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El MUAC retira obras de la artista Ana Gallardo tras controversia y pide disculpas
La pieza “Extracto para un fracasado proyecto, 2011-2024” causó indignación de integrantes de Casa Xochiquetzal, que da hogar en la vejez a mujeres que se dedicaron al trabajo sexual. Cuestionaron el lenguaje usado por la artista y que usara el caso de una mujer enferma en beneficio propio.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dos obras de la artista Ana Gallardo fueron retiradas de su exposición retrospectiva en el MUAC, después de que activistas y artistas se pronunciaron en contra de las piezas que presuntamente “difamaban” a Casa Xochiquetzal y revictimizaban a las mujeres que viven en ese albergue.
Desde la semana pasada, usuarias de redes sociales denunciaron las obras de Gallardo. Los reclamos culminaron en una protesta en las instalaciones del museo, en la que escribieron mensajes como “La violencia no es arte” y “Nada sobre nosotres sin nosotres”, entre otros, en la fachada del edificio.
Esta tarde activistas y trabajadorxs sexuales protestaron afuera del MUAC, donde se expone “Extracto para un fracasado proyecto 2011-2024” de Ana Gallardo, un texto tallado en el muro del museo, donde “relata” su “frustrada” experiencia en Casa Xochiquetzal.
— Sueña Dignidad (@SuenaDignidad) October 13, 2024
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Tras una sesión extraordinaria del Comité Curatorial y de Programación, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo anunció, el 15 de octubre, que retirarían las piezas, “Extracto para un fracasado proyecto, 2011-2024” y “Sin título, 2011”, tras hacer una evaluación de los debates generados por estas obras.
“Las críticas hicieron visible que las piezas referidas, realizadas hace más de una década y expuestas en varios contextos, sean hoy cuestionables en vista de la discusión acerca de los límites de la práctica artística y las implicaciones del lenguaje del presente, en particular en relación con las luchas por los derechos de las poblaciones socialmente vulnerables y de las trabajadoras sexuales”, declaró el MUAC.
Las obras formaban parte de la exposición “Tembló acá un delirio”, en colaboración con el Museo Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de Madrid y curada por Alfredo Aracil y Violeta Janeiro en colaboración con Alejandra Labastida.
De acuerdo con el texto curatorial, la muestra es “una bitácora de los rodeos de Ana Gallardo por el Sur global y sus geografías de violencia necropolítica y extractivista”, la cual pretende poner “en el centro la herida abierta de la violencia contra las mujeres”.
La pieza “Extracto para un fracasado proyecto, 2011-2024” es un mural en el que la argentina relató, desde su perspectiva, la experiencia negativa que tuvo en Casa Xochiquetzal, un proyecto dedicado a dar hogar en la vejez a mujeres que alguna vez se dedicaron al trabajo sexual y vivían en condición de calle. “Representa un cobijo, comida, actividades y la posibilidad de vivir tranquilas”, explica el albergue.
La pieza está acompañada de algunos videos que muestran a Estela en su agonía. Las protestas apuntan al método de Gallardo y señalan que la artista grabó a una trabajadora sexual enferma, sin su permiso y que usó esas imágenes en su arte para provecho propio.
Talleristas, voluntarias y colaboradoras de Casa Xochiquetzal, denunciaron los dichos de Gallardo en el mural. Asimismo, protestaron por el lenguaje utilizado por la artista para referirse a las mujeres que habitan en el albergue. El proyecto también denunció el trabajo de la argentina como una narrativa “falsa” que no es compatible con la realidad del trabajo realizado en ese hogar.
En un comunicado, el MUAC argumentó:
“El equipo curatorial estima que, al dar espacio a estas obras, no se consideró que sus características resultaban ofensivas a quienes arropa la Casa Xochiquetzal, a la comunidad de activistas en torno a los movimientos de quienes se dedican al trabajo sexual y, en general, a un amplio sector del público preocupado por el peligro de extractivismo en las prácticas culturales contemporáneas. El hecho de que las obras hayan provocado ofensa es contrario al propósito del proyecto curatorial, a las intenciones de la artista y de la institución. Se debió evaluar si las obras eran susceptibles de ser expuestas bajo las condiciones de una realidad cultural siempre cambiante”.