Frida Kahlo

“Frida ícono de México”, nuevo libro sobre la pintora

La autora de las obras pictóricas “Las dos fridas” y “La columna rota” cumple este 13 de julio 70 años de fallecida.
viernes, 12 de julio de 2024 · 17:13

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La periodista italiana Chiara Pasqualetti Johnson escribió la biografia “Frida ícono de México”, editado por Trillas, el cual presentó la tarde del jueves 11 de julio en el Museo Soumaya Polanco, y que en septiembre próximo se publicará en inglés, francés e italiano.

La autora de las obras pictóricas “Las dos fridas” y “La columna rota” cumple este 13 de julio 70 años de fallecida. Pasqualetti Johnson cuenta en entrevista que tardó un año en escribir el volumen de 223 páginas con fotografías de Kahlo

“Es un libro que forma parte de una serie. Escribo biografías ilustradas de grandes mujeres que dejaron una huella profunda en nuestra historia, y una de ellas es Frida Kahlo. Me titulé en historia del arte y conocí la obra de esta pintora hace treinta años, por lo que esta publicación cierra un círculo que empecé a recorrer hace tres décadas”, dijo.

Para ella, Kahlo “era tan majestuosa como una diosa mexica, tenía una personalidad fascinante y provocadora”.

En la introducción de “Frida ícono de México” se lee: “La suya no era una belleza convencional y, sin embargo, ella misma era una figura sensacional. Sus cejas Azabaches se unían para formar una línea en su frente y, sobre sus labios, se asomaba una fina capa de vello; pero, más que cualquier otra cosa eran sus ojos los que lo hacían tan atractiva. Eran oscuros e intensos, y devoraban la mirada de todo aquel que la observara.

“Hoy, ese rostro se ha vuelto un ícono global, como ocurrió con la Gioconda o la Mona Lisa. En realidad, Frida trabajó toda su vida en la creación de su imagen, con lo que logró transformar el ser una persona ‘diferente’, en ser una persona ‘especial’. Tal vez esta sea la razón de su popularidad. Aunque vivió durante la primera mitad del siglo XX, su mensaje sigue siendo relevante en la actualidad, pues la artista entendía que nuestra identidad fluye constantemente y que podemos escogerla y crearla, sin importar nuestro género u orientación sexual, nuestro origen o las convenciones del momento”.

Los capítulos que contiene el libro son “Hija de la revolución (1907-1927)”, “El encanto de la Ocultadora (1928-1949)”, “La columna rota (1950-1954)”, “La paloma y el elefante”, “La Casa Azul” y “Fridomanía”.

La también realizadora de los libros “Las mujeres más influyentes de nuestra época”, traducido a 14 idiomas, y “Coco Chanel. La rivoluzione dello stile”, un best seller que cuenta con ocho ediciones internacionales, señala que fue ardua la investigación para lograr “Frida ícono de México”.

“Ha sido lo más complejo. Me basé en un centenar de libros que se escribieron sobre Frida y sobre todo me fui a las fuentes directas, sobre sus palabras que ella escribió en su diario y las cartas con Diego Rivera y a sus amigos artistas”.

Entre la bibliografía que consultó están “Frida Kahlo en su luz más íntima”, “Escritos: Frida Kahlo. Selección, premios y notas” y “Frida Kahlo, una vida abierta”, de Raquel Tibol, crítica de arte de Proceso; “El diario de Frida Kahlo: un íntimo autorretrato”, de Carlos Fuentes; “Frida Kahlo: La metamorfosis de la imagen, de Nidia Ugalde Gómez y Juan Rafael Coronel Rivera, y “Mi arte, mi vida”, de Diego Rivera, entre otros.

Ante tanta biografía que existe sobre la creadora de “Autorretrato con monos y “Diego en mi pensamiento”, Pasqualetti Johnson acentúa:

“Yo miro a Kahlo desde lejos, con amor, pero con una distancia necesaria. No soy demasiado rebuscada porque pienso en las nuevas generaciones, no abordo sus pinturas desde el punto de vista crítico, sino que resalto el significado que tuvieron para Frida en su vida.

“La imaginación inagotable y sumamente evocadora de Frida Kahlo llegó desbordado al siglo XXI, y se expandió más allá del mundo de la moda, dejando su huella en el estilo callejero hasta alcanzar las paredes de las calles. Desde México hasta San Francisco, desde París hasta Nueva York, hoy su mito se celebra con los colores del arte callejero. De algún modo, los murales de Diego fueron los precursores de una forma de expresión artística pública y democrática. Miles de graffitis, tanto de artistas anónimos como famosos, retratan a Frida en muros alrededor de todo el mundo.

“Se le muestra vestida con ropa tradicional indígena de colores brillantes y con peinados de trenzas complejas que le hacen parecer una reina; sus cejas orgullosas enmarcan los ojos juveniles, cuya mirada desafiante se enfrenta a la realidad sin tabús. Frida es inspiradora, subversiva y siempre reconocible; nadie personifica temas contemporáneos como la identidad de género, la aceptación de nuestro propio cuerpo, y el orgullo de pertenecer a un pueblo como ella”.

Así la escritora finaliza con la charla:

“Frida Kahlo posee la capacidad casi sobrenatural de poder sacar pedazos de uno, de su experiencia con base en tu necesidad en ese momento. Con los momentos de dificultad y los momentos de alegria nace la misma energía de Frida. Yo pensé en su valor como un amplificador de sentimientos”.

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