Lunario
Festival Pura Vida con Nasa Histoires, Sara Curruchich y La Mafiandina
El paseo sonoro duró cerca de cinco horas oscilando en diversidad de estilos, fusiones instrumentales, candentes canticos y alegre baile.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El festival Pura Vida celebró su primera edición este viernes en el Lunario del Auditorio Nacional, brindando al público una revisión a propuestas musicales alternativas enalteciendo las raíces latinas con la presencia de Nasa Histoires (Colombia), Sara Curruchich (Guatemala), La Mafiandina (Ecuador), Conjunto Tropidélico (El Salvador) y Solovino (México).
El paseo sonoro duró cerca de cinco horas oscilando en diversidad de estilos, fusiones instrumentales, candentes canticos y alegre baile, a su vez de potentes consignas de protesta social lanzadas por los proyectos artísticos latinoamericanos.
El festival Pura Vida celebró su primera edición en el @LunarioMx enalteciendo las raíces latinas con Nasa Histoires, Sara Curruchich, La Mafiandina, Conjunto Tropidélico y Solovino. #PuraVida ?? pic.twitter.com/3L2Ek2YJp8
— Proceso Cultura (@ProcesoCultura) June 22, 2024
Puntualmente, a las cinco de la tarde, los mexicanos Solovino iniciaron el encuentro festivalero entonando “Carmela” y “La vida da”, moviendo las emociones con su refrescante rock y cumbia.
La festividad avanzó ágil, cada artista emergió exactamente a lo programado. El espacio del Lunario permitió un ambiente de intimidad cercano al escenario, donde a telón de fondo una gran pantalla ilustró la identidad de cada banda. Desde El Salvador aterrizó el Conjunto Tropidélico con su estilo matizado de sonidos tropicales y psicodélicos, seleccionando los temas “Macario” y “Lamento de cumbia”.
Poderoso show entregó el proyecto ecuatoriano La Mafiandina al mando de Taki Amaru. Con su hip-hop y rap elevaron las raíces y cultura Kichwa. En el alucinante acto resonó “Amarumi” y velozmente se alzaron las consignas:
“A los gobiernos asesinos, a todos los presidentes que creen que pueden hacer lo que quieren con nuestros territorios. A todos los pueblos que resisten a la minería. A nuevas formas de encontrarnos en nuestros espacios, en nuestras comunas. Vengo de un país totalmente explotado que lo quieren saquear cada vez más. ¡Arriba todos los pueblos en resistencia!”.
En una multiplicidad de versos y menajes contestatarios, Taki Amaru señaló “por eso hacemos música, dedicada a la desgracia del ser humano”, dando nota a “Humanidad”. Cánticos de consciencia hacia la madre tierra, el amor a la naturaleza, las montañas y la cultura de los pueblos, delineó La Mafiandina escuchándose “Warmi hatari”, “Siembra” y “Tukyarin”.
Acudieron fans mayoritariamente de nuevas generaciones, algunos acompañados en familia, disfrutando por igual el desfile musical. Continuó Sara Curruchich, cantante y activista guatemalteca de origen maya emprendiendo vuelo en “La siguanaba” y “Pueblos”.
La artista defensora de los pueblos originarios dedicó “Qach'alal” a las personas desaparecidas con un discurso especial:
“Esta canción es para la memoria de las y los desaparecidos, de las guerras, de la guerra en Guatemala, en México, en toda Latinoamérica, la de Palestina. Cantando también podemos dignificar y traer la memoria, seguir hablando de esto es hacer justicia”.
En empoderamiento femenino Curruchich rindió en cánticos “Mujer indígena” y añadió “Junam”.
Para dar cerrojo al festival apareció la agrupación colombina Nasa Histoires comandada por Daniel Pinto. El ambiente fue de fiesta siendo aclamados por sus fieles de principio fin, cobijándolos a su vez en incesantes coreos de sus rolas considerando “Pasado”, “Cactus” y “Diente de león”.
Un colorido espectáculo diseñó la banda boyacense surgida en Tunja a finales del 2015. La plasma proyectó su estilística conceptual. Los respetables se entregaron apasionadamente exclamando: “¡Nasa, hermano, ya eres mexicano!”.
El repertorio dirigió “Sin sentidos” y “Luciérnaga artificial”, en un manto de lucecillas de celulares navegando en el recinto. Se compartieron flores entre los seguidores para cantar “Florecer contigo”, dando avance en “Onironauta”, “Trébol”, “Bugambilia” y “Girasol”. El inexorable final distinguió la fuerza femenina en “La gata negra”.
El festival Pura Vida concluyó con la aceptación de los reunidos en espera de una segunda edición que mantenga su concepto e identidad de abrir espacio a proyectos alternativos latinoamericanos.