Música
Flow Fest día 1: Una generación que graba todo para justificar el gasto
El primer día del Flow Fest 2025 dejó en claro que el reguetón ya no es solo un género: es una economía. Y una economía cara.CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El primer día del Flow Fest 2025 dejó en claro que el reguetón ya no es solo un género: es una economía. Y una economía cara.
Desde las primeras horas del sábado 22 de noviembre, los asistentes repetían la misma sentencia al levantar el celular para grabar canciones completas: “Para que valga la pena la inversión”. No era una frase aislada, sino el hilo conductor de una jornada marcada por el costo del entretenimiento y la necesidad de registrarlo todo como evidencia de consumo.
El abono general Early Bird, de 2 mil 570 pesos, se agotó en minutos. La Fase 1, de 2 mil 890, también. La Fase 2 llegó a 3 mil 210 pesos y aun así el festival se declaró sold out.
En un país donde?el salario mínimo diario ronda los 248 pesos, miles de jóvenes destinaron semanas, incluso meses de ahorro para estar en el Autódromo. Y allí estaban: celulares encendidos durante horas, grabando cada coro, cada transición, cada explosión de luces.
Las entrevistas en el Autódromo Hermanos Rodríguez revelaron un perfil claro: asistentes entre 19 y 39 años, con una media de 23. Jóvenes de la periferia capitalina, de Monterrey, y hasta Los Ángeles y Miami; otros tantos de Colombia o Asia que viajaron desde distintos puntos solo para “ver de cerca” a sus ídolos. El viaje, el gasto y el registro audiovisual formaron una sola ecuación conocida a partir de las redes sociales: asistir significaba demostrar que se asistió.
Entre música y TikTok
El festival inició temprano con Enemix, DJ Kitkatsita, Venesti y Jory Boy. Por la tarde, el escenario Sprite se inclinó hacia la energía dominicana con Yailin la Más Viral. Tres niñas imitaban sus pasos desde la reja frontal mientras miles de jóvenes grababan cada movimiento. Yailin lo correspondió con un guiño:?“Qué bonito México y República Dominicana también.”
En otro punto, Bacilos apostó por la nostalgia, mientras Lunay y El Alfa sostenían la energía del público con repertorios que funcionaron como catálogo del reguetón más comercial: luces, humo y bailes diseñados para volverse virales en redes sociales. La estética —y el sonido— del festival parecían más pensados para TikTok que para una experiencia en vivo.
En el escenario Dembow Vicky ocurrió uno de los momentos más emotivos: Andy Rivera se presentó por primera vez en México. “Gracias por acercarse”, dijo antes de anunciar “un clasiquito”. El público respondió con una propuesta de matrimonio en primera fila. Rivera sonrió, incrédulo, adoptado en cuestión de segundos por la calidez del público mexicano.
Después de tres años sin pisar el Flow, Myke Towers regresó al escenario principal con el control absoluto de una audiencia que lo esperaba. Interpretó?Lala,?Soleao,?La Playa?y un repaso de éxitos recientes. “¿Dónde están todas esas mujeres hermosas mexicanas con más de 50 mil seguidores?”, preguntó mientras miles levantaban el teléfono para grabar el momento. Los gritos y el baile dominaron su set, que combinó serpentinas, un jaguar enorme y una gran producción visual.
Wisin, Bogueto y Vives
Aunque llegó solo, Wisin mantuvo encendida la Curva 4 del Autódromo como si Yandel estuviera a su lado. “¡México, México!”, gritó apenas pisó el escenario, provocando que parte del público migrara desde los otros escenarios. Sonaron?Rakata,?Pam Pam?y?Pegao, canciones clásicas del reguetón que todavía funcionan como combustible emocional para muchos. “Yo les tengo una sorpresa… si hacen una bulla de diez segundos presento a mi amigo”, advirtió. El público cumplió.
Apareció El Bogueto, quien agradeció con un: “Gracias, Wisin, eres mi padrino musical”. Y minutos después subió Carlos Vives, que antes se había presentado en el escenario sorpresa.?
Álvaro Díaz enfrentó retrasos y fallas técnicas, pero las convirtió en parte de su propuesta futurista con un glitch visual que funcionó como puente entre caos y estética.
"El rey del reguetón"
Aun así, el verdadero imán del día era Don Omar. Llegó vestido completamente de negro, consciente de su propia narrativa: “el rey del reguetón” en su último concierto del año en México. Y así lo trató el público. Cada canción —Dale Don Dale, Dile, Salió el Sol, Ojitos Chiquititos, Mayor Que Yo, Diva Virtual, Conteo, Taboo— activó un código generacional que excede edades y geografías. Muchos de los asistentes no habían nacido cuando algunos de esos temas debutaron, pero eso no impidió que los cantaran como si fueran propios.
Así cerró la primera jornada del Flow Fest.
Para el domingo 23 de noviembre, el cartel apuesta su clausura a J Balvin, Young Miko y Natanael Cano, acompañados por Bellakath, Farruko, Gente de Zona, Bad Gyal, Deorro, Mau y Ricky, entre otros nombres de la escena urbana. Una segunda fecha que, si mantiene la fórmula, volverá a encender un mar de teléfonos y a convertir el Foro Sol en un pulso colectivo de luces y ritmos.