CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La cantante de pop Ximena Sariñana festejó el 15 aniversario del lanzamiento de su primer disco titulado “Mediocre” (2008), con un concierto el viernes 30 de junio en el Lunario del Auditorio Nacional, formando parte de una serie de presentaciones que incluye fechas este 1°, 2 y 8 de julio en ese mismo recinto.

La cantautora tapatía de 37 años emergió agasajada de clamores ensordecedores de sus fieles, estallando las delirantes pasiones al ritmo de “Alas” y “Mediocre”.

El inmueble relució pletórico ante mil 200 personas reunidas, los cánticos vibraron en cada rincón de principio a fin cobijando a Sariñana. La también actriz se acompañó de un excelente ensamble de músicos, a su vez, el artista visual Manuel Bueno ilustraba en tiempo real cada una de las rolas con refrescantes diseños y dibujos conceptuales proyectados en un extenso lienzo a telón de fondo.

El ambiente de intimidad confabuló la fiesta quinceañera del álbum debut, en un extenso paseo musical considerando “Vidas paralelas”, “Normal”, “La tina” y “Reforma”. Los intensos ánimos calaron en “No vuelvo más”, “Cambio de piel” y “Sintiendo rara”.

Ximena sorprendió convidando como artista invitada a la cantante chilena originaria de Viña del Mar, Mon Laferte (actualmente nacionalizada mexicana), para entonar a dueto “Un error”.

Los sentimientos compartidos entre Sariñana y su gente edificaron un espectáculo de buenas vibras, agradeció constantemente la entrega desbordada. Encaminó “Gris”, “Pocas palabras” y “Monitor”.

Tras esfumarse unos minutos de escena para cambio de vestuario, el segundo segmento delineó “Mañana no es hoy”, “Una vez más”, “Cuento” y “¿Qué tiene?”.  

El ocaso iluminó los corazones de los reunidos en ferviente devoción coreando “Sin ti no puede estar tan mal”, “Different” y “Mis sentimientos”, en candente tributo a la memorable agrupación de cumbia Los Ángeles Azules.

Aparente adiós y retorno veloz, configuró el finiquito en acompañamientos a guitarra acústica escuchándose “Las huellas”. Visiblemente sonriente Ximena Sariñana agradeció a los filos del tablado junto a sus músicos. El fiestón culminaba en frenéticos aplausos y el estruendoso rugir de satisfacción de la fanaticada.