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Tamara Trottner y su nueva novela "Pronunciaré sus nombres"

Ese volumen es la precuela de su anterior novela, “Nadie nos vio partir” (2020), la cual le compró Netflix para una serie que se estrenará a principios del 2025.
martes, 31 de diciembre de 2024 · 10:28

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-La migración forzada, el antisemitismo, el holocausto, la persecución judía en la primera mitad del siglo XX, la identidad, la resiliencia, el amor, la importancia de preservar la memoria colectiva y la muerte son algunos de los tópicos del reciente libro de Tamara Trottner, titulado “Pronunciaré sus nombres”.

Ese volumen es la precuela de su anterior novela, “Nadie nos vio partir” (2020), la cual le compró Netflix para una serie que se estrenará a principios del 2025.

En “Pronunciaré sus nombres”, Trottner (Ciudad de México) narra la mirada y el dolor de sus abuelos maternos perseguidos por los nazis y rusos antes de llegar México. Huyeron de Ucrania y Rusia. En entrevista, resalta que empezó a escribir la novela “casi cuando se desató la guerra en Ucrania”.

La historia sigue a Moishe y su esposa, dos jóvenes que escaparon de la Rusia zarista durante una época de convulsión política y persecución. A través de su viaje, se aprecia la caída de los Románov, la violencia de la revolución, y la valentía de quienes dejaron todo atrás para construir una nueva vida. Con una prosa íntima y evocadora, Trottner entreteje memorias familiares con acontecimientos históricos.

Trottner narra cómo nació “Pronunciaré sus nombres”:

“Todo inicia al fallecer mi abuelo en 1985. Me he dado cuenta que generalmente cuando una persona muere, la familia se reúne y empiezan a hallarse fotos de la persona, y yo me encontré una foto ese día de un hombre joven, muy guapo, parado frente a un barco, y le pregunté a mi abuela: ‘¿Quién es ?’, y me dijo: ‘Es tu abuelo cuando iba a zarpar para América’. Me quedé con esa idea, y a partir de entonces me dediqué mucho a entrevistarlos,

desde antes, de cuando era muy chavita, les preguntaba de su vida y los grababa en casetes para mantener viva su historia , y ahí se quedó todo.

“Hacia el 2020 publiqué ‘Nadie nos vio partir” y ese volumen empieza con la historia de mis abuelos. Y de repente comencé a recibir muchísimos comentarios de lectores que me decían que querían saber más de mis abuelos, incluso, que estába muy interesante la historia, y que les contará más. Entonces dije: ‘Bueno, voy a hacer una prueba a ver qué pasa’ y empecé a escribir ‘Pronunciaré sus nombres’, y pues esa es la novela”.

-Habla la historia de recuperar la identidad, ¿verdad?

-Por supuesto. Es algo que tenemos que recuperar, guardar y atesorar, y se lo digo mucho a quienes me han entrevistando y en clubs de lectura, en fin. Es que si tienen abuelos y padres vivos, busquen su identidad en ellos, porque si se pierde, el resto de la familia ya no verá de dónde viene, y es que se resuelven muchos pendientes cuando entendemos la historia familiar.

Trottner es licenciada en ciencias de la comunicación, con maestría en apreciación y creación literaria, y efectuó el doctorado en investigación y creación literarias: área novela, ambos en Casa Lamm. Además, es autora del libro de cuentos “Un último pedazo de bruma” (2001) y la novela “Siempre las jacarandas” (2008).

Sobre el título de “Pronunciaré sus nombres”, expresa que es una frase que se halla dentro de la novela:

“Estoy en un taller de literatura con la escritora Beatriz Rivas y cuando lo estábamos tallereando no sabía el título y al llegar a esa frase, ella me señaló: ‘Ese es el título’, y le respondí: ‘¡Claro!’, porque me di cuenta que cuando pronunciamos el nombre de alguien, lo mantenemos vivo. Salvaguardamos vivo al menos su legado, y en el caso de mis abuelos este legado era muy importante porque ellos lucharon por preservar su vida, sabiendo que eso iba a ayudar a las vidas futuras, que fueron sus hijas y luego

nosotros, y ahora mi nieta. Gracias a que ellos lucharon por sobrevivir, sobrevivimos nosotros. Eso es importante porque hay una frase con la que mi novela empieza: ‘Atreverse a sobrevivir es un enorme acto de valentía’, muchas veces es más fácil rendirse y creo que mucha gente se dio por vencida en esos momentos tan turbulentos de principios del siglo XX y mis abuelos no, ellos lucharon. Entonces pronunciar sus nombres mantiene vivo ese legado”.

-Otro tema en la novela es la muerte, ¿no es así?

-Si, de hecho empieza justo el día que muere mi abuelo y luego me voy para atrás en la vida de mi abuelo y termina el día que muere mi abuela. Empieza y termina con dos muertes, pero entre la muerte y la muerte, pues lo que hay es la vida, y esa es la que tenemos que que atesorar.

Una ardua investigación

-¿Es fácil o difícil hablar en una novela sobre sus seres queridos?

-Es muy difícil. Yo empecé haciendo este ejercicio con “Nadie nos vio partir”, mi novela anterior en la cual de plano desnudo a toda mi familia. Una vez que hice eso y digamos que funcionó porque nadie se me enojó demasiado, lo demás fue más fácil. En ‘Pronunciaré sus nombres’ lo más complicado fue investigar toda la parte histórica, porque quería que fuera muy precisa, muy real, que no hubiera errores de fechas, ni de lugares, ni de momentos.

“Esta historia con h mayúscula que es la que encontramos en las enciclopedias, no la deseaba mostrar con frialdad, como nos la cuentan en la preparatoria, sino que tuviera la parte entrañable, porque siento que cuando hablamos de estos millones de seres que murieron, todos los que sobrevivieron y todos los que tuvieron que emigrar, dejarlo todo y volver a empezar, estamos hablando de estadísticas, mas en el momento en que a esa estadística

le ponemos un nombre los volvemos seres humanos, y nos identificamos con ellos. Y eso es lo que quiero: que mi lector se identifique, lo sienta propio”.

-Esta historia de superviviencia de su abuelo, también es una lectura de buscar la felicidad…

-Por supuesto, porque en medio de toda la turbulencia, el dolor, las masacres, las muertes, en fin, siempre hay momentos que podemos atesorar como felices, siempre hay alguien riéndose, siempre hay una fiesta, donde se comparte la comida. Esos instantes de felicidad creo que son lo que permite a la gente sobrevivir y sobre todo a los migrantes que es algo tan actual, porque esta historia sucede a principios del siglo XX, pero hoy toda la migración que estamos viendo es muy fuerte.

“Hoy la guerra en Ucrania sigue. Una parte de mi libro sucede en Kiev, la capital de Ucrania, y esa nación de nuevo sufre y hay muchos desplazados. Creo que cuando entendemos que toda esa historia pasada no se ha quedado atrás y la analizamos, aprendemos de ella, y podemos entender lo que sucede hoy y quizá podemos tener un poquito más de compasión, un poquito más de entendimiento y de escuchar al otro, que es algo que ahora no sucede. Me preocupa y demuestro en esta novela que estamos muy alejados del otro. Si alguien no piensa como nosotros inmediatamente las peleas en Twitter (X), los mensajes de odio, cuando del otro es de quien más podemos aprender”.

-En el libro está plasmada la migración, un problema que está creciendo mucho. Ahora se complicará más con la llegada de Trump a la presidencia…

-Si. Es un tema muy complicado. Tenemos todos nuestros conciudadanos mexicanos que están ahora viviendo del otro lado, y que están con el miedo de ser regresados, pero también están todos los del sur que están llegando y de pronto criticamos como muy fácilmente. Decimos cosas horribles y no estamos entendiendo que cada uno de ellos es un ser humano, por eso traté de pronunciar esos nombres para verlos de forma distinta.

-Otro personaje en la novela es México

-¡Claro!... Mis dos abuelos nunca acabaron de agradecer a México haberlos recibido. Deseaban llegar a Nueva York por distintas razones y los desviaron a cada uno en su propio barco, porque se llenaron las cuotas de Estados Unidos y ya no pudieron entrar ahí, y llegaron a México, nación que no sabían que existía, jamás lo habían visto en un mapa, no hablaban el idioma y llegaron a este México que los recibió con los brazos abiertos, que les dio las oportunidades para poder tener dinero, formar una familia y poder sentirse parte de una comunidad, y eso es algo tan maravilloso. Y México además lo hizo igual con los españoles, los libaneses y a su vez todas estas comunidades enriquecieron mucho a México.

“ Creo que también es importante hoy día tomar en cuenta eso, porque estamos con las diferencias que nos separan, nos polarizan. Si tú no eres de tal partido político, entonces ya eres mi enemigo, sin entender que las diferencias son las que nos enriquecen”.

-¿Cómo se siente con este libro que ya está a la venta?

-La verdad estoy muy emocionada, muy ilusionada de que este libro ya esté viendo la luz. Tenía muchas ganas de que saliera porque “Nadie nos vio partir” lo compró Netflix. Ya terminaron la filmación. Está quedando increíble. Asi que tenía muchas ganas de que “Pronunciaré sus nombres” saliera antes que la serie para que también enriqueciera un poquito cuando salga la serie, que sepan de qué estamos hablando con estas familias involucradas. Estoy muy agradecida con Alfaguara que es mi editorial y con mucha ilusión de ver hasta dónde llega ahora esta novela.

-¿Participó como guionista en la serie?

-Estuve como asesora un poco cuando iban creando los guiones, yo les decía por acá o por allá. Los productores fueron súper, súper gentiles conmigo. Estuve mucho en las filmaciones, de hecho la última semana de

filmación fue París y fueron de los días más emocionantes que he vivido. Entonces creo que va a quedar algo muy bien.

Y Trottner enfatiza que Netflix va a respetar el título del libro, “Nadie nos vio partir”, para la serie:

“Si. Que puedo decir, que todo el cariño del mundo a esa esa novela y ahora a esta que es un poquito la precuela porque ‘Nadie nos vio partir’ empieza con la historia de estos abuelos y ‘Pronunciaré sus nombres’ se mete más profundo, entonces es un poco la precuela”.

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