Felipe Cazals
Canoa, la película mito de Felipe Cazals
En aquellos años el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz advertía que “los estudiantes anhelan la revolución comunista; quieren destruir México”, ese discurso permeaba en el imaginario colectivo del país y se materializó en el pueblo de San Miguel Canoa la noche del 14 de septiembre 1968.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– Felipe Cazals tenía 38 años cuando filmó la cinta que le daría un Oso de Plata del Festival de Berlín en 1976; tardó cuatro semanas y media en rodarla, iba todos los días de la Ciudad de México a Santa Rita, Puebla.
En 1974 junto al guionista y periodista Tomás Pérez Turrent, empezó la labor de investigación sobre el suceso ocurrido en septiembre de 1968, en plena efervescencia del movimiento estudiantil, cuando un grupo de trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) fueron linchados bajo la consigna del cura Enrique Meza Pérez, quien alertaba a los pobladores que eran comunistas.
En aquellos años el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz advertía que “los estudiantes anhelan la revolución comunista; quieren destruir México”, ese discurso permeaba en el imaginario colectivo del país y se materializó en el pueblo de San Miguel Canoa la noche del 14 de septiembre 1968, el mal clima impidió a los trabajares continuar su travesía para escalar la montaña de La Malinche y decidieron dormir en el poblado sin imaginarse que una turba atentaría contra ellos horas más tarde.
18 días después de aquel linchamiento, en la Ciudad de México se llevó a cabo la matanza de Tlatelolco contra un grupo de estudiantes, en su momento, lo que sucedió en Puebla fue visto como un presagio de lo que ocurría después y de la animadversión política en el país.
Durante aquellas labores de investigación para realizar la cinta, Cazals recordaría que durante una entrevista que sostuvieron con el cura Enrique Meza, para saber sobre algunos puntos de la historia, este se levantó, fue por una pistola calibre 45, cortó cartucho y la puso sobre la mesa, “temblando nos subimos a mi Volkswagen y nos fuimos de allí”, dijo en 2016 a Proceso.
Cuando se concluyó el guión fue propuesta al CONACINE, el ente gubernamental de la época, este aceptó, pero originalmente propuso al cantante César Costa, para obtener uno de los roles protagónicos, por ser el actor del momento. Hecho que Cazals no aceptó.
"Fiel en la medida de lo posible a los hechos, pues el guión se escribió con base a entrevistas a los participantes y supervivientes, en su búsqueda por hacer justicia y concientizar contra los alcances del fanatismo, es un referente obligado para quien quiera comprender la situación de violencia incontrolada a la que el cura Meza Pérez llevó a la población. Nunca recibió castigo, ante el escándalo se le cambió de curato a Santa Inés Ahuatempan", recordaría la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en una nota sobre las atrocidades cometidas en ese época.
El reparto fue conformado por Enrique Lucero, Salvador Sánchez, Ernesto Gómez Cruz, Rodrigo Puebla, Roberto Sosa, Arturo Allegro, Carlos Chávez y Jaime Garza.
En el año de su estreno obtuvo el Heraldo a Mejor Película, Dirección y Guión.
Además ganó el premio a mejor Película, Dirección, Guión y Edición de las Diosas de Plata de Periodistas Cinematográficos de México (PECIME. Salvador Sánchez lograría el reconocimiento a mejor actor u y Roberto Sosa obtuvo el galardón por Revelación Masculina.
También resultó premiada al Mejor Argumento Original de la XVIII Entrega de los Arieles de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en 1976.
“Debo decir que quieté muchísimas situaciones en el montaje porque si no el espectador no hubiera resistido la película. Si hubiera dejado todas las barbaridades que les hicieron, y que luego negaron, el público no hubiera resistido", narró Cazals.
De acuerdo con el estudio Linchamientos en México: recuento de un periodo largo (1988-2014), efectuado por la Universidad Autónoma Metropolita (UAM), hasta aquel momento se tenía el registro de al menos 366 casos ocurridos.
La última vez que se supo de un suceso similar fue en junio del año pasado, cuando un grupo de pobladores de la junta auxiliar de San Miguel Canoa retuvieron a dos personas que realizaban labores de fumigación en el panteón de esa localidad durante la emergencia sanitaria por coronavirus, quienes al final fueron liberados hasta que se llegó a un acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob).
Felipe Cazals falleció este 16 de octubre, nació el 28 de julio de 1937, tenía 84 años.