CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En los terrenos donde se construye el nuevo aeropuerto de Santa Lucía se han localizado, de mayo a la fecha, alrededor de 200 osamentas de mamuts, según arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes sospechan que el sitio del hallazgo era un lago ancestral de suelo pantanoso que atrajo y atrapó a esos animales, lo que podría explicar su extinción.
Los especialistas encontraron pistas sobre la presencia de seres humanos que habrían fabricado herramientas con los huesos de esos animales --supuestamente muertos hace 10 mil o 20 mil años--, cuyos restos están ubicados a 12 millas de trampas poco profundas construidas por los antiguos habitantes de la zona.
Además de los 200 mamuts, también se hallaron restos de 25 camellos y cinco caballos, informó el arqueólogo de la División de Salvamento Arqueológico del INAH, Rubén Manzanilla López, quien explicó a la agencia Associated Press (AP) que los observadores están presentes en cada excavación hecha por un bulldozer para cuidar cada descubrimiento.
Nota relacionada:
Mamuts en el aeropuerto: El yacimiento más rico en América Latina
Está previsto que el proyecto del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles, ubicado en Zumpango, Estado de México, quede completado en 2022. En ese momento también concluirán las excavaciones y, por lo tanto, los hallazgos.
Según el arqueólogo Manzanilla López, la evidencia indica que los mamuts murieron de causas naturales, porque quedaron atascados en el lodo del pantano ancestral. Los restos pudieron haber sido extraídos por los habitantes, ya que tienen una forma similar a los que se encontraron en 2019 en las trampas de San Antonio Xahuento, en el municipio de Tultepec, Estado de México.
“En Tultepec se encontraron herramientas hechas de los mismos huesos. Aquí hemos tenido ya varios indicios de ese tipo de herramientas, pero hasta que no se hagan los estudios de laboratorio donde se puedan ver las huellas de estos instrumentos o posibles instrumentos, no queremos decir que sí tenemos estas evidencias. Tiene que ser con sustento académico”, apuntó.
Por su parte, el paleontólogo Joaquín Arroyo Cabrales expresó que esa impresionante gran muestra será un lugar importante para probar qué causó la extinción de este animal.
“Por todos lados hay la discusión de que si fue el cambio climático o fue la presencia humana directa. Creo que al final nuestra decisión a nivel continental va a ser que hubo un efecto sinérgico entre el cambio climático y la presencia humana”, abundó.
El 18 de mayo de 2020, el INAH dio a conocer que habían encontrado, en la misma zona de Santa Lucía, restos de al menos 60 mamuts en el sitio donde se ubicaría la Torre de Control y en las pistas. La cifra ha ido en aumento. El INAH se refirió a 132 restos y 19 esqueletos humanos, que dan una oportunidad “sin precedentes” a los expertos para “indagar en más de 30 mil años de historia”, señaló en un comunicado.
En diciembre de 2019 también se encontraron 900 huesos de mamuts, pero los arqueólogos nunca imaginaron las dimensiones del hallazgo.
Las labores del INAH en la Base Militar Santa Lucía comenzaron el 9 de abril de 2019, cerca del que fue el lago de Xaltocan. Se creía que podría encontrarse fauna pleistocénica de hace 35 mil años Antes de Cristo hasta la etapa mixteca, pero hallaron osamentas de mamuts de la variedad columbi, mamut colombiano, bisontes, camellos y caballos.
También se recuperaron 15 esqueletos humanos que se presume eran parte de entierros prehispánicos, pues en el lugar había vasijas, obsidiana y un cánido, enterrados como ofrendas.
En ese entonces, el arqueólogo del INAH Pedro Sánchez informó a AP que se trató del “hallazgo más grande de este tipo” en México, lo que les permitiría tener una muestra importante de vestigios para realizar estudios, a nivel mundial, sobre estos mamuts de la época del pleistoceno.
“No suponíamos que era un número tan alto de osamentas. Se están haciendo excavaciones pertinentes, muy cuidadas, para recuperar estos vestigios. Estamos haciendo el trabajo de ir armando la osamenta. Seguramente cuando acabemos el conteo tendremos más mamuts”, indicó entonces.
El 29 de junio de 2020, el INAH inició una investigación sobre los mamuts hallados en Santa Lucía y Tultepec, en el Estado de México, municipio en el que el año pasado se encontraron 15 osamentas que datan de hace 14 mil años, de acuerdo con expertos. La distancia entre ambos sitios es de alrededor de 8 kilómetros.
Junto con dos colegas, el profesor investigador del Laboratorio de Arqueozoología de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH, Joaquín Arroyo Cabrales, visitó el Museo del Mamut de Tultepec y la zona de excavación donde estaban ubicadas las osamentas, para comenzar la investigación científica.
Arroyo Cabrales, también co-coordinador del Proyecto La Prehistoria y Paleoambientes del Noroeste de la Cuenca de México, junto con el arqueólogo responsable de los proyectos de rescates de osamentas de mamut “Tutepec I” y “Tultepec II”, Luis Córdoba Barradas, fueron los encargados de la exploración, pues también habían participado en el hallazgo de mamuts en los municipios de Coacalco, Tultitlán y Ecatepec, en el Estado de México.
También participarían Manzanilla López y el profesor investigador del Centro INAH Morelos, Eduardo Corona Martínez.
“Lo que haremos será leer lo que nos dicen los diferentes huesos encontrados y los sedimentos de las diferentes capas estratigráficas. Para ello, vendrán diversos especialistas para analizar hasta caracoles encontrados, los cuales son muy útiles en los diagnósticos de ambiente, así como de polen u otros animales que pudieran haber convivido en esa época. De eso se trata este proyecto”, recalcó entonces Arroyo Cabrales.
Debido a la ocurrencia de la emergencia sanitaria por covid-19, los trabajos no se suspendieron, pero sí se redujo la visita de los especialistas a las zonas de los hallazgos, pues ahora solo pueden ir grupos de tres o cuatro científicos, cada semana o cada 15 días, para recoger muestras para su análisis.
El Museo del Mamut
En diciembre de 2015, vecinos de la calle La Saucera, en San Antonio Xahuento, informaron sobre el hallazgo de huesos de gran tamaño que fueron identificados por los arqueólogos del INAH Luis Córdoba Barradas y Felipe Muñoz Díaz, como restos de un mamut parcialmente destazado por cazadores-recolectores y atascados en una zona pantanosa a la orilla del extinto lago de Xaltocan.
Así fueron encontrados, excavados y restaurados los 200 huesos completos --es decir, el 85% del esqueleto-- de una osamenta de 410 kilogramos de peso de un mamut.
En noviembre de 2018 fue instalada de forma permanente en el Museo de la Casa de Cultura “Víctor Urbán Velasco”, en el barrio San Rafael, en una sala bautizada como “El mamut de Tultepec. Una mirada al pasado”.
En ese entonces, durante la inauguración, la directora de Salvamento Arqueológico del INAH, Susana Lam, expresó que Tultepec formaba parte de los más de 20 sitios ubicados en municipios al norte y oriente del Estado de México y parte de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana donde se han ubicado restos de animales de la etapa del pleitoceno, pero pocas veces han descubierto ejemplares completos como este mamut, con colmillos de 1.60 metros aproximadamente.
Poco a poco, esta sala se convirtió en el Museo del Mamut, y en 2019 se anunció su ampliación tras el descubrimiento de 900 huesos de 14 mamuts; para este año se preveía una inversión de 2 millones de pesos para tal fin, pero con la pandemia de covid-19 no se informó más al respecto.
“Tras el hallazgo del mamut, la gente tomó conciencia y ha regresado las piezas que ha encontrado en diferentes puntos”, expresó en su momento la encargada del proyecto del museo, Juana Zúñiga.