Periodismo

Inventando "Aquí nos tocó vivir", con Cristina Pacheco

La periodista, cronista y conductora fallecida este jueves relató en entrevista con Proceso cómo surgió el programa que se convirtió en un clásico de la televisión mexicana. Por ser de interés para los lectores recuperamos el texto publicado en el número 1382 del 27 de abril de 2003.
jueves, 21 de diciembre de 2023 · 17:01

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En mayo de 1978, salió al aire el programa Aquí nos tocó vivir en Canal Once y su conductora desde aquel tiempo, Cristina Pacheco, enfatiza:  "Son 25 años ininterrumpidos de transmisiones. Nunca hemos fallado."

La periodista, cronista y cuentista celebra, pensando en la famosa frase "parece que fue ayer", pero está consciente de que son más de dos décadas:

"No fue ayer. En todos estos años, el país y la sociedad cambiaron mucho. Mi vida cambió. Fue hace 25 años y me parece maravilloso. Lo importante es que tengo la misma emoción de hacer mañana otro programa y sé que mi equipo está listo para trabajar. Eso me da una alegría enorme."

Con este programa de interés social, la autora de Sopita de fideo, Zona de desastre, La última noche, El caballito, La luz de México y Al pie de la letra ha recorrido un sinnúmero de lugares de la República Mexicana para dar a conocer los testimonios de varones, mujeres y niños sobre su vida.

En las instalaciones de Radio Fórmula, donde también conduce el espacio Periodismo y algo más, platica a Proceso que Aquí nos tocó vivir -el cual se proyecta los sábados a las nueve de la noche y los domingos a las dos de la tarde- se ha mantenido porque ha sido fiel a su principio:

"Ha sido siempre un programa periodístico que trata de ir al ritmo de la actualidad, pero al mismo tiempo recupera lugares, personajes, oficios y tradiciones si no perdidas, olvidadas. Además, el público se ha ido adueñando del programa. Las personas sienten que es de ellos y, bueno, el hecho de que se transmita por Canal Once es importante, como que es el marco ideal para este proyecto."

Confiesa que se siente nerviosa ante la preparación de la fiesta en el Palacio Postal (a realizarse el 29 de abril), donde se reunirá con escritores, artistas plásticos, actores, directivos de revistas y periódicos, en fin. Tocará el trío Los Tres Ases.

Se siente, dice, una persona afortunada, porque cumplió sus sueños de ser periodista y escritora. Sin embargo, no se atreve a calificar su trabajo; simplemente revela estar satisfecha:

"No me he traicionado y no he traicionado a mis medios. Los he usado con respeto y con honor."

Se extiende:

"Es decir, no he llevado a las páginas ni al micrófono ni a la cámara una realidad alterada por mi conveniencia o porque alguien me lo haya dicho. He dejado que los hechos tengan su propio peso y he tratado de ponerme al tono de esos sucesos, con las palabras que he creído más justas. Si me he equivocado, no ha sido por dolo ni por malicia, me he equivocado porque a veces las capacidades de uno no alcanzan, pero he cumplido con mi deber y estoy tranquila."

Toma café, fuma, y acepta que Aquí nos tocó vivir es la realidad de México. Se le pregunta si para ella es dura esta realidad, y comenta:

"Bueno, no es fácil para nadie. Estar cerca de ella te envuelve, y penetrarla cuando la situación es muy áspera o dramática no es fácil. En ese momento, las preguntas podrían resultar un agravante de la situación y no quiero que eso ocurra. Mi intención es que suceda exactamente lo contrario, aun cuando las personas sepan que no vamos a resolver su problema. Quiero que entiendan que al abordarlos, deseamos conocerlos más y sientan que son parte de una sociedad que los escucha, los ve y se interesa por ellos."

Pacheco deja claro que no es antropóloga, socióloga o economista, sino una periodista que pretende contar la vida y que cada quien saque sus conclusiones:

"Ojalá y el programa hubiera podido cambiar muchas cosas. No lo ha hecho, pero sé que quienes han sido entrevistados, o los lugares en donde he ido, han tenido una especie de luz de esperanza, porque se han visto, escuchado y reconocido entre ellos. La situación de muchas personas es muy parecida, pero la experiencia individual es única y eso es lo que conserva el programa. En ningún momento ha sido un espectáculo, es un programa periodístico para la televisión."

-¿Cómo encuentra a esos personajes urbanos o rurales?

-La actualidad me sugiere muchas cosas. La historia de las comunidades, las fiestas, las celebraciones importantes, los festivales, las ferias de artesanías me descubren a un grupo de artesanos. Al pasar por una calle, ver un letrero, la entrada de un establecimiento o al mirar una puerta, uno puede sentir el enorme interés por saber qué hay ahí, quién vive ahí, cómo vive, qué es lo que hace, cómo entiende a su país, cómo entiende su sociedad, qué historia tiene, cuáles son las tradiciones que la alimentan, qué canta, qué come y cómo trabaja.

"Este programa es un canto al trabajo y al esfuerzo de las personas por organizarse y solucionar problemas que, de otra manera, no se resolverían. Es muy angustioso, pero muchas personas no fueron a la escuela y tampoco saben un oficio. Uno les pregunta cómo le hacen, y contestan que 'ái la van pasando', y se ayudan unos a otros. Hay mucha imaginación y, de repente, la gente realiza las tareas más increíbles para sobrevivir, inventa oficios."

El aprendizaje

Se niega a hablar de los personajes que más la han sorprendido:

"Es difícil. Sería para mí muy complicado y cometería una grave injusticia olvidando a personas que me dieron su confianza, su tiempo y me brindaron la posibilidad de entrar a su mundo sin conocerme cuando empezaba, y todavía muchas personas no conocen el programa. Es un acto de confianza realmente extraordinario, que no tengo palabras con qué agradecer. Cada uno de ellos me ha enseñado a valorar esta imaginación del pueblo para llenar los huecos de su vida, para darle un sentido a su vida."

Esposa del escritor José Emilio Pacheco, vestida de pantalón negro y blusa morada, debe pasar a la cabina a grabar.

-¿Se le ha complicado entrevistar a esos personajes?

-Nunca es fácil hacer una entrevista, porque hay muchos elementos que la dificultan. En este caso, no nos conocemos, sin embargo, ellos actúan con sinceridad, naturalidad y aceptan que una persona de afuera, como es mi caso, entre en su intimidad. Soy muy cuidadosa de las entrevistas. Me preocupa mucho cometer un error, ofender a alguien o incomodarlo. Además, quiero aprovechar los veinte y tantos minutos del programa de la mejor manera posible. Hay temas que no se agotan en un programa. Son tantos, que darles dos o tres programas sería difícil. En casos excepcionales, lo hemos hecho.

-¿Le pasa lo mismo en Conversando con Cristina, también transmitido en Canal Once desde 1997, en el que charla con personajes?

-Es otro tipo de entrevistas, pero creo que se complementan. Quiero probar que un grupo alimenta al otro. Un grupo refleja al otro. No creo que a un pintor le sea indiferente el trabajo de un artesano y para el artesano no le sea provechoso ver la labor de un artista plástico. Los escritores se alimentan también a través del oído y las imágenes, y estas visiones que nosotros captamos a través del programa son auténticas. No son un escenario. No hay un guión, es una conversación totalmente libre y espontánea, que vale la pena escuchar. Nos enriquece en todos sentidos.

-¿No ha sido necesario escribir un guión?

-Nunca he trabajado con un guión. En ningún caso, ni en televisión ni en radio ni en prensa escrita, porque no sabría seguirlo. Quiero que sean conversaciones y no una entrevista rígida. Si llevara un guión, sacrificaría muchas cosas que van saliendo en la charla de una manera espontánea. Intento espontaneidad y naturalidad. Deseo que sea un encuentro aunque sea fugaz, pero muy íntimo.

Aquí nos tocó vivir ha obtenido diversos reconocimientos: Premio Nacional de Periodismo (1993), Palmas de Oro al Programa Periodístico del Año (1997) y Premio de la Confederación Internacional de Periodistas de Prensa y Servicios Informativos de Radio y Televisión A.C. (1999), entre otros.

Autora también de la novela La rueda de la fortuna, recuerda cómo surgió Aquí nos tocó vivir:

"Ya trabajaba en Canal Once y me ofrecieron una serie de entrevistas para acompañar a un arquitecto, quien haría la teoría de la arquitectura, y la verdad es que iba muy pocas veces o llegaba tarde al programa. En una ocasión, no se presentaron los invitados y tomé la cámara y me salí a la calle. Como no podía acercarme a los arquitectos, me aproximé a lo que para mí es más importante: la experiencia de todos los días y la voz de la gente."

A lo largo de estos 25 años, asegura, más que obstáculos, ha encontrado la ayuda de la gente:

"No tenemos muchos recursos, pero tengo algo maravilloso: un equipo extraordinario de trabajo. Al señor Roberto Arroyo, el productor; David Segovia, el camarógrafo; Martha Cruz; Marco Antonio Ruiz; Juan José Izquierdo; Iván Olvera; Narciso Calderón, y Ernesto Fragoso. Todo mundo tiene una disposición y un amor hacia el programa."

Se le comenta que pocos periodistas duran tanto tiempo con un proyecto en la pantalla chica, y sustenta:

"Como periodista, es difícil mantenerse en el medio en el cual se labora. En el terreno de la televisión y el trabajo de las mujeres, Canal Once ha sido pionero. Cuando empecé a realizar televisión, hace 29 años, era joven, eso era un elemento indispensable para seguir trabajando en la televisión, pero en Canal Once la edad ya no cuenta, la prueba es que he durado tanto tiempo."

-Usted trabaja en un canal público, ¿es verdad que las personas están regresando a este tipo de televisión?

-Creo en la libertad para elegir todo y el televidente tiene derecho a sintonizar las frecuencias que le gusten. Confío mucho en la inteligencia de las personas, finalmente, saben elegir lo que más les interesa y lo que más les conviene. Bueno, habrá quien diga: "A mí me interesa Big Brother porque aprendo mucho", pero, por fortuna, hay mucha gente que decide ver Canal Once o Canal 22. En los más de 50 años que tiene la televisión quiero ver algo distinto. Quiero sentir que mientras esté frente a la pantalla chica no pierda el tiempo. Pretendo divertirme y aprender cosas, esa alternativa la brinda, desde luego la televisión pública.

-¿Y qué le dice el título Aquí nos tocó vivir?

-Me dice dónde estoy, la realidad, lo que debo hacer, los sueños que se han fincado en este lugar, que ésta es mi casa y mi gente, que aquí está mi vida.

Desde el pasado día 7, de lunes a viernes a las 10 de la mañana, se transmite una retrospectiva del programa: Aquí nos tocó vivir. Nuestros ayeres.

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