Festival Internacional Cervantino

Gustavo Dudamel y LA Phil, ovación en el 50 Cervantino

Guanajuato recibió a Dudamel y la Filarmónica en un concierto que se puede recordar por el dramatismo, calidez e impecable presentación de principio a fin.
domingo, 30 de octubre de 2022 · 13:22

GUANAJUATO (proceso.com.mx).-Con la grata impresión que dejaron Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles (LA Phil) en presentación previa en la Ciudad de México, los artistas sumaron otra hazaña en el majestuoso Teatro Juárez de esta ciudad, cuyo recital se vivió casi como un digno cierre de la 50° edición del Festival Internacional Cervantino (FIC).

Guanajuato recibió a Dudamel y la Filarmónica en un concierto que se puede recordar por el dramatismo, calidez e impecable presentación de principio a fin.

En el caso de la primera, con el estreno en México de “Altar de cuerda. Concierto para violín y orquesta” (pieza comisionada por LA Phil), que constó de tres movimientos rápido-lento-rápido , compuesto por Gabriela Ortiz, considerada una de las músico nacionales más celebradas de su generación, quien refirió previamente sobre esta regresar alas referencias arquitectónicas y la constitución de los cánones tradicionales.

En esa pieza, la violinista María Dueñas se lució con los movimientos “Morisco chilango”, “Canto abierto” y “Maya déco”. La esbelta figura de la artista andaluza y el compás de sus brazos en profusos movimientos sucedieron desde el primer minuto. La ejecución captó la atención de los presentes que se vieron absortos por la música.

Ganadora del Concurso Menuhin en 2021 y ‘Artista del mes’ de Musical America en septiembre de 2019, apenas un par de diversos reconocimientos en su joven carrera, a la violinista se le atañe técnica y sensibilidad en sus ejecuciones.

Por su parte Dudamel, con su característica sonrisa, presencia y fuerza en el escenario, dio muestra del talento ante una orquesta considerada  como una de las más destacadas del mundo por reflejar solidez y vanguardia en sus presentaciones.

Tras el intermedio, la esperada “Sinfonía num. 1 en re mayor, Titán”, de Gustav Mahler (1860-1911), reconocida como un “poema sinfónico” en dos partes, en donde se ha sugerido como una auto-biografía donde el compositor se infringió dolor. Considerada en su estreno, hacia 1888, como una obra ‘vulgar y demente’, la pieza tiene tintes dulces –en efecto casi poéticos-- que solo la han hecho más bella y reconocida con el paso del tiempo.

El final, de infarto, vino con un torrente de aplausos en el Teatro Juárez. Bajo la batuta de Dudamel, Mahler cobró vida en el Cervantino.

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