares y personales. Su interés se ha ido enfocando a visibilizar y dignificar la cultura y las personas afrodescendientes, abordando temas que les competen, e incorporando actrices y actores que por lo general no son incluidos en los repartos.

Hace unos años levantaron un teatro en el pueblo de Ticumán, municipio de Tlaltizapán en el Estado de Morelos, y conformaron un grupo de la localidad para hacer teatro comunitario. El Cuatecomate es el nombre del grupo que refiere a un árbol de la región y otros lares. Su primera obra, Estampas zapatistas, escrita por Chabaud y dirigida por Mónica Castillo, y actuada por los habitantes de la zona.

Es una gran labor la que hace Mulato Teatro, considerando al teatro como un espacio liberador; interesando a la gente del lugar por darse el tiempo para convertirse en otros personajes y participar en todos los procesos que requiere una obra. Colaboran también en la creación de un público que pueda disfrutar la experiencia teatral y compartir con la familia y paisanos de Ticumán, este hecho único e irrepetible que sucede en comunidad. Ofrecen funciones en su foro donde también dan clases y funciones y ensayan. Es un foro al aire libre con un tablado, torres de iluminación y equipo de sonido.

Mulato teatro presenta sus obras en espacios alternativos, al igual que en la Ciudad de México y distintos festivales. Entre sus obras están Niños chocolate de Chabaud, una espléndida pieza sobre la explotación infantil en África, fácilmente identificable en nuestro país, así como Anamnesis y Yanga, esta última sobre el esclavo africano que escapó de los cañaverales veracruzanos en el siglo XVII, armó un ejército y estableció el primer territorio libre en América.

En este festival inicial de teatro afrodescendiente, organizado por Mulato Teatro, presentaron un par de obras infantiles, A dónde va señor Tlacuache y Cuentos para los que no duermen, escritas por Chabaud y dirigidas por Marisol Castillo; la última, escrita con la colaboración de Juan Sebastián, hijo de ambos, en donde cuentan historias de miedo con un toque de humor.

El festival se presentó en el Teatro la Gruta del Centro Cultural Helénico; obras como Liz-sí-trata, versión libre del clásico griego, escrita por Chabaud y dirigida por Paola Izquierdo, y Cuentos eróticos africanos del Decamerón Negro, de Leo Frobenius, adaptación de Marisol Castillo, quien comparte la dirección con Jesús Jiménez. El etnólogo alemán Frobenius reunió cuentos de la tradición africana sobre el ejercicio libre de la sexualidad.

Son cuentos divertidos con una musicalización en vivo del percusionista Memo Siliceo. La estética colorida y la vitalidad de los relatos nos adentran en cuentos con una estructura tradicional que abren una ventana a la cosmovisión africana, sus tradiciones, y formas de comportamiento. Nos mantienen atentos y divertidos, inquietos y festivos, gracias al contenido y a las actrices que lo interpretan: Talía Loaria y su humor, Marisol Castillo, Marina Vera y Graciela Miguel Hacha.

En el festival también hubo música, poesía y un conversatorio sobre políticas públicas inclusivas.

Mulato Teatro confirma, en esta celebración, la importancia de su actividad escénica: su trabajo comunitario y la visibilización de la cultura y los protagonistas afrodescendientes. Haciendo que su trabajo teatral sea imprescindible para nuestro teatro.