CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Con un trabajo curatorial dirigido por uno de los grandes críticos italianos de hoy en día, Aquille Bonito Oliva, “La gran visión italiana. Colección Farnesina”, que se muestra en el Museo de Arte Moderno (MAM), da cuenta del permanente espíritu vanguardista de ese país.

Cuando se mencionan a Italia, Francia, España, Grecia, se da por sentada el rico legado artístico, ya sea con grandes galerías o museos o creadores de primer nivel (Da Vinci, Rafael, Caravaggio, Tiziano, Tintoretto, Botticelli, Bellini... la lista es larga). Pero el tiempo y las técnicas avanzan, así como las nuevas generaciones en el arte y las nuevas miradas, y de eso está seguro Bonito Oliva al dar cuenta a Proceso de las grandes obras de la Colección Farnesina.

De ahí el título de “la gran visión italiana”.

¿De dónde viene y qué contempla esta enorme colección, que guarda más de 700 obras entre pintura, escultura, fotografía y video del siglo XX y lo que va del XXI? La selección de 71 piezas, hecha también por Aquille Bonito, llegó este 1 de marzo al MAM tras haberse visto en ciudades como Singapur, Tokio, Nueva Delhi, Seúl y Nueva York.

La Collezione Farnesina —pues se ubica en el Palacio de la Farnesina, sede del Ministero degli Affari Esteri e della Cooperazione Internazionale, es decir el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia— nació a finales de la década de los noventa, a partir de una idea del entonces secretario general Umberto Vattani, hoy embajador.

Vattani ha explicado en diversos momentos que la colección nació de una manera casual, a partir de la mudanza del Ministerio de Asuntos Exteriores de Roma a un edificio que describió como “frío”; de ahí que desde 1986 empezó a solicitar obras a artistas, mismas que han sobrepasado ya las 700.

La llegada a México responde a los 150 años de las relaciones diplomáticas entre nuestro país e Italia, y el año pasado la delegación italiana invitada de honor a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara adelantó en conferencia de prensa su posibilidad.

La obra es creación de los siguientes artistas:

Carla Accardi, Afro, Getulio Alviani, Matteo Basilé, Vanessa Beecroft, Elena Bellantoni, Domenico Bianchi, Umberto Boccioni, Alighiero Boetti, Agostino Bonalumi, Danilo Bucchi, Alberto Burri, Loris Cecchini, Mario Ceroli, Sandro Chia, Sarah Ciracì, Francesco Clemente, Pietro Consagra, Enzo Cucchi, Sabrina D’Alessandro, Gino De Dominicis, Nicola De Maria, Fortunato Depero, Gianni Dessì, Irene Dionisio, Tano Festa, Giuseppe Gallo, Alberto Garutti, Mimmo Jodice, Jannis Kounellis, Felice Levini, Sergio Lombardo, Piero Manzoni.

Marino Marini, Arturo Martini, Fabio Mauri, Mario Merz, Marisa Merz, Mirko, Maurizio Mochetti, Liliana Moro, Nunzio, Luigi Ontani, Mimmo Paladino, Giulio Paolini, Pino Pascali, Luca Maria Patella, Achille Perilli, Benedetto Pietromarchi, Alfredo Pirri, Vettor Pisani, Michelangelo Pistoletto, Piero Pizzi Cannella, Fabrizio Plessi, Arnaldo Pomodoro, Daniele Puppi, Mimmo Rotella, Pietro Ruffo, Alberto Savinio, Mario Schifano, Marco Tirelli, Grazia Toderi y Grazia Varisco.

En la inauguración estuvieron presentes Bonito Oliva y Vattani. Y fue el viceministro de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional de Italia, Georgio Silli, quien externó que con la exposición iniciaron las celebraciones por el 150 aniversario:

“‘La gran visión italiana. Colección Farnesina’ llega tras un largo viaje (...) a través de los continentes, que han visto al arte contemporáneo italiano enfrentarse a diferentes contextos y públicos, encontrando diferentes estéticas y sensibilidades”.

Afirmó que Italia “mira cada vez más a México como un socio de suma importancia destinado a desempeñar un papel creciente y crucial en el complejo escenario geopolítico, con el que forja vínculos cada vez más sólidos”.

Además de profundizar en el arte como una vía para ampliar las relaciones entre países, fortalecer la amistad y el común interés, pues México “es un país en el cual las artes visuales, la literatura, el teatro, la danza y el cine tienen un papel protagónico (...) y es un referente cultural a nivel mundial”.

Agregó:

“La colección que vamos a ver, por ser una vibrante representación del panorama artístico del siglo XX hasta hoy en día, se ha convertido en la embajadora más atractiva del arte italiano en el mundo”.

“No es muestra patriótica”

En entrevista por teléfono con Bonito Oliva (vía una traductora) y Ana Presas, arquitecta y diseñadora de la exposición para la Colección Farnesina en el MAM, el curador nacido en la ciudad de Caggiano en 1939 —uno de los críticos de arte con estudios artísticos, filosóficos e históricos más conocedores respecto a los siglos XX y XXI en su país—, explicó:

“Esta exposición da muestra de la riqueza italiana del arte, que no tiene nada de dogmático, y que tiene necesidad de modelos que sean libres, y no es una muestra ni patriótica ni cerrada en un único lenguaje, está basada en un eclecticismo y nomadismo cultural y artístico”.

Y puso especial énfasis en el “mensaje” que se aprecia en la exhibición:

“Habla de la capacidad del arte de ser nómada, de no cerrarse a nada y sobre todo que no es territorial, especialmente en este momento tan crítico donde los pueblos deben dialogar para unirse, nunca para separarse”.

Sobre las obras destacadas de la colección, Ana Presas dijo:

“Tenemos muchas piezas importantes, una de las más representativas es la obra de Umberto Boccioni, maestro del futurismo italiano, que representa el movimiento en el arte plástico; hay muchas obras del arte italiano de 1900 hasta lo más contemporáneo, atravesando todo, el desarrollo, el arte abstracto como el de Carla Accardi.

“La idea es que todo sea una experiencia para el visitante, es una colección fluida, con visión amplia y sin temática especial”.

¿En qué obras hay que poner especial atención?, se le pregunta.

Presas: “Depende de la sensibilidad del visitante. La idea de Bonito Oliva está centrada en la libertad, sin la necesidad de tener una visión tan académica para admirarla. Son tantos los nombres de artistas y los formatos de obras, y las obras en sí mismas, que hay que poner especial atención a cada una, porque cada una tiene su nivel de importancia. Creo que el público puede encontrarse en la obra libremente, no hay una tendencia a algo específico”.