Cine
Sala de Cine Zapata, desde un encuadre público
Impulsada por Cultura Metro, es una oportunidad de acercamiento entre el séptimo arte y la estructura viva de la Ciudad de México, que a diario se mueve por los trenes del “gigante naranja”.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–En el trasbordo de la Línea 3 y la Línea 12, de la estación Zapata, del Sistema de Transporte colectivo (STC) Metro, hay una piedra filosofal, una promesa que hace promoción al pensamiento crítico: Una sala de cine, de acceso gratuito.
La sala Cine Zapata, impulsada por Cultura Metro, es una oportunidad de acercamiento entre el séptimo arte y la estructura viva de la Ciudad de México, que a diario se mueve por los trenes del “gigante naranja”.
Para dar perspectiva, de acuerdo con la Afluencia de Estación por Línea, del Metro capitalino, en julio de 2022, la Línea 3 prestó servicio a 44 millones 317 mil 389 usuarios.
La iniciativa trasciende también desde lo fundamental: ¿Cuál es la importancia del cine?
A esa pregunta, el buscador de Google, arroja 43 millones, 200 mil resultados. De manera superficial, tan solo en la meta descripción de los enlaces sugeridos, se habla del cine como transmisor de la cultura universal en tiempos actuales, como una posibilidad mental y emocional, un constructor de realidades y pensamientos, una fuente de información.
Las respuestas encajan el proyecto cinematográfico de “esparcimiento”, con el slogan adoptado por la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Fausto Guerrero: “No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera”.
La llegada es por sí sola, una experiencia
El transbordo que hay entre la Línea “Verde” y la Línea “Dorada”, se distingue por coquetear con sus navegantes, a través de un despliegue cultural obvio y abrazador.
La sorpresa del funcionamiento de las escaleras eléctricas, es apenas la antesala de un generoso recibimiento a la estación: es Emiliano Zapata. Son muchos de ellos, murales de diferentes artistas, distintas versiones del héroe campesino. Todas grandes, todas importantes.
Para seguir el transborde a la Línea Verde, es necesario seguir un pasillo fantástico que ofrece, a cada milímetro, un recordatorio a la gráfica de la caricatura mexicana. Murmuran las voces de Rogelio Naranjo, Abel Quezada, Gabriel Vargas, Helio Flores. ¡José Guadalupe Posada! La Catrina, una portada de El Hijo del Ahuizote, entre muchos otros.
También, está la librería “Rius”, en honor a Eduardo del Río, especializada desde luego en caricatura, cómic y novela gráfica nacional.
Frente a ella, escondido tras una barrera vial, el secreto es evidente: Cine Zapata. Una sala de cine con 33 butacas y dos proyectores, dispuestos en un espacio pequeño, agachado por el negro de sus paredes y su techo.
El séptimo arte viaja en metro
Este espacio fue inaugurado en 2017, durante la administración como jefe de Gobierno de Miguel Ángel Mancera, forma parte de los programas “Cine en la ciudad” y “Estación PROCINECDMX” del Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano.
De acuerdo con el Metro capitalino, la exhibición cinematográfica que proyecta pretende promover el cine nacional e internacional, de manera gratuita.
Proceso asistió el jueves 27 de julio a una proyección de “Trigal”, un film escrito y dirigido por la cineasta argentina Anabel Caso, estrenado el 20 de abril de 2020.
La cita fue a las 16:00 horas, diez minutos antes, las personas comenzaron la fila a un costado de la barrera vial, emancipados por la paciencia, de la marea humana que se mueve de prisa entre un vagón y otro.
Hubo 16 cinéfilos esperando el comienzo del largometraje, entre los primeros en llegar estuvo Isidro, de 73 años, iba desaliñado, cargando una desgastada bolsa verde limón, de esas muy conocidas por ser con las que despacha una de las grandes cadenas de supermercados.
Isidro platicó con Proceso, habló de las épocas veraniegas en sus años de juventud, cuando llevaba a sus hermanos menores a ver películas de Cantinflas y pagaba tres pesos el boleto, confiesa, se agenciaba el cambio del presupuesto cedido por sus padres.
Esta no es la primera vez que viene a ver una función en Cine Zapata, ha asistido también al matiné en el que proyectan películas infantiles. Viene de Coyoacán a disfrutar y aprender: “Muchos los agarran de cotorreo, pero lleva mensaje”.
El mensaje, es nutritivo. Platón, el gran pensador filosófico, argumentó que la cultura ética y el conocimiento intelectual eran alimento para el espíritu, mediante el cual, era posible alcanzar la felicidad.
La Ley General de Cultura y Derechos Culturales, establece en el Artículo 2, inciso III, promover y respetar la continuidad y el conocimiento de la cultura del país en todas sus manifestaciones y expresiones.
Flor, de 52 años, busca fluir en la continuidad del conocimiento cultural, vino de Mixcoac, también llegó con tiempo a la película. Ella tiene disartria, un trastorno en la ejecución motora del habla. Colérica, denunció a Proceso que, debieron dejarla pasar antes, junto a un adulto mayor que llevaba bastón. Ella también es una persona con discapacidad.
Tampoco es su primera vez, ya fue a ver “Finlandia”, escrita y dirigida por Horacio Alcalá, un film que habla sobre el reconocimiento de género de las Muxes (palabra zapoteca que define al “tercer género” del Istmo de Tehuantepec, referente a personas nacidas de sexo masculino que se desenvuelven como el género femenino).
Flor describió el largometraje, con una mueca en la cara, como “una película de gais”. Lo vio completo.
“No puedes meter comida, eso te dicen, pero si eres discreto y la escondes bien, no hay problema”, aconseja Flor.
El personal de mantenimiento defiende la prohibición de alimentos como una cuestión de higiene, muchas personas abandonan su basura y ensucian las instalaciones.
Sin embargo, para quienes están dispuestos a responsabilizarse de sus desechos, a unos quince metros de la sala cinematográfica, hacia la Línea 3, está el pequeño local comercial de Guadalupe. Ahí se ofertan, por diez pesos cada uno, platanitos tostados, barras de amaranto, bombones cubiertos de chocolate, entre muchas cosas.
El film al que asistió Proceso, “Trigal”, también fue proyectado en la Sala 5 de la Cineteca Nacional, del 9 al 13 de junio, con un costo de 60 pesos por entrada general y 40 pesos con credencial vigente de estudiante, maestro o del INAPAM, martes y miércoles de cine.
Se levanta el telón
La película comenzó al punto de las 16:00 horas, los asientos se llenaron rápidamente, gente de todo tipo, jóvenes, adultos mayores, mujeres, hombres, todos a la expectativa.
La barrera vial se deshizo y no volvió a levantarse hasta que finalizó la función, eso ofrendó un contraste surrealista, una especie de pantalla alternativa o ventana que enmarcó el paso de los usuarios concentrados en su trayecto.
Bajaron las luces -no lo suficiente-, el espacio se agachó un poco más, la conversación se convirtió en susurro, por fin, inició la proyección.
Los espectadores veían la pantalla, sin darse cuenta de que ellos mismos eran espectáculo para quienes curiosos, se detenían a investigar qué hacían 33 personas sentadas en el Metro capitalino, viendo ¿Qué? ¿Un comercial? ¿Un cortometraje? ¡Una película!
Popularmente se dice que al lugar donde fueres, haz lo que vieres, y en el Metro rige la “ley del abusado”. Como ya es tradición, quien agarra lugar viaja sentado, quien no, se fregó, va parado.
Sin excepción, la regla aplica en Cine Zapata, muchos vieron fragmentos de la película parados, los guerreros, aguantaron hasta el final.
Igualito que en los vagones, los asientos que se fueron desocupando eran rápidamente apañados, incluso, en un momento de la función, dos personas mayores buscaron donde acomodarse, era inevitable preguntarse ¿Debería cederle lugar? Se esfumaron antes de que alguien se decidiera.
Durante todo el tiempo se escuchó el llegar de los trenes, pero el audio de la película quedó a deber. También hizo falta la oscuridad cuasi absoluta, pues la luz que se filtró fue suficiente para restarle nitidez a la pantalla.
El cine, desde un encuadre público
Ana Lucía Molina, trabajadora del área de cultura en el Metro, y encargada de la sala, justificó en entrevista para Proceso: “El metro no tiene recursos para hacer estas actividades, no tenemos un solo peso, entonces tenemos muchos aliados”.
Es verdad, las butacas por ejemplo, fueron donadas por una casa de cine comercial. Al principio, platica Molina, “se ponían sillas, entonces la gente llegaba con sus cojines y se sentaba”.
Fue ella quien tuvo la idea de implementar un matiné para niños durante el verano: “Yo dije, están los niños muy aburridos en casa, que vengan al cine, y empezamos a hacer la proyección, es a la una de la tarde, puras películas infantiles”.
Ana Lucia comparte una anécdota, reflejo de tantas realidades innegables: “Hoy, en la mañana, estaban aquí unos niñitos que nunca habían estado en una sala de cine, estaban divertidísimos”.
En el mes de julio, Cine Zapata proyectó “Wall-E”, “El viaje de Chihiro”, “Mi vecino Totoro”, “Grandes Héroes”, “Zootopia”, “Luca” y “El camino hacia el dorado”.
Molina asegura, la concurrencia a las funciones es constante: “Ya tengo alrededor de quince personas adultas mayores, que soy su fan, están aquí formados desde las tres y media, esperando que empiece el cine”.
Agrega: “Los demás son fluctuantes, cuando empezamos el programa de verano, ya estamos teniendo un público más o menos de veinte personas cada martes y jueves a la una”.
Una iniciación: No violencia, política, religión, ni sexo
Sentada en una de las butacas más próximas a la pared blanca que funge como pantalla, Ana Lucía se emociona al hablar sobre su trabajo.
-¿Quién hace la selección de las películas?
-Las hacemos en coordinación con las instituciones que nos las ofrecen, viene PROCINE, las vemos, me mandan una propuesta y vamos viendo. Porque si tenemos un reglamento muy estricto en que no haya violencia, política, religión, ni escenas sexuales explícitas.
-Vimos una película que visibiliza la sexualidad de dos adolescentes…
-Tenemos escenas como estas, por ejemplo, hemos trabajado la que se proyectó hoy a las dos de la tarde, hablaba sobre una mujer trans afro mestiza. Si, mucha gente se saca mucho de onda, procuramos no tenerlas como la del día de hoy, que era un poco más explícita.
“Trigal” es la consistente ópera prima de Anabel Caso, filmada durante 2020, cuenta con un guion preciso y un elenco que domina. Relata en el estelar, el primer asomo a la sexualidad y la madurez emocional de Sofía (Emilia Berjón) y Cristina (Abril Michele), confrontadas hacia un mismo hombre (Alberto Guerra).
Por otro lado, también expone la perpetuidad de la confrontación del sentir, con la historia contrapuesta de las figuras maternas, Susy (Úrsula Pruneda), Carmen (Patricia Ortiz) y Pancho (Gerardo Trejoluna).
El largometraje puede resultar todavía más atrevido desde las butacas del Cine Zapata, tomando en cuenta que el Metro es un espacio donde se implementan los espacios exclusivos para mujeres, estrategia separatista, promovida en gran medida, como una solución a los señalamientos de acoso sexual.
Ana Lucía también tiene respuesta ante esta reflexión: “En general no se queja la gente, pero se va. Por eso evitamos que haya esta clase de escenas, cuando son muy violentas tampoco se queda la gente, muy a diferencia de lo que pensaría cualquier persona, que somos morbosos y nos gusta, no es verdad”.
Es cierto, más de una persona se levantó en medio de la película, y sí, coincidió con las escenas más sugerentes.
Apertura al cine mexicano
En 2020, Arturo Ripstein, en entrevista para La Jornada, predicó: “El Estado tiene la rigurosa obligación de producir cultura, no como una dádiva, es una inversión. El cine es el espejo que se refleja a sí mismo, somos la posibilidad del arte, la posibilidad de la belleza. Un pueblo sin cine es un pueblo sin ojos”.
En México, el impulso artístico es una vena latente, y los cineastas emergentes enfrentan retos de distribución y comercialización.
Ante la posibilidad de que Cine Zapata funcione como un espacio expositivo para el trabajo de creadores independientes, Molina respondió:
Si viene el director y nos demuestra que es de él, nos da los permisos, puede proyectarla, independientemente de PROCINE. Aquí lo que sí nos preocupa mucho, es justo los derechos de autor.
La barrera vial volvió a su papel de fortaleza, la sala se vació y volvió a esconderse en la estructura subterránea.
La cartelera
Durante el mes de agosto, la sala de cine de Metro Zapata, ofrecerá cada martes y jueves, los siguientes títulos:
El martes 8 de agosto, a las 16:00 horas, se proyectará el Programa 1, de la Muestra fílmica 2023, de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC), que incluye los siguientes cortometrajes: “Pasó y voló”, de Eduardo Ramírez; “Se busca”, de Emmanuel García Galindo; “Tras la ventana”, de Alejandro Díaz Núñez; “El perro negro”, de Ximena Rodríguez; “Abismo”, de Pablo Camberos, y “Orfeo”, de Roberto Telles.
El jueves 10 de agosto, a las 16:00 horas, se podrá ver el Programa 2, de la Muestra fílmica, que incluye los siguientes títulos: “Estantes vacíos”, de Xánath Rojas; “Mu”, de Natalia Cabello; “Autocomplacencia”, de Luis Sánchez; “El imaginario de Paula Sartre”, de Fernando Alvarado Salazar, y “África” de Salvador Santana.
El martes 22 de agosto, se proyectará el Programa 3, a las 13:00 horas, con los siguientes títulos: “Naucalpan”, de Cid Porvenir; “Buscando el retorno”, de Julieta Bernal; “Un lugar secreto”, de Guillermo Reyes; “Cuerdas”, de Mariana Mendivil; “Leda en el elevador”, de Natalia Cabello, y “Algo que hacer mientras decidíamos qué hacer”, de Macarena Hernández.
El martes 22 de agosto, a las 16:00 horas, continúa la Muestra fílmica, con el Programa 4, que incluye los siguientes títulos: “El buen ser”, de Gustavo Marín; “No para siempre en la tierra”, de Jorge Carmona; “Se habla de Gabriel”, de Adrianna Maldonado; “Tiempo en blanco”, de Garibay A., y “Being Seen”, de Andrea Hornedo.
El jueves 24 de agosto, a las 16:00 horas, se proyectará el Programa 5, con los siguientes títulos: “Regreso”, de Regina López; “Relámpago, trueno, lluvia, silencio”, de Lisa Méndez; “Ángel”, de Adrián Morales; “Viaje sencillo”, de Víctor Estrada; “Aún no te vayas”, de Manuel Muñoz, y “Juegos”, de Guillermo Bello.
Además, la sala de cine conmemorará el Día Internacional del Cine Méxicano, el cual se celebra el 15 de agosto. Para reconocer el aporte cultural, ideológico y artístico de la cinematografía nacional, se proyectarán las siguientes películas:
- El martes 15 de agosto, a las 16:00 horas, se tendrá la oportunidad de ver “El ángel exterminador”, del maestro Luis Buñuel.
- El jueves 17 de agosto, a las 16:00 horas, se proyectará “Viridiana”, igualmente del director surrealista.
El matiné, siempre a las 13:00 horas, despliega los siguientes títulos para niños, jóvenes y adultos:
- “Soul”, programada para el 8 de agosto.
- “La Tortuga Roja”, el jueves 10 de agosto.
- “La princesa Mononoke”, martes 15 de agosto.
- “Kiki, entregas a domicilio”, jueves 17 agosto.
- “Porco Rosso”, jueves 24 agosto.
- “El viento se levanta”, martes 29 agosto.
- “Haru en el reino de los gatos”, jueves 31 de agosto.