Música
Al ring musical del Festival "Rock y Lucha"
En un formato de autoconcierto, el espectáculo del Festival Rock y Lucha reunió a rockeros y luchadores en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, teniendo como estelares a la insigne banda musical Lost Acapulco.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– En un formato de autoconcierto, el espectáculo del Festival Rock y Lucha reunió a rockeros y luchadores en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, teniendo como estelares a la insigne banda musical Lost Acapulco.
Esta agrupación de “rock surf” emergió a las 21:12 horas con la presencia de Esteban López “Crunchy” (guitarra), Juan Moragues-Cholbi “Reverendo” (guitarra), Gustavo Murillo “Gran Gus” (bajo) y Roberto Muñoz “Warpig” (batería).
Locuaces músicos que siempre han cubierto sus rostros con máscaras de luchadores, los “perdidos acapulqueños” rápidamente inundaron de buena vibra con sus estridentes y alucinantes rolas en una fresca noche al aire libre. La apertura consideró los temas “Por un tubo”, “Escape de Santa Martha” y “Málaga Storm”, en un estilo meramente instrumental y sin letras, como se ha caracterizado conceptualmente. Ritmos acelerados con frescas guitarras, bajeos y batacazos imprimió el ensamble originario del puerto de Acapulco, surgido a mitad de los ‘90, para reanimar a sus seguidores de distintas generaciones, viéndose los “fans” de antaño acompañados de sus pequeños hijos enmascarados para disfrutar del “show”.
La atractiva producción relucía por un escenario que al frente extendía un ring de lucha libre y como telón de fondo una monumental pantalla, en la que se observaban ilustraciones que enaltecían el arte mexicano del pancracio. De su repertorio rasgaron “Terremoto”, “El garage de Gina Monster” y “Tanga tu tanga”, en alegre festín con sana distancia y estrictos protocolos sanitarios para que los presentes disfrutaran sin preocupaciones la velada.
“Surf Mongol” dibujaba el ocaso, para enfilar el cerrojazo inexorable tocando “Olvidemos el romance”, uno de los pocos cortes cantados por Lost Acapulco, en una irreverencia desenfadada que aclamó la chaviza con frenético éxtasis. Agradecidos por la exitosa y ágil entrega, al filo del entablado rindieron reverencia “Crunchy”, “Reverendo”, “Gran Gus” y “Warpig”, para dar huida veloz entre ensordecedores claxonazos cuando el reloj marcaba las 21:38.
El Festival “Rock y Lucha” continuó dirigiendo las miradas hacia el resplandeciente hexadrilátero, con un combate estelar entre Octagón Jr. y Texano Jr., dando pie a que el público liberara sus emociones entre gritos, insultos y aplausos a los gladiadores hasta sonar las campanadas más allá de las 10 de la noche.
La festividad había arrancado desde las 19:00 horas con dosis de punk fenomenal a cargo de los De Nalgas, quienes entonaron su rola antisistema y contra todos los partidos políticos “Con dinero baila el perro”. Las luchas se intercalaron entre cada presentación de las bandas: la inicial estuvo a cargo de Octagoncito y La Parkita, contra mini Psycho Clown y La Parkita Negra.
Tomó estafeta entonces otro emblema del punk rock Chingadazo de Kung Fu, alardeando con su nuevo corte “Piñas coladas en abril”. Después ocurrió el enfrentamiento entre la poderosa Lady Shani y Hades, la segunda luchadora más joven dentro de la caravana AAA.
Al ritmo de ska dio su propio calentón Nana Pancha, destacando por dedicar “Mi propio infierno” a la memoria de quienes fallecieron en tiempos de la pandemia. Más adelante dieron paso a una pelea en tripleta (todos contra todos), entre Argenis, Tito Santana y Mocho Cota Jr.
En entrevista para proceso.com.mx previa al espectáculo Rock y Lucha, Juan Moragues-Cholbi “Reverendo”, de Lost Acapulco, comentó que con las recientes aperturas sanitarias se lograron reunir cuatro bandas y cuatro luchas, en un formato de autoconcierto y al mismo tiempo de “streaming”.
El guitarrista enmarcó que para todos los participantes es “una buena forma de regresar” al ser la industria del entretenimiento uno de los sectores “más golpeados”. Asimismo, distinguió que dicha presentación permitió la reunión de familias a través de la cultura del rock y la lucha libre mexicana:
“Es un ‘show’ bastante familiar el de las luchas. Y el rock también, en un marco en el que compartimos escenario, donde la maquinaria no debe parar de rodar”.
Sobre el devenir del rock, aseguró que en nuestro país se siguen generando nuevas bandas, al punto que muchas de ellas continuarán en un estado “underground”, alejadas de las modas, con actitud de “hazlo tú mismo” (sic). En cuanto Lost Acapulco, afirmó que para ellos ha sido substancial estar alejados de posturas políticas para pasarla bien:
“Afortunadamente no nos interesa la polaca, nos gusta divertirnos. Hacemos música que no tiene letras es para entretener, eso es lo fundamental, metidas en esa otra onda de la política ya abundan las bandas”.
De cualquier modo, acentuó que desde sus orígenes han buscado un mensaje en el que “no debemos perder la libertad de pensamiento y diversión”. Por otro lado, respecto a la vacunación reconoció que “es una buena señal donde se ve la luz al final del túnel, habrá más shows”. Y concluyó sobre la necesidad de inmunizarse para lograr una apertura de la economía y los espectáculos:
“Hay que ser conscientes, mucha gente se ha ido, no hay que minimizar a los científicos, a la ciencia hay que creerle”.