CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La agrupación de rock pop Maná emprendió el cierre de su gira “México Lindo y Querido Tour” en el Auditorio Nacional, la primera de tres en este recinto en localidades agotadas que incluye fechas este 11 y 13 de octubre. Proseguirán con una serie de shows en la República, concluyendo el próximo 6 de diciembre en el Palacio de los Deportes de la CDMX.

Fue una emotiva velada la de este jueves en un recorrido de éxitos en el Coloso de Reforma, incluyendo un llamado a cuidar la naturaleza, honrar a las mamás y declarar su infinito amor a México, con la presencia del vocalista Fher Olvera, el bajista Juan Calleros, el baterista “Álex” González y el guitarrista Sergio Vallín.

Maná emprendió este jueves el cierre de su emotiva gira “México Lindo y Querido Tour” en el @AuditorioMx, siendo la primera de tres presentaciones en este recinto en localidades agotadas que incluye este 11 y 13 de octubre. #Maná @manaoficial ?????? pic.twitter.com/K2ijXZXyL5

— Proceso Cultura (@ProcesoCultura) October 11, 2024

Desde los primeros pasos de la banda fundada hacia 1986 en Guadalajara, Jalisco, los 9 mil 600 fans que colmaron el inmueble se entregaron en cánticos e incesante conexión con Maná, dando arranque en “Manda una señal” y “De pies a cabeza”.   

El buen Fher saludó a su gente:

“¡Muy buenas noches Ciudad de México! ¡Qué gusto estar nuevamente en el corazón de nuestro país México! ¡Estamos tan orgullosos de llevar el corazón mexicano a todos lados, estamos muy orgullosos de ser mexicanos! ¡Esto es una fiesta por nuestro país México!”.  

La producción relució por una pantalla gigantesca, donde se dibujó conceptualmente cada rola al estilo de Maná, resplandeciendo cálidas luminarias navegando a los ritmos de “Corazón espinado” y “Labios compartidos”.

Con buen ánimo, el líder expresó que se sentía un poco “lastimado” de las cuerdas vocales por los viajes de su gira y cambios de temperatura (incluso declaró que lo inyectaron), luego de visitar Latinoamérica, además de España y tocar por primera vez en Londres:

“¡Ya estoy mejor, así es esto del rocanrol!”.

Dedicó al cuidado de la naturaleza en el mundo “¿Dónde jugarán los niños?”, lanzando consigna especial:

“Este consumismo, donde vivimos, este capitalismo, este sistema, que si nos ha dado muchos beneficios también ha maltratado profundamente nuestra madre tierra, la selva, los ríos y los mares. Tampoco es que los gobiernos de Latinoamérica hayan hecho mucho por el medioambiente lo aquí antes narrado, desde Argentina hasta México. Hay que trabajar, hay que actuar localmente y hay que pensar global”.  

Se avanzó en “Bendita tu luz” y “Vivir sin aire”. Se edificaron un par de fosas con público de pie al filo escenario, donde el artista de 64 años se acercó constantemente, inclusive bromeó solicitando encender las luces para mirar el camino, luego que se cayó de la plataforma en un concierto en República Dominica.

La celebración consideró en el set “Mariposa traicionera”, “Se me olvidó otra vez”, “Oye mi amor” y “Get Up, Stand Up”, canción escrita por Bob Marley (1945-1981) y Peter Tosh (1944-1987).

Tremendo solo de batería regaló “Álex”, para rasgar en sesión a guitarra acústica “Te solté la rienda” y “Te lloré un río”. Fher Olvera ofrendó “El reloj cucú” a su mamá, a su vez honrando las que han sido madres solteras y también para quienes la han perdido “entiendo a las mujeres, a las mamás, a las madres solteras, siempre dan lo más profundo del corazón. Se la quiero dedicar a todas sus madres que todavía están aquí en nuestra tierra o están en las estrellas”.

Navegó “Eres mi religión”, “Huele a tristeza”, “Me vale” y “En el muelle de San Blas”, en aderezo sonoro acompañados por un ensamble de músicos de estilizado rock pop. Hacia el ocaso resonó “Clavado en un bar” observándose al cantor cobijado en la bandera de México pada dirigir ficticio adiós.

El retorno fue veloz con la clásica “Rayando el sol”. Papelillos multicolores y gigantescos globos blancos flotaban en las multitudes. Fher Olvera, Juan Calleros, “Álex” González y Sergio Vallín, se unieron junto a sus músicos rindiendo gratitudes, visiblemente satisfechos por la exitosa presentación. El clamor generalizado hizo temblar al insigne inmueble agasajando a Maná.