Teatro
"Calle amor", manifiesto feminista, transgénero
Escrita y dirigida por Laura Uribe, recorre el escenario el imaginario colectivo mexicano de ell@s, que crecieron y crecimos viendo películas de Disney y de Hollywood. Reproducen escenas de obras de teatro clásico que, explican, prepararon para graduarse pero se suspendió por la pandemia.CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Conmociona a los jóvenes que viéndose reflejados pudieron dar cauce a su grito de protesta. Y para el público asistente, de diferentes edades, Calle amor irrumpe con fuerza. Llena el teatro Julio Castillo. Impacta y sorprende, enoja y nos hace comprender, un poco, a través de ese espejo crítico con el que mira el hoy por hoy de estudiantes jóvenes que egresan de su escuela, en este caso de la Escuela Nacional de Arte Teatral.
En Calle amor, escrita y dirigida por Laura Uribe, recorre el escenario el imaginario colectivo mexicano de ell@s, que crecieron y crecimos viendo películas de Disney y de Hollywood. Reproducen escenas de obras de teatro clásico que, explican, prepararon para graduarse pero se suspendió por la pandemia. Las escenas son violentas y se exponen tal cual son, para después romperlas con la voz de las actrices y los actores, cuestionando los comportamientos de sus personajes, denunciando el proceso de ensayos y dejando a la vista un sistema patriarcal que ha pisoteado la sensibilidad y la creatividad de los estudiantes, en este caso, de teatro.
En La señorita Julia la escena se trata de un suicidio con un juego de poder depredador; y en Woyzeck es un feminicidio. La visión crítica y los testimonios encuadran de otra manera estas “obras clásicas”, al igual que las películas hollywodenses reproducidas en un ciclorama elevado simultáneamente a la acción de dos actores que interpretan la película que se está viendo. Hay disfrute de ver lo que nos remite a una infancia y a una adolescencia, y el público conecta con esa experiencia, y después la escena se deconstruye y deviene en otra acción; en otra imagen.
Un grupo de actores de la Escuela de Arte Teatral del INBAL convocó a Laura Uribe y organizaron un laboratorio para generar la obra. Actuaban, improvisaban y hablaban de sí mismos y de su idea del amor y el no amor, del amor de pareja, el de l@s amig@s; del amor o desamor en los procesos educativos caducos y violentos.
Las experiencias de vida del grupo de jóvenes actores dejan de manifiesto momentos de acoso y hostigamiento sexual de sus compañeros o maestros; la verticalidad y el ejercicio de poder. La obra se va convirtiendo en un manifiesto, en un dar voz a lo que tenían guardado; ese reclamo; esa rabia de impotencia… Y hablan sobre su concepción del presente y del amor y del futuro.
Los recursos escénicos son múltiples. Con video, con micrófonos, con duplicidad de imágenes y contenidos que se acompañan o contrastan. Las escenas de ficción se mezclan con las de la realidad para fracturar los comportamientos o ideologías violentas normalizadas y la invisibilización del ser y hacer de las mujeres.
El diseño de arte de Sabina Aldana –quien también participó en la dramaturgia, la escenografía y vestuario de Mauricio Ascencio y la iluminación de Tenzing Ortega–, logra ambientes fantásticos, paisajes de colores con cuerpos creando formas de grupo, de bola de nieve y fuego que se gira y habla, que se quiere y se acuerpa para subsistir.
De la mano de Laura Uribe, crearon el espectáculo Ángel Abad, Frida Aranza, Eduardo Arriola, Atenas Cobos, Mario González-Solís, Elizabeth Guajardo, Aurelio Gutiérrez, Erudi Minero, Manuel Mompala, Miguel Ángel Pérez, Aline Reyes, Rodrigo Virago, Juan Pablo Zabala y Erandi Zenil.
Calle amor está lleno de juego, de preguntas, de risa y disfrute, de violencia y crítica, de gritos furiosos y, finalmente, de esperanza.