Premio Nobel de Literatura
El Nobel de Literatura a Annie Ernaux y el "elemento sorpresa"
La discusión en torno a la decisión del Nobel –más no por la calidad y obra de la galardonada--, ha sido por dejar fuera la posibilidad a autores que por años han estado en la lista de candidatos como los más mencionados entre encuestas a literatos y lectores.CIUDAD DE MÉXICO (apro).–Si por un lado se alaba el reconocimiento del Nobel de Literatura a la escritora francesa Annie Ernaux, cuyo eje de trabajo ha estado marcada por la autoficción, la dominación de clases sociales y la marginación femenina; por el otro se recuerda que una vez más, la Academia Sueca ha dejado a autores que por años se han especulado en la lista de candidatos.
Los temas de Ernaux a lo largo de cinco décadas de trabajo se han enraizado entre la narrativa y la sociología, mismos que se pueden rastrear en los volúmenes “El lugar”, “El Acontecimiento”, “La Vergüenza”, “Pura Pasión” (editados por Tusquets), y el más reciente “Los años” (Edit. Cabaret Voltaire), y con ello el Nobel de Literatura, dotado con 10 millones de coronas suecas, otorgando una distinción hacia el género de la ficción, y dentro de este a la auto-ficción, como elemento estrella.
Sobre el Nobel, Ernaux, quien también es profesora de literatura en liceos de Annecy y de la periferia parisiense, y entre cuyos reconocimientos destaca el prestigioso español Premio Formentor, afirmó conlleva una gran responsabilidad:
“Lo considero un gran honor y al mismo tiempo una gran responsabilidad, una responsabilidad que se me otorga con el premio. Es decir, de manifestar una forma de equidad, de justicia, en relación con el mundo”.
El Nobel le fue concedido “por la valentía y la precisión clínica con la que desvela las raíces, los extrañamientos y las trabas colectivas a la memoria personal”, según el comité del premio, y de manera inmediata las reacciones positivas no se hicieron esperar, el presidente francés reaccionó al anuncio de Ernaux recordando que “su voz es la de la libertad de la mujer y de los olvidados del siglo”.
Sin embargo, la discusión en torno a la decisión del Nobel –más no por la calidad y obra de la galardonada--, ha sido por dejar fuera la posibilidad a autores que por años han estado en la lista de candidatos como los más mencionados entre encuestas a literatos y lectores, además de reconocer –de nuevo-- a un autor francés, siendo Francia el país con mayores escritores Nobel.
Así, una vez más el Nobel decidió continuar bajo el “elemento sorpresa” dejando fuera la posibilidad al albanés Ismail Kadaré, quien se ha mencionado prácticamente por décadas; Kadaré ha sido reconocido con premios como el Booker Internacional y el Premio Príncipe de Asturias, y entre sus volúmenes destacan “El puente de tres arcos” (1978), “El palacio de los sueños (1981) y La noche con luna (1985).
Otro nombre ha sido el británico Salman Rushdie, cuya obra “Los versos satánicos” (1988) le llevó a un grave atentado en Nueva York (EU) en agosto pasado en el marco de protestas fundamentalistas islámicas. O incluso a la bióloga y escritora rusa Liudmila Ulítskaya, autora de la galardonada “Sóniecjka” (1992), entre diversas obras.
Todo ello sin contar que siempre se le reprochará a la Academia Sueca dejar fuera del Nobel de Literatura (entre cuyas reglas está premiar a autores vivos) a nombres tan reconocidos como Marcel Proust (1821-1922), James Joyce (1882-1941) o Jorge Luis Borges (1899-1986), cuyas obras ya son consideradas clásicos de la literatura mundial.