CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–Gran consternación en el medio cultural causó la muerte del periodista Juan Carlos Valdés Oropeza, quien se desempeñaba también desde 2004 como coordinador de la Sección Cultural del Sistema Nacional de Noticiarios del Instituto Mexicano de la Radio (IMER).

Fue un infarto el que terminó con su vida de apenas 53 años, este sábado 8 de enero. Nacido en el año de 1968, Valdés realizó estudios en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se incorporó como reportero cultural al IMER en 1994, donde hizo su trayectoria.

Fue conductor de los programas “El placer del ocio”, “La Feria, carrusel de lectura”, en Horizonte Jazz, y recientemente “El andamio”. Participó en varios encuentros de periodistas culturales, entre ellos los organizados por la Feria de la Lectura de Yucatán, y en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, donde además impartió cursos.

Desde la noche de ayer, periodistas de la fuente cultural de otros medios de comunicación, funcionarios de cultura, artistas y promotores, expresaron su pesar por el fallecimiento de Valdés.

Apenas el viernes, cuando la Secretaría de Cultura (SC) ofreció a través de un chat de WhatsApp, entrevistas para hacer aclaraciones sobre el asunto del fallecido narrador Víctor Chi, quien en los últimos días de diciembre de 2021 denunció desde el hospital, que no se le habían cubierto sus presentaciones, el reportero del IMER fue de los primeros en solicitar la entrevista.

Quizá por ello, por haber trabajado hasta el último día de su vida, sorprendió más su fallecimiento. Fue su compañera Aleida Calleja quien a través de su cuenta de Twitter dio la noticia a las 11:00 de la noche de ayer sábado. Y en seguida comenzaron las expresiones de tristeza y condolencias. La mayoría lo ha recordado por su bonhomía.

Instancias como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a la cual siempre acudió, la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, la Secretaría de Cultura del gobierno federal, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, y Canal 22, entre otras, lamentaron también su temprana partida.

Le sobreviven su esposa Claudia y sus hijos Sebastián e Iker.