Cultura
Las aristas del Cervantino durante el primer piso de la 4T (Video)
Se acerca ya octubre, y con él la 52 edición del máximo festival cultural internacional realizado por México, y su directora Mariana Aymerich expone los ajustes en los muy diversos niveles de organización, comenzando con un “reacomodo” de personal para ceñirse a la llamada austeridad republicana.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Dice Mariana Aymerich respecto a la austeridad republicana y su gestión en estos seis años al frente del Festival Internacional Cervantino (FIC): “Los tiempos cambian y hay que adaptarse”.
Acaricia ya su 52º edición del 17 al 28 de octubre próximo, al tiempo de informar que aún no sabe si seguirá o no en la dirección general de la llamada “fiesta del espíritu”.
En entrevista en su oficina de esta ciudad -en una casona al sur de la ciudad, transformada, llena de libros con ediciones, carteles, esculturas y elementos referentes al festival-, la directora general respondió a señalamientos de los últimos años respecto al “retraso” en el anuncio de país e invitados de honor, que hasta 2018 se daba a conocer el último día de la edición, y no meses después:
“Hay muchos factores que se tienen que considerar para tener todo listo y anunciar a los siguientes invitados... que lo sientan como un privilegio, y hay que considerar lo presupuestal, logístico, la relación entre países, la realidad económica. Me acuerdo lo que dices porque cuando estaba en Relaciones Públicas se anunciaba en la clausura, pero los tiempos cambian y hay que adaptarse. Antes era mucho más sencillo porque no había tantas complicaciones, ahora cuidamos mucho que los que aceptan tengan las condiciones y no la presión de ‘me están invitando’”.
Se le cuestiona que en el caso de la edición 2023, cuando Estados Unidos fue país invitado en el marco de los 200 años de relaciones bilaterales con México, sus programadores organizaron con cuatro meses de antelación, un tiempo muy reducido para lo que implica un festival, de ahí que se trabajara con los artistas que tenían fechas disponibles. Explicó:
“A ellos (los programadores) se les pudo haber avisado con cuatro meses, nosotros empezamos a platicar con Estados Unidos un año antes… hay muchos factores… por algo les dijeron cuatro meses antes. El festival trabaja con los países, no con los curadores, empiezas a platicar con los que alzan la mano o quieres que sean, y hay muchas mesas de trabajo por lo que implica ser un invitado de honor”.
Aymerich afirmó que al tomar las riendas al inicio del festival buscó una reorganización en el boletaje (ahora ya no se regalan entradas a funcionarios, evitando butacas vacías al frente y más taquilla al público), y eliminar la línea curatorial de “sólo lo clásico” va al Teatro Juárez, apostando por inclusividad, por ejemplo: espectáculos de mayor entretenimiento -“porque vivimos angustiados por los problemas en cualquier ámbito”-, concluir la apertura del Archivo Histórico del FIC en la Casa Emma Godoy (abierta finalmente el año pasado, y aún en pañales en materia de catalogación), y quitarle al festival el mote de “la cantina más grande del mundo”:
Creo que logramos quitarle el estigma, pues era evidente, y sigue siendo, que los chavos van a divertirse, es parte importante también de la derrama económica, pero que estén las calles ‘controladas’ porque el público puede encontrar en cada una de las plazas alguna propuesta artística, que puedan caminar con sus hijos con la tranquilidad de que la gente no está solo en la fiesta… que los teatros ahora están llenos y las calles no tan llenas. En una conferencia de clausura me decían ‘pero ya no se ven las hordas en las calles’. Y no, porque van a los teatros.
En temas de “austeridad republicana” a lo largo del sexenio --este año el presupuesto federal va de 45 millones de pesos--, comentó que lo sortearon con un “reacomodo” de personal, pues hubo un recorte de hasta un 40% en contrataciones; los de base, unas 40 personas, trabajan a lo largo del año, cifra que crece conforme se acerca cada festival, hasta llegar a 300:
“En contenido sustantivo el festival no sufrió, lo que hicimos fue compactar al equipo. Cada año se contrataba un equipo grande -no digo que ahora seamos chiquitos pero menos de lo que éramos antes-. Fue resultado de un trabajo de ajustar, no se sintió… bueno, si se los preguntas a ellos quizá terminen agotados (dice entre risas), pero es un equipo comprometido”.
Se le recordó que hace dos años Proceso realizó entrevistas a guanajuatenses que afirmaban haber asistido desde la primera a la 50º edición, quienes se lamentaban de los “altos costos” en el boletaje que, decían, sube año con año. Pero la directora refutó: el 50% de la programación es gratuita, y que para esta edición el boleto más económico va de 80 pesos a mil 50. Por ejemplo, para escuchar a la Orquesta Filarmónica de los Ángeles en la edición del medio siglo se pagaron 700 pesos por boleto, cuando en su sede original, el Hollywood Ball, cuesta 120 dólares.
“Son espectáculos de muy alta calidad que en cualquier teatro de Europa, Estados Unidos o Canadá te cuestan el doble o el triple. Entiendo que se ha subido, pero un mínimo, ni 10%, es necesario por la inflación. Hay que amortiguar un poco el costo del festival”.
Tradición oaxaqueña y batucada
El cruce de Brasil y Oaxaca en una callejoneada por Guanajuato parece prometedor para esta 52 edición, en medio de actividades que traerán 24 países más.
Aymerich relató que contar con los dos invitados de este año representó una labor que “se acarició por mucho tiempo”, obra de todo un equipo: durante su último discurso público en julio pasado, donde anunció la programación de este FIC, pareció una despedida colectiva, ya que el gobernador estatal Diego Sinhué Rodríguez Vallejo cederá el poder a Libia Denisse García Muñoz Ledo este 26 de septiembre, y Alejandra Frausto, titular de Cultura federal, será sustituida por Claudia Curiel de Icaza:
“Se va el gobernador y la secretaria, y estoy muy agradecida porque nos ayudaron un montón, apostaron por su servidora, era un poco más eso, no me despedía del festival, esta edición evidentemente la voy a hacer.
“Los que somos funcionarios públicos sabemos que estos puestos son pasajeros, si me ratifican seré feliz, y si pasa otra cosa, también”.
Durante la entrevista con Proceso, Aymerich informó de que a lo largo del festival se irá elaborando un “Diagnóstico de sustentabilidad” en alianza con el British Council, señalando estar consciente de que habrá muchas observaciones al final, pero que el resultado obligará “a todos los involucrados, a la Universidad de Guanajuato, gobierno municipal, estatal y federal, a involucrarse más en el festival”.
Entre las actividades destacó la apertura, consistente en La Guelaguetza oaxaqueña en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas, y al día siguiente la Cía Os Buriti y Cía Dos à Deux (ambas de Brasil), así como la primera ocasión que visitará México el Colectivo La Patogallina, de Chile, el día 13; Les Ballets de Monte Carlo (Mónaco) -en dos magnas presentaciones en el Auditorio del Estado, los días 12 y 13.
La oaxaqueña Silvana Estrada actuará el martes 15 en el Teatro Juárez; Vocaoncolsor Berlin, de Alemania, hará lo propio el miércoles 16, y El Protocolo del Quebranto, de España, saldrá a escena los 16 y 17 en el Teatro Principal, al igual que el Grupo Teatral Tehuantepec, si bien sólo este último día, fecha en la cual Eugenia León cantará junto al cubano Miguel Núñez en el Teatro Juárez.
La siguiente programación va a sí: Mujer Dance Company (Corea) y la Orquesta Sinfónica de Oaxaca harán lo propio el sábado 19, así como el Grupo de Teatro Clowns de Shakespeare (Brasil), los 19 y 20, mientras que el grupo musical para infantes Patita de Perro celebrará sus 30 años en Los Pastitos.
Para rematar los días 23, 24, 25 y 26 de octubre con la designada “Construcción Monumental Participativa” del director artístico francés Olivier Grosetète, quien iniciará con un taller previo al Cervantino, y una réplica en el escenario del Juárez a partir del arte de la manipulación del cartón, y destruirla el último día.
Sin contar a Teac Damsa (Irlanda), con el espectáculo Cómo ser bailarín con setenta y dos mil lecciones sencillas, el 25 y 26; mismas fechas en que se presentará la Compañía de Danza Deborah Colker (Brasil) en el Auditorio del Estado con Perro sin plumas; las Mujeres del Viento Florido con el acto Oaxaqueñísimas el sábado 26, y la clausura para el domingo 27 a cargo del Trío Lenine junto a la agrupación méxico-brasileña Francisco, El Hombre.
Aymerich redondeó:
Hay mucho por ver a nivel de artes escénicas en el mundo, si vieran la cantidad de propuestas artísticas… 17 días no nos alcanzan. El festival tiene un esencia de mostrar la excelencia en las artes escénicas, y eso va a continuar por el resto de los días, mientras siga habiendo artistas: no nos alcanzarían los años para conocer lo que sucede a nivel internacional. El festival tiene larga vida.