Caso Stanley
La “justicia” en México en la serie “¿Quién lo mató?”, sobre Paco Stanley
En medio de la polémica, se anunció el estreno para este día 24 de la dramatización televisiva sobre este caso aún no resuelto del asesinato del animador, ocurrido hace un cuarto de siglo. Hablan para Proceso el director Humberto Hinojosa y seis actores.CIUDAD DE MÉXICO. (Proceso).– El productor Pablo Cruz y el cineasta Humberto Hinojosa rememoran el asesinato del conocido conductor de televisión y actor mexicano Paco Stanley, ocurrido el 7 de junio de 1999 (hace 25 años), en la serie de ficción ¿Quién lo mató?, basada en expedientes de la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos) y de la entonces Procuraduría de Justicia del Distrito Federal.
El proyecto se estrenará este 24 de mayo por la plataforma Prime Video. Son seis episodios centrados en personajes que dan su punto de vista del caso, aún no ha sido resuelto, desde la dramatización: Roberto Duarte recrea a Stanley, Diego Boneta protagoniza a Jorge Gil, Luis Gerardo Méndez es Mario Bezares, Zuria Vega interpreta a Brenda Bezares, Javier Ramírez Gómez El Chaestelariza a Benito Castro, Belinda hace a Paola Durante y Jorge Zárate es el fiscal Samuel del Villar.
En entrevista con Proceso, el director de la trama, Hinojosa, y los actores Duarte, Méndez, Vega, Boneta, El Cha y Jorge Aranda --quien es el brazo derecho del fiscal Del Villar en el último capítulo--, coinciden que en esta historia se pone bajo la lupa el mal funcionamiento del sistema de justicia del país. Además, hacen énfasis de que es una serie “extraordinaria, efectuada con respeto y bien documentada”.
El tráiler, publicado el 17 de abril, ya suma 20 millones de vistas en Youtube, y ha causado polémica. Mario Bezarez y su esposa Brenda, así como Paola Durante, anunciaron en varios medios que van a demandar a la producción “porque todo lo que se mostró en el tráiler es mentira”. En tanto, Paul Stanley, hijo del fallecido, ha mencionado varias veces que la serie “es muy amarillista”, y aunque la familia no está de acuerdo con la historia, no planea ninguna demanda, “pero hay que ver de qué se trata, vamos a ver qué pasa”.
A Hinojosa se le pregunta ¿cómo es que se quedó el título ¿Quién lo mató?, y explica que “le estuvieron dando mil vueltas”:
“Había como muchas líneas que se podían utilizar, pero prácticamente siempre estuvo en la mesa el nombre de quién lo mató. En realidad siempre es la pregunta que todos nos hacemos al acercarnos al caso desde afuera. Y ese título aclara el género. Habla del ADN de lo que trata la serie”.
-¿Por qué escogieron el caso de Paco Stanley?
-Yo prácticamente crecí viendo sus programas televisivos. Tenía dieciséis o diecisiete años cuando ocurrió. Para mí fue un parteaguas en muchos sentidos. Y a partir de eso cambió la violencia en el país. Se rompió la tranquilidad. Uno pensaba que sólo pasaba en otros países o en la ficción. A partir de ahí se normalizó la violencia para los de nuestra generación, y además cada vez la violencia es peor y ya no incomoda.
“Incluso con ese asesinato desapareció un tipo de televisión y un tipo de comedia, que hoy es impensable. Y yo como audiencia me reía de lo que pasaba en ese programa, pero hoy cuando revisitas esos programas de Stanley entiendes que ese tipo de humor ya es impensable: el bullying, el opresor, el patriarcado, el clasismo, en fin, una serie de situaciones difíciles de comprender, que hoy no das crédito… mas era simpático este locutor”.
Stanley, nacido en la Ciudad de México el 3 de julio de 1942, fue baleado a las 12:10 del lunes 7 de junio de 1999 frente al restaurante “El Charco de las Ranas”, poco después de haber terminado su transmisión del programa Una tras otra en TV Azteca. Había desayunado en ese lugar con Bezares y Gil. Se difundió en varios medios que Bezares había recibido una llamada telefónica, la cual contestó alejándose de Stanley y de Gil. Después se dirigió al baño porque los alimentos que consumió le hicieron daño. Stanley, Gil y su chofer esperaban en un vehículo a Bezares afuera del restaurante. Ahí, fueron sorprendidos por unos sujetos, que cruzaron un puente peatonal sobre el Anillo Periférico, y armados con una ametralladora provocaron más de veinte disparos hacia su camioneta y se dieron a la fuga, causándole la muerte instantánea a Stanley por cuatro tiros que recibió en el rostro e hiriendo a Gil en una pierna.
-¿Se preocupó por abordar el caso --ya que muchos de los involucrados están con vida--, o por cómo iba a reaccionar el público? --se interroga de nuevo a Hinojosa.
-Cuando tomé el proyecto prácticamente me sumergí en la investigación y en todo lo que está al alcance de todos. No es que hayamos obtenido una información privilegiada. Simplemente se ha publicado mucho, existen entrevistas, y te das cuenta de que el asunto es muy interesante, complejo y doloroso, y lo empiezas a desarrollar como una tragedia, un drama, en el cual empiezas a ver los elementos y arquetipos de los personajes. Obviamente está inspirado en hechos reales, pero prácticamente uno como director se sumerge en el género para ver de qué manera encuadras o construyes la tensión.
-En los episodios se pone a discusión el sistema penal, ¿ese era el objetivo?
-El caso se complicó por toda la triangulación y los intereses políticos de muchos lados. Obstaculizaron una serie de procesos, por lo cual hoy día no hay ningún detenido. No es realizar una serie con un discurso social, con el cual quiera demostrar algo, ¡no!, simplemente es una remembranza del pasado, de cómo se armó y lo surrealista que es el caso. Tampoco es que busque una verdad o vaya como investigador queriendo resolver algo. Es simplemente mostrar eso desde mi punto de vista y que a la gente lo absorbe y le intrigue de la misma manera que me intrigó a mí cuando estaba efectuando la investigación. Al final, verdades o no, es lo que sucedió, y es súper interesante ver, y cada quién tendrá su punto de vista.
Se le menciona que Bezares ya expresó que va a demandar.
-¿Qué van a hacer con toda esa situación?, porque sin duda levantará polémica.
-Al final del día nosotros somos empleados, nos contrataron para crear el proyecto. Nuestra responsabilidad es llevarlo a buen puerto y cumplir las expectativas del estudio y de la plataforma, y que de alguna forma el viaje que nos imaginábamos al hacerlo, se transmita con los espectadores. Mi opinión sale sobrando. Que suceda lo que tenga que suceder, pero al final todo el trabajo está hecho desde un lugar para la ficción, y obviamente con mucho respeto y cariño con el público para que disfruten lo que están viendo.
Finaliza:
“Es un ejercicio de entender cómo crecíamos. Eso era lo que veíamos en la televisión y era nuestra día a día. ¿Cómo podíamos reírnos de eso? Voltear para atrás hace entender el hoy y estar más preparados para el mañana”.
Roberto Duarte
Hinojosa cuenta que desde que vio a Roberto Duarte en la serie Un extraño enemigo le vio perfiles parecidos a Stanley, y lo invitó a la aventura. Por su parte Duarte, ante la pregunta de ¿qué lo impulsó recrear al locutor?, rememora:
“No hay nada que disfrutemos más los actores que habitar la ficción. Representar personajes con la intención absoluta de nuestro quehacer, que es servir de espejos a la sociedad, al mundo. Recibir la oportunidad en un proyecto tan importante es algo de lo que estoy profundamente agradecido”.
-¿Le preocupó o no que se recreara el asesinato de Paco Stanley?
-En este caso en particular en el que el personaje ha representado a una figura tan anclada en la memoria colectiva de todos los mexicanos, lo que hace es triplicar la responsabilidad, porque debes realizar un estudio muy preciso del gesto, para evocar al personaje, y además tratarlo con el respeto que se merece una leyenda de este tamaño. No fue fácil, pero fue muy gozoso.
“Algo que me preocupó siempre fue el carisma que poseía el personaje y el carisma es un don. Entonces, ¿cómo haces para representar un don? Un don es algo que tienes o no. Es un regalo divino. Entonces fue representar un don tan extraordinario como el que tenía Stanley, que lo hizo conectar con una nación entera. Esa fue una labor titánica”.
-¿En qué va a repercutir la serie?
-Yo espero que el público cambie un poco su forma de pensar, no respecto al caso, sino al panorama nacional en todos los sentidos. A mí me alarma mucho por ejemplo que en redes sociales de pronto ves que la gente, después de ver el tráiler, se centre en comentar de la peluca de Belinda, quien protagoniza a Paola Durante, cuando estamos hablando del sistema judicial del país, de cómo no funcionaba bien y funciona mal actualmente. Que el público siga siendo tan superficial es algo que a mi me alarma, y yo como artista, lo que me preocupa es representar ficciones que comprometan el pensamiento de todos.
“Aquí en esta serie hay algo mucho más grave, y eso no está en la caracterización de ninguno de nosotros.Vivimos en un país en el que hemos normalizado a tal punto el crimen, la impunidad. Estamos señalando el homicidio de un conductor, e igual hay cuarenta y tres estudiantes desaparecidos, hay miles de casos de mujeres desaparecidas todos los días en el país, hay miles de injusticias que acontecen, y estamos habituados, ya es una situación silenciosa que es muy atroz, y como mexicanos nos lo tendríamos que cuestionar”.
Se extiende:
“Los seis episodios están tratados con un profesionalismo extraordinario. Hay una gran documentación, y lo que se plantea son puntos de vista de distintos personajes. El público hará su conclusión”.
-¿Le gusta cómo está retratado en esta ficción Paco Stanley?
-El señor era una leyenda, y de las leyendas todo lo que digas sea cierto o no, lo único que hace es alimentar y hacer más grande a la leyenda. Entonces, la leyenda de Paco, después de la serie, será mucho más grande de lo que ya es. Estoy muy satisfecho, muy orgulloso, y listo para ver qué sucede con el resultado”.
Luis Gerardo Méndez
Hinojosa invitó al actor Méndez, quien rememora a este medio informativo:
“Ya había trabajado con Hinojosa. Somos buenos amigos y me habló un día. Comentó del proyecto y expresó que le gustaría que hiciera al personaje Mario. Al principio le expresé: ‘¿Cómo crees? No’. Yo tenía muchas dudas y me mostró los guiones, y al día siguiente le dije: ‘Voy’. Porque me pareció que estaban muy bien escritos, que era un punto de vista muy particular del caso, el cual marcó la vida de mucha gente, incluso la mía. Creo que todos nos acordamos dónde estábamos ese día cuando pasó. Y pensé que era atractivo hablar sobre el sistema de justicia mexicano de ese momento, que a mi manera de ver las cosas no ha cambiado tanto.
“Me pareció interesante contar qué pasó, cuáles fueron los hilos que se movieron atrás del asesinato, por qué los chivos expiatorios, por qué los acusados, por que a la fecha no hay culpables… y por otro lado me pareció muy llamativo todo el tema de lo que es Mario. Es súper shakesperiano de alguna manera y con muchos claroscuros que me interesaba interpretar, independientemente del parecido físico o no. Me interesaba mucho hacer una construcción más interna de este personaje que viene de abajo, triunfa y todo se le cae de la noche a la mañana, y cómo se vuelve el blanco de todos estos intereses complicados que hay en el país en ese momento”.
Añade:
“Al final la serie le da al espectador la posibilidad de ser el propio juez de lo que pasó. Lo que sucede con el sistema de justicia es muy complejo, entonces tener una opinión al respecto es complejo, lo que sí sabemos es que lleva muchos años oliendo muy mal y con muchos intereses detrás, donde rara vez se hace justicia, y este caso es el ejemplo más claro”.
Continúa:
“A la fecha no hay culpables. ¿Cómo es posible que a 25 años un caso de este tamaño no tenga responsables? Eso sigue pasando en México, hay muchísimos casos que siguen sin solución. Se les da carpetazo o buscan chivos expiatorios. Es la manera en la que funciona el sistema. Es interesante que el entretenimiento también planteé esas preguntas. Lo que se halla en la serie lo puede investigar cualquier persona en YouTube. Te diría que el 85% lo encontré en YouTube”.
-¿Fue difícil hacer al personaje Mario?
-Fue complicado el viaje emocional. La caracterización debía ser muy sutil. Yo no quería jugar a los prostéticos y ponerme cosas en la cara porque creía que no era necesario. Lo importante era cómo construir a Mario, este personaje que quiere ser actor e igual desea ser bailarín, y después de pronto se vuelve muy popular por este programa de televisión, y asesinan a su mejor amigo y luego lo culpan a él, lo procesan. Hay una carnicería mediática en la que se dice que probablemente sus hijos son de Stanley, y construir eso como actor fue muy duro. Los dos tenían un talento, pero su humor era políticamente incorrecto, y los caracterizaba un gran encanto, y eso fue lo que los llevó a los cuernos de la luna.
Zuria Vega
A Zuria Vega la convocó Hinojosa para la audición de ¿Quién lo mató?:
“Yo venía de filmar la serie Las viudas de los jueves con el director, y ahí fue cuando me enteré de que iba a hacer el proyecto, porque lo platicamos. Efectué la audición y a los dos meses me avisaron que me había quedado con el papel. Así fue cómo llegué”.
-¿Por qué le interesó la propuesta audiovisual?
-Hay dos casos muy mediáticos en nuestro país: las muertes de Luis Donaldo Colosio y Paco Stanley. Y me interesaba mucho sumergirme en el mundo de la televisión abierta en los años noventa como mujer. Ese programa de Stanley lo veíamos en la cocina de nuestras casas tranquilamente. Y era una sexualización completamente a lo femenino. La serie la filmamos en el 2023 y piensas que hoy sería imposible que algo así se transmitiera en la televisión abierta. Y en ese momento estábamos completamente acostumbrados a ello. Entonces es interesante meterte en el contexto social y económico de esa época. Yo era muy chiquita.
-¿Qué pensó cuándo se enteró que iba a protagonizar a Brenda Bezares?
-Sentí una responsabilidad representar a alguien que está vivo. Es fuerte. Y creo que hay que confiar en el equipo de escritores de investigación y de gente con la que estás trabajando para hacer algo así. Éste es un proyecto serio, con mucha gente en la que confío detrás, y partiendo de ahí empiezas a efectuar tu propia investigación. ¡Existe muchísimo material para sumergirte y trabajarlo! Además, hay que entrar en una convención de que estamos haciendo una ficción. Uno se prepara y luego llegas al set y lo sueltas. Vas a contar tu versión de esa interpretación.
-Es una serie de ficción basada en hechos reales. ¿Eso le cambió la perspectiva que tenía del caso e incluso la perspectiva que tenía de Brenda Bezares?
-Si, sin duda, cuando realizas la investigación ves las cosas con otro ojo y cómo actor es muy importante partir de no juzgar. No puedes entrar a interpretar a alguien desde el juicio. Lo que me encanta de este proyecto es que al final no hay verdades absolutas porque nadie las posee. La verdad la va a tener el público. O sea, la última palabra no la tenemos nosotros en la serie.
“Pero es importante exponer lo jodido, perdón por la palabra, del sistema judicial, del sistema jurídico. ¿Quién nos cuida al final? Si no se hacen los procedimientos correctos, ¡imagínate lo que puede pasar con tu vida y lo que nos puede pasar a cualquiera si caes en las manos equivocadas!... Creo que la serie va mucho más allá del morbo por el que seguramente mucha gente la verá”.
-¿Será vista también por el morbo?, ¿eso le gusta?
-No, pero estamos acostumbrados. A mí no me ha encantado estar en el ojo del huracán, pero creo que es un suceso que se presta para eso. Nosotros al final somos actores representando una serie de ficción. Intento no darle mucha energía a eso y estoy muy contenta y muy satisfecha con el resultado. Ya la vi completa y la verdad es que estoy tranquila después de haberla visto.
-Usted se refiere a que en esa época la televisión era un mundo
controlado por lo masculino…
-Sí. Incuso en ese tiempo se permitía que se expusieran los niños, cosa que a mí me parece terrible y desagradable, por suerte hoy en día ya está un poquito más protegido ese asunto. Nos echamos un clavado en la complejidad del ser humano, para bien y para mal. No es tomar posturas, y eso fue lo que yo intenté hacer, y habrá a quien le guste o no. Eso lo tenemos clarísimo. El trabajo ahí está y a a ver qué sucede.
Diego Boneta
A Diego Boneta lo impulsó de entrada todo el equipo de ¿Quién lo mató? para hacer a Gil:
“Tanto el director como el productor son con los que efectué la serie de Luis Miguel. Literalmente somos familia. Hay una confianza enorme y un gran cariño, y a la hora de leer los capítulos me encantó que el personaje de Jorge es la antitesis de Luis Miguel. Es otra cosa. Es otra energía. Es una serie muy atrevida. Y narrativamente hablando me encantó el formato de cada capítulo. Además esa manera de contar la historia me encantó”.
-¿Qué tan difícil fue darle forma a Jorge Gil?
-Hay poco material de Jorge a comparación de Paco y Mario. Estudié mucho la poca información que hay: su voz, su físico, cómo se movía en el programa, cómo caminaba. El rol de Jorge es muy específico, siendo él quien desencadena la trama en la serie.
“A mí me atrae mucho el arco de cualquier personaje, dónde empieza y en dónde acaba. Y el arco de Jorge es muy drástico. Empieza en un punto y acaba en un punto mucho más oscuro con una paranoia por el trauma de lo que vivió. La paranoia es a un nivel muy alto y actoralmente eso fue algo sumamente divertido. A final de cuentas no deja de ser un personaje y una ficción”.
Define a la serie como una comedia negra:
“Era muy niño, de nueve años, cuando asesinaron a Stanley. No entendía culturalmente el fenómeno que era Paco. Y a la hora de leer los capítulos y realizar mi investigación, fue increíble ver lo querido que era, culturalmente la leyenda que era y lo fuerte del caso, el cual no ha sido resuelto. Y de ahí soltar nuestra versión. El formato narrativo de cómo se está contando es algo que no he visto en español. El cómo se cuenta la historia es algo nuevo”.
No le inquietó que la trama se basara en hechos reales:
“Me gustan las historias que son inspiradas en hechos reales porque creo que la realidad supera la ficción. Entonces no, para mí siempre fue muy claro con base a lo que nos decían Hinojosa y Pablo. Ya el público decidirá cómo le va a ir a la serie”.
Javier Ramírez “El Cha”
Benito Castro recayó en el músico Javier Ramírez El Cha:
“Acepté el reto porque también tuve la oportunidad de convivir con Castro. Conocía su trayectoria. Me pareció muy interesante la manera en que está contado todo este suceso. Me quedé en el casting y pudimos hacer ese capítulo centrado desde el punto de vista de Benito de lo qué pasó ese día, el 7 de junio de 1999. Hinojosa pensó en mi por la cuestión de que también soy músico y por la personalidad que tengo. Paco y Benito eran muy amigos y además había un respeto mutuo de Paco a Benito. Vivimos una época maravillosa que te metes a YouTube y ves entrevistas de Benito de todas las épocas. Además estuve muy bien cobijado por mis compañeros, en particular de Duarte y Méndez, con quienes más escenas me tocó hacer”.
Confiesa que le gusta mucho el formato de ¿Quién lo mató?:
“Me pareció muy acertado. En el capítulo que me tocó podemos desmenuzar y adentrarse más en esta ficción de quién era Paco, por qué todos queríamos a Paco. Su asesinato fue muy fuerte. Todo eso está en actas y bien documentado. A fin de cuentas las series y las películas es contar historias, y esta es una historia que a mucha gente le interesa. Benito no se guardaba nada. Decía la neta, y creo que también eso es bien padre. Comentaba que no tenía nada que esconder y eso se lo admiro mucho”.
Jorge Aranda
El brazo derecho de Samuel Del Villar (Zárate) es el agente Humberto, interpretado por el actor Jorge Aranda, quien habla así del caso Stanley:
“Es algo que nos marcó como sociedad mexicana. Es el primer caso donde se englobaron las distintas esferas de poder de este país, los medios de comunicación, la policía y el crimen organizado, que en algun momento también se mencionaba. Es bueno que las nuevas generaciones conozcan este cuarto poder de la televisión que se vivió, de cómo funcionaba, y justamente era una bacanal donde se juntaba la política, el espectáculo y demás situaciones. Me parece interesante porque finalmente el país que somos hoy es producto de eso”.
Concreta:
“Mi personaje es en realidad la parte buena, pero a la vez la parte mala, porque finalmente sabemos en qué país vivimos y cómo es la procuración de justicia. En esta nación al hacerse justicia sabemos que se cometen todo tipo de atrocidades y de cosas raras para resolver entre comillas”.
Y termina:
“La serie me parece un reflejo de nuestra sociedad, que ha cambiado, aunque también en algunas cosas siguen muy arraigadas ciertas conductas”.