CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Con sólo tres obras originales y una colección fotográfica, se inauguró en el Palacio Real Lazienki de Varsovia, la exposición “Color de la vida: Frida Kahlo”, como parte de un programa conmemorativo por el 95 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y Polonia.

La exposición coincide con el 116 aniversario del nacimiento de la pintora en Coyoacán, que se cumple este 6 de julio, y según información del sitio en internet del recinto museístico polaco, se propone descubrir el mundo único de la que califican como una de las más eminentes e interesantes artistas del siglo XX, a través de colores.

Relata brevemente parte de su vida al destacar que, a través de la identidad y proceso creativo, fue capaz de superar el dolor que le provocaba la polio contraída desde la infancia y años más tarde el accidente sufrido cuando era adolescente (cuando volvía de la Preparatoria 1, en San Ildefonso, a su casa en Coyoacán, acompañada por su novio Alejandro Gómez Arias).

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) informó a través de un comunicado que las obras originales son “Los cocos” (1951) y “Naturaleza muerta con sandía” (1953), pertenecientes al acervo del Museo de Arte Moderno. La tercera es “Mi vestido cuelga ahí” (1933), de la Colección Femsa (empresa regiomontana dedicada, entre otros ramos a la producción de Coca Cola y que creó la cadena de tiendas Oxxo).

La exhibición, cuyos inicios se deben al fallecido profesor Zbigniew Wawer, director del Museo Real entre 2017 y 2022, incluye una colección fotográfica de la vida cotidiana de Frida Kahlo con Diego Rivera, con quien estuvo casada, así como una instalación al aire libre de una reproducción de algunos elementos de La Casa Azul en Coyoacán, particularmente el jardín.

Abierta hasta el próximo 3 de septiembre, contará también con un programa educativo, visitas guiadas, talleres y charlas con especialistas locales.

La ceremonia de apertura será encabezada por el viceprimer ministro y ministro de Cultura de la República de Polonia, Piotr Glinski; el embajador de México en Polonia, Juan Sandoval Mendiolea, y la directora del Palacio Real Lazienki, Marianna Otmianowska.

La embajada de México en Polonia recordó por su parte que los primeros contactos diplomáticos entre ambas naciones se dieron a principios del siglo XX, durante el resurgimiento de Polonia como país independiente en 1918. El hecho coincidió con la época posrevolucionaria y el gobierno del presidente Álvaro Obregón, quien en su informe de labores del 1 de septiembre de 1921, dio a conocer que México reconoció a Polonia como país independiente. Y es hasta 1928 cuando se formalizan las relaciones.

Polonia envió ese mismo año su legación a la Ciudad de México y nuestro país lo hizo hasta 1933 en Varsovia. En 1939, México se opuso a la ocupación nazi y mantuvo sus relaciones con el gobierno polaco en el exilio. En 1942 recibió la visita del general Wladyslaw Sikorski, primer ministro de Polonia y se negoció el asilo de hasta 30 mil polacos refugiados, entre ellos la embajada destaca mil 453 niños huérfanos que se conocieron como “los niños de Santa Rosa”, debido al nombre de la Hacienda en la cual fueron recibidos en el estado de Guanajuato.

A lo largo de la historia que vincula ambas naciones se recuerda que México fue el primer país latinoamericano en reconocer al gobierno de unidad provisional de la República Popular de Polonia. En 1960 reabrieron sus respectivas embajadas y el presidente Adolfo López Mateos realizó una visita de Estado, en el marco de la cual se abrió una exposición en el Museo Nacional de Varsovia, entre otros acontecimientos, entre ellos su cambio de gobierno tras la caída del bloque socialista y el Sindicato Solidaridad.