CIUDAD DE MÉXICO (apro).-  No saben si habrá música o bailarán en silencio, tampoco cómo será la iluminación, lo único seguro es que los bailarines estrenarán la pieza “Punto y línea” como parte del programa Estudio X este 31 de enero en el Centro Cultural Los Talleres, a partir de una técnica de danza aleatoria que hace uso del “azar” para crear coreografía.  

Quizá el acto suene disparatado, pero no tanto si se piensa por segunda vez, en especial al comprender que el movimiento es el alma de la danza, y de manera quizá más simple del baile, esa serie de desplazamientos, oscilaciones y vibraciones del cuerpo que a todos hace mover, bailar, danzar. 

Ya lo advierte Andrés Henestrosa en “Los hombres que dispersó la danza”, cuyo primer relato ‘Biningudaza’ busca explicar la leyenda más vieja de la tradición zapoteca en relación a los hombres que danzaron de alegría y tristeza hasta desaparecer toda vez que los españoles arrasaron con su pueblo, y ahí no había coreografías, solo sentimiento y esencia. 

Así que, en un acto que se vale de intuición, intención y danza, los cinco bailarines de “Punto y línea” (que incluyen a la ya legendaria Isabel Beteta, Medalla Bellas Artes 2016) harán lo propio. Tampoco estarán abandonados a su suerte, tendrán indicaciones de un narrador, y algunas frases de movimiento pre-establecidas basadas en los conceptos de la obra de Kandinsky (pintor ruso y precursor del arte abstracto) para realizar su trabajo dando cabida a la sorpresa y la improvisación. 

Lo anterior, además de mencionar que se trata de una propuesta influida por la técnica de danza aleatoria del estadunidense Merce Cunningham (1919-2009), coreógrafo reconocido durante la segunda mitad del siglo XX por innovar en “danza abstracta”. 

Sobre “Punto y linealidad" describe el coreógrafo Óscar Velázquez, detrás de esta obra que se estrena el 31 de enero: 

“No está relacionada con los juegos surrealistas, sino con la posmodernidad en la danza. Pienso mucho en Cunningham que con su danza aleatoria demandaba que los bailarines estuvieran con todos los sentidos abiertos. 

“No estoy descubriendo el hilo negro, más bien parto de mis necesidades creativas. Dentro de mi repertorio, es una pieza que rompe con los estereotipos de como he venido trabajando, porque el bailarín debe reaccionar a los impulsos que se le van dando en el momento”. 

Velázquez hizo énfasis en su interés de que los bailarines lejos de ser objetos de interpretación sean quienes tomen las decisiones, “el reto es que la libertad que se les otorga, en lugar de paralizarlos, los haga responder de manera espontánea y creativa. Y que esa tensión dramática, esa tensión energética, que se genera, se transmita a la audiencia”. 

Hay que mencionar que “Punto y línea” forma parte del programa “Estudio X”, que Los Corpógrafos interpretarán este 31, de enero, 1 y 2 de febrero en Los Talleres, y que también está compuesto por las obras “Sueño causado por el vuelo de una abeja”, de Guillermo Magallón, y “El nudo”, de Isabel Beteta.  

En el caso de “Sueño causado por el vuelo de una abeja”, se trata de una obra con influencia de los cuadros surrealistas de Salvador Dalí enriquecida con interrogantes existenciales como ¿quién soy y hacia dónde voy?, interpretado por un trío de bailarinas y música exprofesa de Freddy Ayón. 

Sobre “El nudo” de Isabel Beteta, se trata de la simbolización en escena del “nudo gordiano” en relación a cómo podemos dar solución a un problema difícil. El lenguaje corporal de esta pieza es abstracto y no muy danzado, resultado del proceso creativo de la coreógrafa descrito por la misma Beteta como “tortuoso”, así como el nudo que, según la leyenda Alejandro Magno decidió cortar con su espada en lugar de desanudar. 

El programa Estudio X se presenta tres días a partir del 31 de enero en el Centro Cultural Los Talleres ubicado en Francisco Sosa 29 en la colonia coyoacán a las 20 horas. Informes de boletos al whatsapp 5564430040 o vía las redes sociales de @Los Talleres en Instagram y @lostalleresoficial en Facebook.