Armando Manzanero

Armando Manzanero el "yucateco más universal"

Este jueves presentan un libro sobre el ilustre compositor de sangre maya fallecido el 28 de diciembre de 2020, en el Centro Cultural Roberto Cantoral, a las 19 horas.
jueves, 19 de octubre de 2023 · 14:57

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Este jueves el gobierno de Yucatán, la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) presentan, con el canto de la intérprete Tania Libertad, el volumen de lujo “Armando Manzanero” sobre el ilustre compositor de sangre maya fallecido el 28 de diciembre de 2020, en el Centro Cultural Roberto Cantoral, a las 19 horas.

El libro a todo color de 300 páginas será presentado por Enrique Martín Briceño, quien redactó el texto principal “Sabor a bolero: Manzanero y su música”; Pável Granados, director de Canal 22 y prologuista (“Evocación de Armando Manzanero en Do Menor, opus 1”); el cantautor Jorge Buenfil; Manolo Marroquín, Arturo Ávila Cano, Carlos Díaz-Barriga y Laura Barrera.

Dicha edición de Alberto Tovalín contiene una introducción, “El yucateco más universal”, a cargo del gobernador Mauricio Vila Dosal; discografía (por Emiliano Buenfil Mendoza) e iconografía, donde se reproducen cuatro de las varias entrevistas que realizó la revista Proceso con el creador de “Adoro”, “Somos novios”, “Voy a apagar la luz”, “No”, “Felicidad” y muchas melodías que hicieron vibrar los corazones del mundo.

La cita es en Puente Xoco, Puerta A, alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México, el jueves a las siete de la noche (metro Coyoacán). A continuación, una de las conversaciones con Manzanero incluidas en esta edición de lujo, para deleite de nuestros lectores: “Armando Manzanero: “Juan Gabriel cometió un error cantando al PRI. Nueva grabación con canciones de Álvaro Carrillo” (Proceso # 1234, del 26 de junio del año 2000).

Juan Gabriel cometió un error cantando al PRI

MÉRIDA, YUC.- Se confiesa un desorientado más entre los millones de mexicanos, quienes, confundidos como él, aún no deciden cuál es su candidato para las elecciones del domingo 2 de julio, por lo cual meditará a conciencia antes de emitir su voto.

            El compositor Armando Manzanero afirma que él no se equivocará políticamente ahora, pues ya lo hizo en 1988 cuando votó sin pensarlo por Carlos Salinas de Gortari.

            Y por ello, a sus 66 años de edad el músico yucateco tampoco se emociona con proselitismos al estilo Juan Gabriel, quien sorprendió al dedicar una canción para el candidato del PRI (“ni Temo ni Chente, Francisco será presidente...”), porque “en esta ocasión, a Juan Gabriel le tocó la mala suerte de caer en un error”.

            Su crítica a Juan Gabriel no suena disparatada si se piensa que Manzanero es un músico que prácticamente terminó estudios musicales y que comenzó a viajar desde muy chamaco por el mundo. Fue acunado por la música popular yucateca (bailaba jarana, escuchaba la vieja trova de su padre con bambucos); gustaba de otros estilos de canción mexicana como la ranchera y el bolero, y, ya una vez en la capital mexicana, tener la bravura para no encerrarse sólo como Manzanero, sino componer en estilos que alcanzan el folk irlandés, el rock, orquestaciones sincopadas y el jazz.

Pensar el voto

De vuelta a su natal Mérida, donde compró casa para su disquera y editora Manza Music en la calle Colón, el también vicepresidente de la Sociedad de Autores y Compositores de Música regresa al hogar que realmente jamás dejó, pues solía visitar con frecuencia a su familia durante los 40 años que vivió en la Ciudad de México.

            Promociona su nueva grabación con 10 canciones de “mi hermano oaxaqueño” Álvaro Carrillo, “Amor mío”, dedicada a su esposa Olga Leticia, oriunda de San Luis Potosí, y con quien recién casó, “esta vez para siempre”, ya que “no vuelvo a equivocarme en el amor”. Apolítico declarado durante anteriores entrevistas, Manzanero no elude la pregunta de Proceso sobre su opinión acerca de las elecciones. Ni sobre Juanga:

            “Mire, yo admiro mucho a Juan Gabriel porque es un compositor que indudablemente le ha dado gran nombre a México. Para la Sociedad de Compositores es, sin discusión, un peso fortísimo debido a que mete mucho dinero; es un señor que ha sabido armar toda una infraestructura de trabajo que ha sabido corresponder a la niñez de su tierra...

            “Pero también le voy a decir una cosa: yo creo que en esta ocasión, le tocó a Juan Gabriel la mala suerte de caer en un error. A lo mejor yo hubiera caído igual si hubiera tenido la oportunidad, porque llega la hora en que los artistas no sabemos decir que no y entonces nos convertimos en políticos.”

            El papel del artista es “vivir y dejar vivir”, para “que sea la misma gente la que decida por ella misma” y los políticos “quienes resuelvan los asuntos del pueblo”.

            Se le menciona que también la cantante Eugenia León ha hecho propaganda al PRD pero la justifica, porque “la señora Eugenia León se casó con un señor que estaba en el PRD y entonces ahí sí, lo más correcto es que siga con su marido: es la lealtad más grande que una mujer pueda tener”, ya que “a la hora en que ella jala al escenario” y canta “con esa magia que tiene, aunque pertenezca a todos los partidos o a ninguno, sigue siendo la reina de las intérpretes que cantan bonito”.

            --¿Qué candidato le atrae más?

            --Mire, en el momento de las votaciones el domingo 2 de julio probablemente voy a estar ofreciendo un concierto en Perú. Le confieso que todavía no tengo mi candidato, pero estoy seguro de que lo voy a pensar muy, pero muy bien.

            --¿Por qué?

            --Para que así, si fallo, como cuando fallé en el caso de Carlos Salinas de Gortari, pues fallé pero conscientemente. Porque yo voté por Salinas, pensé que lo iba a hacer bien, que nos iba a dejar bien. Ahora sí lo voy a pensar con mucho más cuidado, a conciencia.”

            --Usted ha dicho que es apolítico.

            --Políticamente hablando, soy uno de los millones desorientados que, me imagino, hay en México. Desorientado, porque nunca me había tocado ver que tuviéramos tantos candidatos. Me precio de tener una buena memoria, mas no se me ocurriría arriesgarme a repetir sus nombres por orden alfabético, porque de entrada son muchos.

            “Y por otra parte, nunca había visto, vamos a llamarle así, desperfectos a la hora en que un candidato se manifiesta con respecto de otro, cuando hace referencia al rival. Ya se ha perdido ese buen gusto y eso que justamente llamamos política, el saber decir no al insulto. E incluso, ahora los periodistas se ponen por encima de los candidatos y les hablan de tú. Y para mí siempre será: ‘señor presidente’, ‘señor gobernador’... Yo mismo soy íntimo amigo de Xavier Abreu y de Víctor Cervera Pacheco, a quien cuando saludo le digo ‘señor gobernador, ¿cómo estás?’ Y a Xavier, ‘señor alcalde, ¿cómo estás?’. Aunque les digo ‘tú’, pero siempre es ‘señor’. ¿Por qué? ¡Porque así tiene que ser! Es el respeto que merecen.”

            --¿Considera que le caería bien a México una presidenta?

            --Mire, yo creo y pienso que el que tantito dude de la capacidad de una mujer, está cometiendo el error más grande que pueda existir. La capacidad y la inteligencia de una mujer se demuestra día con día o cuando el pobre hombre piensa que él es quien se la lleva a la cama.

            “No es cierto: ella decide cuándo va a ir a la cama con él. Y a partir de eso va implícito todo. Lo dicen: cuando un hombre va, la mujer ya fue y vino. Indudablemente, el día que tengamos a una presidenta va a tener toda la capacidad del mundo para llevar adelante nuestro país. La única cosa que hay que pedirles es que tengan una salud de hierro, porque es la única flaqueza que podrían tener. A veces sus menstruaciones no les vienen a unas con la misma intensidad a todas: unas son fuertes y otras no.

            “Y en seis años no se van a embarazar, porque mientras un presidente trabaja mientras su mujer da a luz, ella como presidenta no podrá hacerlo, tendrá que delegar el mando; pero como capacidad, como inteligencia y como bravura, una mujer. Me asombra la bravura de las mujeres ante tragedias en las que los hombres nos desbaratamos y lloramos.”

            Entonces propone una metáfora:

            “Lo mejor que puedo decirte es que Dios quiera y haga que todo nuestro país tenga esa maravillosa combinación que tenemos los yucatecos: en la alcaldía, el PAN, y en la gobernatura, el PRI. Porque independientemente de los partidos que son, admiro las ganas que tienen de hacer algo por los suyos. No se le puede llamar a ninguno perfecto, nadie lo es; pero cuando alguien camina por esta ciudad de Mérida o se mete a alguna carretera, estamos muy orgullosos de lo que tiene Yucatán.”

            El autor de “Esta tarde vi llover” escribe un libro sobre cocina internacional “salpicado de anécdotas con sabor a Manzanero”. Y la segunda parte de su biografía desde donde dejó la primera, “Con la música por dentro” (Grupo Editorial Planeta, 1994), que termina cuando llega a la Ciudad de México a buscar fortuna con su música un 5 de mayo de 1957.

El andariego

El pequeño Manzanero (Chan Manza lo llamaba en maya su abuela Rita) no deja de sonreír durante la hora que conversa con Proceso. Una calma chicha parece habitarlo y a cualquier pregunta que lo mueve, eleva su voz como felino que despierta. Expresa su filosofía ante la cámara de Alejandra Montalvo y la alegría de su representante José Luis Salazar, de TV Azteca:

            “La vida mía es linda, yo no tengo problemas, aprendí a buen tiempo a sacarle jugo nada más a la vida. Claro, hay que tener una economía para saber sostener los gastos a que uno se acostumbra; pero lo único importante que puedo tener es vivir bien y bonito, sin remordimientos, es la riqueza más grande.”

            Así compuso “Edy Edy” para Angélica María, “La novia de México”, quien acaba de cumplir 50 años de vida artística, concierto al que no pudo asistir debido a otros compromisos (“llevamos una amistad muy linda, pero a veces no puedo trabajar con ella como esta vez que la llamé para actuar conmigo en mayo, porque pertenece a una corporación que es muy celosa de sus artistas”).

            De hecho, su reciente “Sabor a mí” es el tipo de jazz suave que él disfruta, sin miles de notas tocadas en medio compás. La idea se la “regaló” el guitarrista Marco Antonio Morel, con sus discos arreglados jazzísticamente. Pendiente del cine actual, asegura que le gustaría que su vida la filmara un cineasta “como el que hizo Cilantro y perejil, o el de Amores perros”. Y destaca que su relación con TV Azteca y Azteca Music es óptima:

            “En este mismo momento tengo que agradecerles que estén sacando este disco y me autoricen hacer otro con 18 artistas de Warner Music en España, una producción maravillosa para América Latina en octubre, con Miguel Bosé, Compay Segundo, Olga Guillot, Presuntos implicados...”

            No es, pues, el hijo pródigo que vuelve a la tierra maya:

            “Nunca me fui. Viví 40 años en México, y le estoy inmensamente agradecido a esa ciudad tan hermosa de la que éramos dueños los que la habitábamos, donde se encerraba a los delincuentes y hoy meten a la cárcel a la gente buena.”

            Tampoco necesita homenajes en su blanca ciudad, pues el año pasado fue contratado por el ayuntamiento local para seis conciertos festejando a Mérida, Capital Americana de la Cultura; el próximo será el 12 de octubre en la Plaza de Armas, donde actuará con Eugenia León.

            --¿Cómo conoció a Álvaro Carrillo?

            --Al lado de Pepe Jara haciendo dueto. Los iba a escuchar a un local que había en la avenida Juárez, estamos hablando de 1962 y 63, cuando Álvaro Carrillo empezaba a sacar lo mejor de su producción y siempre me llamó la atención por una sola cosa. Porque dije: si algún día yo llego a tener la personalidad musical que él posee, voy a cuidar mucho mi presencia.

            “Porque no iban de acuerdo la gran calidad y el gran genio que tiene con lo descuidado a veces en su manera de ser. Y pensaba, tenemos el mismo tipo moreno los dos, casi la misma estatura, tendemos a ser gorditos, sencillos; lo que no tenía era bigote ni el cabello rizado como él, el cabello se me está yendo. El deber de una persona importante es siempre ser modesto, sencillo y humilde. Y para mí, aprendí a vestir bien siempre.

            “Fue en la avenida Juárez, se trataba del Club 42 si no me equivoco, donde cantaba. Yo ya conocía sus canciones, para entonces Lucho Gatica, quien vive en Miami, me había dado un buen éxito, ‘Voy a apagar la luz’ en el año 59, y tanto Carrillo como Carlos Gómez Barrera -en ese entonces el presidente de los compositores-, así como Vicente Garrido, tenían mucha fe en mí y mi maestro musical Rafael de Paz.”

Paso a pasito

Ninguno de los primeros discos de Manzanero ni de Carrillo pegaron duro, pues “el mío pasó inadvertido y Álvaro Carrillo también grabó un disco con su voz que pasó desapercibido, lo hizo exactamente en CBS bajo la dirección de Felipe Valdés Leal”.

            “Pero qué caramba, él había logrado varios éxitos como “Amor mío” en 56 y “Cancionero” en 57, “Un poco más”. Era y, debo decir, es un maravilloso compositor, para mí todavía no muere. Nos veíamos en la Sociedad de Compositores y recuerdo que me saludaba con su timbre de voz ronco, ronco, como si lo estuviera escuchando en mi oído (lo imita): Hola chiquitín, ¿cómo te va mano, cómo estás?”

            Menciona el doctor Pablo Dueñas Herrera en su “Historia documental del bolero mexicano” (Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos, 1990):

            “Los boleros de Carrillo, con una cadencia distinta a lo que se componía a finales de los cincuenta, tuvieron tanta aceptación, que representaron un obstáculo para la hegemonía de aquellos géneros extranjeros llegados por esos años: el rocanrol y el cha-cha-chá, aunque sucedió lo mejor: el bolero creó híbridos de esos ritmos. La escuela Carrillista daba sus frutos en compositores como Armando Manzanero...”

            --Como que entonces no existía otro compositor como Carrillo.

            --Sí lo había y se llama Vicente Garrido, pero lamentablemente no persiguió al venado, agarró y se fue a vivir a Europa por problemas personales. Y no hay nada más difícil ni peligroso en este negocio que perderle la cara al toro. A él le debo ser compositor y músico.

“Me gustan las letras de Álvaro Carrillo porque hablan de cosas verídicas que decimos todos los días y a todos nos suceden, que vivimos todos. Es la magia y la belleza de la sencillez.”

El disco comienza con “Sabor a mí” y sigue “Luz de luna”, que Manazanero había grabado con Tania Libertad, pero que omitió el verso “si no regresas nunca provincianita mía”.

“No me gustó esa frase, yo hubiera dicho otra cosa. Es un modernismo muy anticuado, no iba conmigo. Sin embargo, se la respeto y ahora sí la grabé tal cual es. Pero qué tal aquella de ‘Yo siento tus amarras como garfios, como garras…’ ? Es grandiosa. Porque es verdad que cuando una persona logra con una sonrisa o una atención ponerle a uno las amarras, son las únicas que uno no puede desatar.”

“El andariego” fue como si mandada a hacer para Manzanero.

“Ni siquiera se imaginó que me la escribía: es mi vida, mi historia. Creo que tiene que llegar un tiempo cuando ‘lo amarran’ a uno. Como eso de ‘yo que fui mariposa de mil flores, hoy siento la nostalgia de tus besos...’ que tarde o temprano sucede y qué bueno, porque hay quien pasa por esta vida y no se enteró que el amor existe.

“El que va de un lugar para otro es un infortunado, como me pasaba a mí y dije que no me casaba nunca más. Y lo hubiera sostenido mucho tiempo, pero ¿qué resulta? Hallé el amor de una señora que tiene dos hijos mayores, que viene de una familia de San Luis Potosí en donde esto hay que respetarlo. Que me perdone la gente que no lo haga así, sus razones tendrá para no hacerlo; pero lo primero que tengo que hacer con una persona para que me la respeten es respetarla yo.”

--Usted grabará con Compay Segundo, ¿cómo se mantiene joven aparte de jugar tenis?

--La cuestión del sexo es como las grandes temporadas donde le va a uno bien o mal. Como las vedas del camarón o langosta o del mismo venado. Uno no tiene por qué ir a buscarlos cuando hay veda, no hay hambre. Y así con el amor en el que todo funciona perfecto, hay que aprovechar ese tiempo para llevar todo el venado que se pueda.

--¿“Se te olvida” algo, Manzanero?

--Ésa es una de las canciones más hermosas que ha dado Carrillo. Y es que en realidad se nos olvida que una cosa es que hayamos terminado una relación y otra es que se nos arranque del corazón. Hay mucha diferencia entre terminar y arrancar. Porque eso que se nos arranque del corazón está muy cabrón.

“Por eso: ‘Se te olvida que me quieres a pesar de lo que dices...’ Yo más miedo tengo de que mi actual mujer recuerde a su exmarido con bella cordialidad, a que venga el mejor de mis amigos a enamorármela. Porque los recuerdos y las cosas que en el corazón se quedan no es fácil extirparlas, hay que abrir el pecho. Y dice Carrillo: ‘Hasta puedo hacerte mal si me decido, pues tu amor lo tengo tan comprometido...’, pero a fuerzas, nada. Es lo que amo de sus canciones.”

--“Amor mío”. Usted dice que es la canción con la que lo conoció y le dio el primer abrazo.

--Cuando Pepe Jara me presentó a Álvaro Carrillo y me dijo: ‘Mira, ahí está el señor que compuso la canción que tanto te gusta’, así fue, nos dimos un abrazo. Bueno, yo sólo medio y él me dio dos porque era muy grande.

--“Seguiré mi viaje”. Usted lleva casi 800 horas de vuelo desde septiembre del año pasado y ama los aviones.

--Soy de ese pensamiento. No soy de las insistencias. Cuando viví la situación con la mamá de mi hijo Juan Pablo, indudablemente fue la más difícil. 23 años de vida, de tener errores como se pueden tener, en cuerpo, en alma y economía a esa persona. Pero llegó el momento cuando ya ni nos dábamos las buenas noches. Entonces, aunque sea la cara más bonita, el amor más grande, la persona de más valía y demás sueños y desvelos, hay que decir adiós, seguir el viaje.

“Por eso amo a Carrillo; pero no a Carrillo Puerto (bromea), aunque igual defiendo a un pariente...Y así amo a mi mujer, de hecho acabo de escribir una canción que así habla para ella, como Felipe Carrillo Puerto amó a Alma Reed: ‘Un día hubo una hermosa peregrina, al igual que tú de fina, que el amor la hizo quedarse...Es mi corazón un caballito de carruaje que trotando va por el Paseo de Montejo...’”

--“Sabrá Dios”.

--Los buenos compositores siempre comienzan una canción con una frase que todo mundo usa. Sabrá Dios si me toca lograr tal o cual cosa, y es cierto: “Si tú me quieres o me engañas... Como no adivino, seguiré creyendo que me quieres solamente a mí...” Y es correcto. El hombre que no tenga confianza en que su mujer lo engaña él va a vivir un infierno.

“Tengo celos físicos, por ejemplo no me gusta que nadie venga a abrazar a mi mujer y la venga a besar, pero me doy cuenta que la gran mayoría de las veces hasta le dicen: ‘Baila con mi compadre, con mi hermano...’ No, ni madre. Mi mujer baila conmigo, la abrazo y la beso yo. Ésos son mis celos; pero si hay un momento a que me pongo a pensar si hizo tal o cual cosa, si lo hizo ni me voy a enterar.

--“Un minuto de dolor”.

--Yo no pago ningún beso por ni un minuto de dolor, prefiero pagarlo en efectivo. No es mi onda (risas). Ni la prefiero compartida, como dice la onda de Pablo Milanés.

--“Un poco más” será un alivio para dos fracasos.

--Eso sí. Uno no puede a la primera dificultad terminar la relación. Vamos a intentar un poco más, a hacerlo otra vez. Si uno está acostado con su señora y se echó ya con la mujer el primer tiro, uno dice vamos a ver si sale un poco más. Soy de esa idea, pues cuando la mujer se ha puesto brava y violenta, le digo: ‘Mira, tranquilízate. Luego hablamos’. Quizá porque tengo más años, sí, un poco más...

--“Ya no estás más a mi lado corazón”.

--Y ni modo... Pero Álvaro Carrillo sigue estando mucho más presente ahora que nunca, mucho más.

Comentarios