La extinción de fideicomisos no significa la cancelación de apoyos al cine y toda su cadena de valor: Imcine
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ante la desaparición del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine) y el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine), el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) argumentó que entregará “los apoyos directos al cine a través de un programa presupuestal no dependiente de un fideicomiso”.
En un documento de 11 puntos detalló “que cuenta con las atribuciones legales para usar su estructura” y lograr eso.
Añade: “Los fideicomisos son un mero mecanismo para administrar dinero y su extinción no significa de manera alguna la cancelación de los apoyos al cine y toda su cadena de valor”.
El Imcine, dirigido por la destacada cineasta María Novaro, empieza así el texto: “Con el fin de hacer más eficiente la Administración Pública Federal y acabar con espacios para la corrupción, uno de los compromisos del presidente Andrés Manuel López Obrador fue el de extinguir todos los fideicomisos y similares dentro del poder Ejecutivo”.
Fidecine y Foprocine, abunda, fueron una herramienta eficaz de apoyo y crecimiento para el cine mexicano y un logro indiscutible de la comunidad cinematográfica cuyos beneficios no deben perderse.
“Esto no significa que se van a quedar sin apoyo los creadores, los cineastas, los investigadores. No, van a seguir recibiendo su apoyo, nada más que lo vamos a hacer de otra forma, les vamos a entregar de manera directa lo que les corresponde, sin estos instrumentos de intermediación”.
En el punto cuatro explica que se dará continuidad a los apoyos al cine mexicano con “un programa presupuestario de subsidios sujeto a reglas de operación, y será a través de consejos ciudadanos que se evaluarán todos los proyectos en todas las convocatorias”.
Luego detalla que serán 11 convocatorias anuales agrupadas en tres vertientes: ocho diferenciadas para dar apoyos a la producción y postproducción de largometrajes y cortometrajes; dos para apoyar la exhibición (a espacios y a proyectos de formación de públicos y exhibición de cine mexicano), y una
para la conformación y preservación de acervos cinematográficos y audiovisuales.
Tras garantizar que el Eficine continuará con sus dos convocatorias anuales, tanto de producción como de distribución, sostiene que seguirán los apoyos a la escritura de guiones, líneas argumentales y desarrollo de proyectos, con los programas de formación-producción para cineastas y comunidades indígenas y afrodescendientes, talleres cortos y proyectos de formación comunitaria de largo aliento, y la promoción al cine mexicano en su plataforma y a través de sus programas de difusión nacionales e internacionales, entre otros.
Incluso “se fortalecen así las capacidades operativas del Imcine, al tiempo que se brinda una mayor certeza sobre el presupuesto destinado anualmente a apoyar el cine nacional”, y puntualiza que ha trabajado de la mano con la comunidad cinematográfica este escenario.
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El punto 8 dice: “Gracias al trabajo conjunto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se ha establecido el compromiso para que la transición entre la administración de un fideicomiso y la operación de un programa presupuestario sea eficiente y transparente. Los beneficiarios están al centro, de tal suerte que el cambio administrativo no deberá causarles mayor problema ni incertidumbre”.
En cuanto a las reformas a la Ley Federal de Cinematografía, éste es un proceso que deberá recorrer su propio tiempo y que busca fortalecer al cine nacional, abunda.
De igual manera, reconoce el trabajo de la comunidad cinematográfica en la disposición y diálogo “que siempre han sostenido con las autoridades, sólo así podremos seguir construyendo en común”.
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En el último punto, el 11, recalca: “Continuaremos apoyando intensamente el cine diverso, incluyente y de calidad que ha hecho a México un referente en la cinematografía mundial”.