Teatro

"Del mago al loco. Una revelación del tarot"

Habitantes, bajo la dirección de Claudio Valdés Kuri, celebra 25 años de trabajo y exploración escénica. Siempre experimentando, investigando, buscando en lo oculto para hacerlo visible, indagando en lo que somos o en los que fueron los que nos antecedieron.
martes, 28 de marzo de 2023 · 09:23

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Vivimos la experiencia de la iniciación. De un viaje a través de los 22 arcanos mayores del tarot. Un proceso de autoconocimiento reflejado en otro que se vuelve yo mismo, otro que es el teatro, el viajero, el ritual por excelencia de la mímesis y el reconocimiento de los procesos internos.

Del mago al loco. Una revelación del tarot, es una obra interdisciplinaria con la que la Compañía Teatro de Ciertos Habitantes, bajo la dirección de Claudio Valdés Kuri, celebra 25 años de trabajo y exploración escénica. Siempre experimentando, investigando, buscando en lo oculto para hacerlo visible, indagando en lo que somos o en los que fueron los que nos antecedieron. Hoy, profundizando en el tarot como símbolo de lo común, de lo compartido a través de los siglos, de los arquetipos que perduran y revelan secretos del espíritu, que permiten reconocernos como seres humanos, en este inconsciente colectivo que compartimos y es fuente de sabiduría.

Claudio Valdés Kuri encontró en el teatro el ritual perfecto para hacer un viaje al interior del alma; un teatro no convencional que rompe las barreras del espacio y las disciplinas; un teatro que transita, que construye un personaje colectivo desmadejándose a cada instante para volverse a unir y acompañar al viajero; porque en Del mago al loco. Una revelación del tarot hay un actor, bailarín o músico invitado, que se atreve a volverse espejo del espectador y develar sus conflictos, impotencias y dolores.

Un viajero al cual, guiado por el mago encarnado en Claudio Valdés Kuri, se le presentan, uno a uno, los 22 arquetipos del tarot, que como señala Jung: “…representan estados de conciencia evolutivos, por los que atraviesa todo ser humano en el sendero hacia su destino y su realización personal”. El mago pregunta al viajero, lo cuestiona, lo invita a la introspección y el colectivo, enjambre de actores, bailarines y cantantes que funcionan como su conciencia, sus compañeros, su construcción o destrucción.

El viaje inicia en el patio de entrada del Museo de San Carlos, donde se presenta el mago y la sacerdotisa de la sabiduría. Pasamos el arco donde los oficiantes se convierten en estatuas de gestos y emociones congeladas, para llegar al patio principal cuyo techo es el cielo.

Nos admiramos de las composiciones coreográficas y de los múltiples instrumentos que tocan. Instrumentos clásicos y contemporáneos, europeos y andinos, interpretando una guaracha o una pieza de Bach.

Entre los intérpretes están Lourdes Ambriz, quien también se encarga del entrenamiento de la voz cantada, y Xóchitl Galindres y Guillermo García Proal de la voz hablada; Rodríguez Vázquez Moya, también productor ejecutivo, Edwin Calderón director musical, entre los 20 ejecutantes que forman el elenco, y otros artistas más.

Nos deleitan con imágenes en movimiento y frases que guardamos como “las noches oscuras del alma”. Todo sucede armónicamente, como conjunto o de manera individual. Recibimos estremecidos la sinceridad del viajero --que en cada función es diferente y por tanto diferente la experiencia--. En esta ocasión, un cantante de ópera profundiza en sus experiencias. Caemos y nos levantamos con él, como los oficiantes que lo rodean y lo incitan a continuar su búsqueda en su pasado y su presente, en sus anhelos y desilusiones. Los espectadores nos vemos afectados en este transitar por los arcanos mayores, y hay a quien se le escapa una lágrima o una risa estruendosa.

En nuestra función, el cielo empezó nublado con una ligera llovizna. A lo largo de la obra se despejaron las nubes y se dejaron ver un par de estrellas que permanecerían fuera del recinto como las luces encendidas ya, en nuestro interior.

Del mago al loco. Una revelación del tarot se estrenó en el Festival Cervantino, y con el auspicio de diversas instituciones, el Efiartes y programas gubernamentales, ahora se presenta hasta el 2 de abril en el Museo de San Carlos.

Crítica publicada el 26 de marzo en la edición 2421 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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