MONTERREY, N. L, (apro).- El mundo sabe que Michael Jordan es uno de los más grandes atletas en toda la historia de la humanidad.

El basquetbolista nacido en Carolina del Norte es considerado un dios en el deporte, pues lo ha ganado todo y se ha convertido en una figura universal por su carisma y habilidades extraordinarias.

En 1984 inició su emporio comercial, cuando Nike, pequeña compañía que ocupaba una reducida porción del calzado deportivo de entonces, decidió convertirlo en su imagen, mediante el lanzamiento de los tenis Air Jordan, el zapato deportivo más exitoso que se haya creado.

Ben Affleck dirige y actúa en Air: la historia detrás del logo (Air, 2023), un inspirador relato sobre cómo fue creado el popularísimo calzado cuando, inicialmente, Adidas y Converse, las marcas que lideraban el mercado, se esmeraban por firmar nuevas estrellas de la canasta, entre ellos al Magic Mike.

La mitad de la película se ocupa en hacer una fiel recreación de la época, en los años 80, la década perdida, en la que predominaban los atuendos flamboyantes, y Ronald Reagan, al frente del país, buscaba recuperar la identidad y el orgullo nacional después del fracaso de Vietnam.

Con un fabuloso soundtrack, que intercala los hits que sonaron en ese año, en que MTV se consolidaba en el gusto de los jóvenes, se va armando una historia muy sencilla sobre la forma en que Sonny Vaccaro (Matt Damon), el cazador de talentos de la firma, apuesta su carrera y prestigio para confiar el futuro de la empresa en un veinteañero, que apenas se perfilaba como una gran promesa de la NBA. Parecía una locura pues no había evidencia clara para suponer que ese muchacho afroamericano sería redituable para la compañía. La historia le dio la razón.

Por supuesto que la anécdrota demanda algo de conocimiento sobre el supernova que era Michael Jordan como jugador activo, una personalidad que prácticamente conoce todo el mundo, aun los que no son sus seguidores. Sin embargo, más que una cinta de deportes, esta es una sobre la intimidad corporativa al meterse en la oficina de Phil Knight (Affleck), fundador de Nike, para enterar cómo fueron las triangulaciones que se hicieron con el representante del deportista y su familia.

La cinta de tono ligero, con mucho asomo de comedia, muestra su admiración hacia Jordan. Pero presenta como una figura relevante en la carrera del muchacho a Deloris (Viola Davis), su madre, una mujer con carácter de acero y un sentido afiladísimo para detectar el negocio y sacar el mayor beneficio.

Como se puede constatar en esta historia de éxito, sin la determinación de la distinguida dama, el gran basquetbolista no hubiera alcanzado las alturas empresariales en las que actualmente se encuentra.

Es cierto que el súperatleta se convirtió en una franquicia millonaria por su enorme popularidad y los resultados de rendimiento indeclinable que obtuvo en la duela. Sin embargo, los detalles finos del acuerdo con Nike, y las ventajas en la negociación que obtuvo la madre, fueron lo que lo posicionó como una mercancía ultra rentable.

Air: la historia detrás del logo, es una leyenda de éxito de un individuo que se formó solo, muy al estilo de Estados Unidos. No solo presume a quien es uno de sus más grandes próceres del deporte, si no que revela que también tomó decisiones inteligentes en el escritorio para consolidar su grandeza.