CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–Había quedado listo el pequeño escenario en el foro del poniente de la ciudad y los abridores locales Americocojones Experience sostuvieron la atención del público durante casi una hora, con sonidos de estilo garage y stoner.

Al filo de las 10 de la noche, la audiencia del House of Vans aquí, sumamente emocionada, vio a la banda estelar ocupar su espacio y con una contrastante calma comenzaron los primeros ejercicios armónicos, que fueron construyendo un prólogo íntimo acorde a lo ajustado del escenario de tan solo unos cuantos metros y la disposición de los asistentes a participar con energía ante los primeros clásicos “Mystery Jack” y “The Lord of Lightning”.

King Gizzard & The Lizzard Wizard es una banda australiana, consolidada y madura a nivel de producción sonora, aclamada por la crítica especializada, precisos, creativos. Evoca los tiempos más profundos de la psicodelia de los años setenta; esto se nota constantemente en los momentos en que se comunican Stu Mackenzie en guitarra y voz, Cook Craig y Ambrose Kenny-Smith en teclados, el baterista Michael Cavanaghy y el bajista Lucas Skinner, con una forma muy virtuosa de conducirse en vivo, pocas veces apreciada en el cumulo de espectáculos que se presentan diariamente en el mundo.

Hay tiempo de festejar brevemente el cumpleaños del tecladista Cook Craig, quien comparte el pastel improvisado con la gente más cercana al escenario. A mitad del show, la euforia en los 500 asistentes dispuestos era tal que comenzaron los “mosh pits” (pogos) y el “crowd surfing” (surfei multitudinario), incrementando el nivel de calor y sudor colectivo y a la par del repertorio que incluyó una versión espectacular de “Rattlesnake”, capaz de provocar una catarsis memorable.

Buen espectáculo visual en la pantalla detrás de la batería, juego de iluminación sencillo más el sonido puntual de una banda con cinco músicos multi-instrumentistas redondearon la culminación de una intensa gira por el país, en las que recorrieron diferentes estilos de foros por las ciudades de Monterrey, Querétaro, e Ixtapa, así como en el Frontón México y House of Vans del corazón de México, quedando restantes las presentaciones en Guadalajara.

Queda claro que la escena y público para este estilo renovado de la psicodelia tiene auge en México, contando ya con un festival especializado y como es Hipnosis y una rápida respuesta del público ante conciertos como el de este viernes.

La crítica mundial y local concuerda en que King Gizzard es una de las mejores bandas en vivo en todo el mundo, un acto imperdible y que en México ha establecido una relación muy cercana desde del 2018 cuando se presentaron en el Festival Hipnosis en el bosque de Huixquilucan.

El resto de su calendario se concentra en festivales en Europa durante la primavera y el verano; pero la noche de este viernes fue una de las más memorables del año y que al encender las luces del recinto develó un público satisfecho, bañado en sudor y notablemente feliz.

La noche en la House of Vans convidó a una comunión pocas veces vista.