Festival de Cine de Barrio
El Festival de Cine de Barrio festeja cinco años
El Festival de Cine de Barrio (Feciba) llega a sus cinco años. Ahora sus sedes son Tepito, la Merced y Peralvillo, por ello lleva el título de “Barrio bravo".CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El Festival de Cine de Barrio (Feciba) llega a sus cinco años. Es un encuentro fílmico “dedicado al barrio, hecho con el barrio, desde el barrio, sobre el barrio y para el barrio”, a decir de Emiliano Escoto, director artístico, y Yuli Rodríguez, directora ejecutiva, de dicho evento.
La programación inició el pasado 21 y finaliza el 26 de este mes. Ahora sus sedes son Tepito, la Merced y Peralvillo, por ello lleva el título de “Barrio bravo”, e igual se puede apreciar en televisión abierta a través de la señal de Capital 21, Canal 22 Señal Internacional y Nuestro Cine Mx y Canal 14, además en streaming gratuito en la plataforma Filmin Latino del Instituto Mexicano de Cinematografía.
Con respecto a los cinco años del Feciba, Escoto confiesa que le llena de emoción con dicho aniversario:
“Es un festival que surgió a partir de necesidades culturales que fuimos conociendo y entendiendo en el camino, tanto del proyecto mismo como de los espacios, los territorios donde hemos ido trabajando, y llegar a los cinco años es confirmar la necesidad de un proyecto como este y la necesidad de la industria y la comunidad cinematográfica, en general la comunidad cultural, por generar otro tipo de dinámica e iniciativas que ayuden a fortalecer infraestructuras en este tipo de territorios, que se construya cultura comunitaria colaborativa. Lo que hemos aprendido con el festival es que otros caminos son posibles”.
Rodríguez expresa que ha sido un camino de mucha experimentación:
“Emiliano es filósofo y yo soy productora de cine, desde ahí un poco nace el gusto por el cine y por compartir el cine. Nosotros partimos de lo que es la exhibición cinematográfica, lo que provoca ese momento que finalmente es cuando una película se encuentra con los diferentes públicos, lo que realmente hace existir a una película.
“Lo que hace realmente es conectar con nuestro sentido más humano y hacer exhibición cinematográfica desde lugares en donde la mayoría de las personas no tiene la oportunidad de tener acceso, porque ir al cine es muy caro, y para las personas en los territorios en donde hemos trabajado, es casi imposible pensar en entrar a una sala de cine, ubicados dentro de los centros comerciales o digamos en lugares muy lejanos de las periferias”.
Cuenta que han estado en Ciudad Nezahualcóyotl, Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco, “y este año nos venimos a Tepito, la Merced, Peralvillo, y toda esta zona céntrica que geográficamente no está lejos de los espacios culturales”. Sigue:
“Sin embargo nos metemos a estas colonias, en las cuales existen realidades muy complejas, de mucha desigualdad social, de mucha presencia del crimen, de violencia reales, e igual se encuentran en una situación de estigmatización y de marginalidad. Vamos a meternos ahí a hacer comunidad con esa comunidad que se halla fragmentada, muy estigmatizada y violentada.
“No quiere decir que ahí no hay cultura, al contrario, se generan otras culturas o movimientos culturales que muchas veces no encuentran sus espacios justo en festivales de cine convencionales y lo que buscamos es reconocer la cultura, la identidad del barrio”.
Ambos coinciden que el Feciba busca decolonizar las pantallas y presentar películas que hablen de manera directa sobre la cotidianidad de las zonas populares desde las voces de quienes las habitan:
“Nos interesa presentar un cine que hable de diversas realidades cuestionando las narrativas predominantes sobre territorios urbanos periféricos, pueblos, barrios y colonias populares y dando espacio a las voces que habitualmente son desterradas de los espacios dedicados al cine”.
“Somos Barrio" (la selección oficial del festival) recibió 257 filmes y se eligieron 34 para proyectarse durante el festival de manera presencial. La programación de esta quinta edición del Feciba se integra por 6 programas de cortometrajes y un programa de cuatro largometrajes: “Permanecer en la Merced”, del Colectivo Left Hand Rotation; “Manrique”, de Eji Fukushima, “Cuilli & Macuilli, los hijos del Jaguar”, de Arturo Sánchez del Villar; “Mi vida es un albur”, del Colectivo Les Tr3s; “El digno retorno”, de José Eduardo Aguilar, y “Biopsia”, de Adriana López Garibay.
--Recibieron 257 filmes, de los cuales se eligieron 34 filmes, ¿cómo fue la selección?
Escoto específica:
--Nosotros hacemos laboratorios, seminarios, talleres para exhibidores con la mira a profesionalizar el oficio del exhibidor. Este año el seminario para exhibicionistas de cine de barrio que organizamos fue en Tepito, del cual salieron los equipos de programación. Fueron 13 personas que colaboraron para elegir diferentes cortos y largometrajes. Es una programación que genera algo de manera directa con los territorios y los barrios con los que estamos trabajando. Son 34 películas, 28 son cortometrajes y seis largometrajes.
Cabe destacar que por tercer año consecutivo el festival labora con Cine para Imaginar y Laboratorio de lo Invisible proyectos de mediación y accesibilidad de producciones cinematográficas para su goce y disfrute por personas con ceguera o baja visión y personas de la comunidad sorda. “Los colectivos tienen la propuesta de expandir el cine, para que todas las personas puedan participar de él, al tiempo que nos invitan a ser conscientes de la diversidad que existe en nuestra sociedad”, finalizan.
La programación la pueden consultar en www.feciba.com.