Federico García Lorca

Hallan imágenes inéditas del poeta Federico García Lorca

Federico García Lorca fue detenido en Granada el 16 de agosto de 1936, apenas un mes después del golpe militar que daría origen a la Guerra Civil. Su cuerpo fue arrojado a una fosa común entre Víznar y Alfacar que, pese a múltiples excavaciones desde 2009, nunca ha sido localizada con certeza.
viernes, 21 de noviembre de 2025 · 14:57

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Por primera vez en casi noventa años, Federico García Lorca vuelve a moverse y a sonreír ante una cámara. El cineasta malagueño Manuel Menchón, director de Palabras para un fin del mundo (2020), ha localizado y restaurado varias secuencias filmadas en 1932 que muestran al poeta granadino en pleno viaje con su compañía teatral La Barraca.

Son apenas unos segundos, pero constituyen el registro más vivo y espontáneo que se conserva de Lorca: riendo, saludando desde la ventana trasera de un vehículo, gesticulando con la energía teatral que le caracterizaba.

Hasta ahora solo se conocían dos breves filmaciones del autor de Bodas de sangre: una toma casi estática en Buenos Aires (1933) y otra en Montevideo (1934). Las nuevas imágenes, rescatadas de una lata de betún marcada con las iniciales “F.G.L.” en el archivo privado de la familia Menéndez-Pidal, han sido calificadas por Menchón como “un milagro histórico y emocional”.

“Es la primera vez que vemos a Federico así: feliz, en movimiento, sin posar. Es el Lorca que sus amigos recordaban y que el fascismo intentó borrar para siempre”, declaró el director a TVE, que emitió las imágenes en exclusiva.

El hallazgo forma parte del trabajo de documentación para La voz quebrada, el nuevo documental de Manuel Menchón que se estrenará en el primer semestre de 2026. Además de las imágenes de La Barraca, el archivo Menéndez-Pidal contiene más de 1.500 rollos de nitrato que abarcan desde 1915 hasta 1970, entre ellos material rodado en Uruguay que podría incluir nuevas pistas sobre la relación sentimental entre Lorca y el cineasta Enrique Amorim.

“Estas imágenes no son solo cine: son prueba de vida”, subraya Menchón. “Y también prueba de muerte. Porque cuatro años después de reírse en esa carretera, lo asesinaron por ser exactamente lo que vemos aquí: libre, brillante y diferente”.

Casi un siglo después, el rostro de Federico García Lorca vuelve a moverse. Y con él, la memoria de uno de los crímenes fundacionales de la dictadura que quiso silenciarlo para siempre.

El misterio de su asesinato

Federico García Lorca fue detenido en Granada el 16 de agosto de 1936, apenas un mes después del golpe militar que daría origen a la Guerra Civil. Sacado de la casa de la familia Rosales (de ideología falangista, pero que intentó protegerlo), fue conducido al pueblo de Víznar y fusilado entre la noche del 17 y la madrugada del 18 o 19 de agosto junto a un maestro republicano, Dióscoro Galindo, y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.

Los testimonios coincidentes de los propios ejecutores (entre ellos el exguardia de asalto Antonio Benavides y el terrateniente Juan Luis Trescastro) revelan que Lorca fue señalado por su condición de “rojo y maricón”. La frase más citada, atribuida a Trescastro, resume la saña: “Le dimos dos tiros en el culo por maricón”.

Su cuerpo fue arrojado a una fosa común entre Víznar y Alfacar que, pese a múltiples excavaciones desde 2009, nunca ha sido localizada con certeza. El régimen franquista impuso un silencio absoluto: prohibió sus obras, quemó ejemplares de sus libros y destruyó sistemáticamente fotografías y documentos personales. De ahí la extraordinaria importancia de estas imágenes recuperadas: devuelven al mundo el rostro de un hombre que el odio quiso hacer desaparecer dos veces, primero con las balas y después con el olvido.
 

Comentarios