Hell and Heaven

Explosivo adiós de Kiss en la clausura del Hell and Heaven

El festival Hell & Heaven gozó de grandes momentos en su recta final del domingo, con la presencia de los californianos Megadeth aclamando al buen Dave Mustaine y su “Symphony of destruction”.
lunes, 5 de diciembre de 2022 · 21:18

TOLUCA, Edomex (apro).- La despedida de Kiss en arenas del rock fue una explosiva fiesta de algarabía en el festival Hell and Heaven, dando cerrojazo con broche de oro al último día del encuentro en el Foro Pegaso de la capital toluqueña.

Desde tempranas horas del domingo 4 de diciembre arribaron al recinto adeptos disfrazados como sus ídolos: rostros maquillados y vestimentas singulares observándose en el espacio musical a padres de familia junto a sus pequeños hijos que iban ataviados como sus ídolos, cual mítica conjunción generacional entre la vieja guardia y los adolescentes.  

 

Fue hasta pasadas las 23:15 cuando emergió la agrupación neoyorquina de “glam metal”, integrada por el bajista Gene Simmons, los guitarristas Paul Stanley y Tommy Thayer, así como el bataquero Eric Singer.

La fanaticada se arremolinaba con apretujones frente al tablado principal, así como en la zona “VIP” y el espacio general, pues nadie quería perderse ni un segundo el adiós de este conjunto que surgió en 1973. De apertura rasgaron “Detroit Rock City” y “Shout It Out Loud”. La radiante producción edificó una velada de ensueño, muy al estilo del vetusto cuarteto estadunidense, recargada de pirotecnia, llamaradas y una iluminación centealleante.

 El líder Stanley tomó palabra:

“No hablo bien español, pero comprendo tus sentimientos. ¡Tu corazón, mi corazón, es suyo! ¡México, te amo!”.

Y el público replicó en rugidos multitudinarios de felicidad.

Besos y hasta la vista  

Velozmente los Kiss tocaron “War Machine” y “Heaven’s on Fire”. La buena vibra fue incesante en coreos al ritmo de “I Love It Loud”. Tommy regaló sus excelsos requintos con guitarra en “Calling Dr. Love” y “Psycho Circus”.

El enigmático Simmons, nacido en Israel hacia 1949, realizó su fantasmal rasgueo al bajo en su solo mientas lengüeteaba escurriendo sangre de su boca, toda una gala demoniaca que prosiguió con “God of Thunder”.  En una tirolesa, Stanley volaba sobre el público entonando “Love Gun” para aterrizar sobre un escenario alterno y ser visibilizado en los cánticos de la célebre “I Was Made for Lovin' You”.

Los Kiss se enfilaron rumbo al final con “Black Diamond” y “Do You Love Me”, en una lluvia de gigantescos globos amarillos. Concluyeron reventando las emociones en la clásica “Rock and Roll All Nite”, donde lució el líder Simmons destrozando su lira con azotes contra la tarima.

Todos los integrantes de Kiss se unieron al filo del tablado en reverencias de gratitud, a la par que alzaban las manos en agitación suprema del último adiós y luego, desaparecer entre estallidos de pirotecnia.

El festival Hell & Heaven gozó de grandes momentos en su recta final del domingo, con la presencia de los californianos Megadeth aclamando al buen Dave Mustaine y su “Symphony of destruction”.

Los también neoyorquinos Antrhax hicieron lo propio en calentamiento de los ánimos de los respetables a las voces de Joey Belladonna.

La teatralidad danesa de Mercyful Fate hechizó con su macabro proyecto, creado en Copenhague hace 41 años por el vocalista King Diamond y el guitarrista Hank Shermann. Los escandinavos escenificaron atmósferas dantescas, vía una luminosa cruz invertida en custodia del horizonte, en tanto que un pentagrama dibujaba su efigie luciferina. El montaje fue custodiado por columnas de arcos góticos esculpidos por el número bestial “666”.

Durante más de doce horas festivaleras, por los cinco escenarios desfilaron una diversidad de proyectos hechos en casa, destacando Santa Cruz, Transmetal, Tijuana No y Panteón Rococó. 

Hell & Heaven 2022 concluyó así tras tres intensos días de rock duro y demencial, la aceptación del público asistente y brindando grandes expectativas para la próxima edición. Y es que ya están anunciados los nórdicos Amon Amarth y Emperor, desde las gélidas montañas de Suecia y Noruega, respectivamente.

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