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Kung Fu Panda 4: lealtades a prueba

La nueva aventura del improbable Guerrero Dragón que acepta, una vez más, la misión de salvar al Universo entrega una comedia muy divertida con el oso eternamente torpe, pero irresistible.
jueves, 7 de marzo de 2024 · 11:40

MONTERREY, N. L. (apro).- Hay que reconocer que, a falta de ideas, Kung Fu Panda avanzó con la exitosa franquicia animada, con una solución poco inspirada: reunió a todos los villanos en una nueva y poderosa oponente, la Camaleona que, como lo dice su nombre, puede transformarse en lo que desee. Y su objetivo es vencer a Po, el oso bicolor, que resguarda la seguridad de la región.

¿Será suficiente la destreza del despistado panda, para enfrentar a esta antagonista de habilidades formidables? Por supuesto. Con honestidad y arrojo, no hay obstáculo que no pueda ser superado por este mamífero con sobrepeso, pero de enorme corazón.

Aunque la idea no es fresca en lo absoluto, sirve para entregar una comedia muy divertida con el oso eternamente torpe, pero irresistible.

Kung Fu Panda 4 (Kung Fu Panda 4, 2024) es la nueva aventura del improbable Guerrero Dragón que acepta, una vez más, la misión de salvar al Universo. Simultáneamente, debe encontrar a un sucesor, al que le pueda legar la responsabilidad como aprendiz, mientras él asume una nueva responsabilidad, más elevada, como líder espiritual del Valle de la Paz.

La serie siempre ha funcionado porque el personaje es genial. El oso es cómico, noble y como un niño descontrolado y entusiasta, que siempre terminar por alzarse victorioso, porque la energía positiva lo salva de todos los peligros.

La producción de DreamWorks, que continúa de la mano de la voz de Jack Black, es una celebración a las artes marciales, en su esencia de entretenimiento más pura. Los combates son, permanentemente en las disciplinas orientales que Po domina a la perfección.

En esta ocasión hace equipo con Zhen (Awkwafina), una zorra ladrona callejera que primero le jura amistad, aunque luego lo traiciona, mientras tiene sentimientos encontrados entre las lealtades. La pequeña pícara, sin embargo, podría ser la sucesora, aunque, con actitudes contrarias de la filosofía del bien, generan en el Panda una frustración idéntica la que hizo sufrir a su mentor, el maestro Shifu.

Como ocurre de manera permanente, Po emprende otro viaje espiritual que, entre bromas, consigue completar. Para esta aventura, la malvada lagartija cameleónica abre portales prohibidos y trae del más allá los espíritus de los antiguos villanos portentosos a los que el oso enfrentó en el pasado: Tai Lung, Lord Shen y Kai. A todos les roba los espíritus y sus técnicas para aplicarlas contra el héroe. Bien delineado el personaje de la villana, es otra resentida social que busca venganza mediante la exhibición de su poder avieso.

El espectáculo visual es impresionante. La animación es preciosa y espectacular con escenarios magníficamente descritos, pero con coloraciones más refinadas. Los combates también son rutinas elaboradísimas, con desplazamientos y contorsiones de Bruce Lee y Jackie Chan.

Como apunte de actualidad, se presentan los dos papás del Panda, el adoptivo y el biológico que, sin ser pareja, mantienen una relación armónica y cómica, mientras discuten lo que es mejor para el hijo.

Kung Fu Panda 4 es una gran cinta familiar que confirma a Po como uno de los grandes personajes de la animación en el nuevo milenio.

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