CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El hallazgo de los restos de 60 mamuts en la construcción del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” en Santa Lucía, Estado de México, podría formar parte de otro grupo de esqueletos encontrado el año pasado a 14 kilómetros de distancia. Así, los restos que fueron encontrados en las inmediaciones de las construcciones del nuevo aeropuerto, serían en realidad el segundo hallazgo más grande relativo a estos animales, que podrían formar parte de otro grupo de esos mamíferos encontrados en San Antonio, Xahuento, Tultepec, el año pasado –a una media hora de distancia en automóvil–, y del cual el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio cuenta en noviembre de 2019. Como parte de ese hallazgo, en el contexto de trabajos para un relleno sanitario en donde se buscaba colocar tubos de drenaje de 1.85 metros de diámetro, se informó en un primer momento de 14 restos (824 huesos de esos mamíferos) y la posibilidad de encontrar entre 6 y 7 manadas. De hecho, tras continuar las excavaciones y al pasar los meses se han dado cuenta de 60 esqueletos de ese grupo hasta la fecha.

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El hallazgo en Santa Lucía se suscitó en la zona donde estará la futura Torre de Control del aeropuerto y parte de las pistas de aterrizaje, y las excavaciones datan del 9 de abril de 2019, según información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mismas que se ubicaron cercanas al antiguo Lago de Xaltocan, espacio en el que se pensó se podría encontrar fauna del periodo pleistocénico, es decir, de unos 35 mil años antes de Cristo y hasta la época mexica. Si bien las investigaciones iniciaron con cerca de 12 asistentes a cargo de tres arqueólogos, conforme avanzaron creció hasta un equipo de 31 especialistas y tres restauradores en la zona. También se informó que se han encontrado otros restos, entre ellos 15 osamentas humanas relativas a entierros prehispánicos, vasijas (muchas de ellas en perfectas condiciones, según dio cuenta Patricia Ruiz Anchondo, titular de la Procuraduría Social del Gobierno de la Ciudad de México en sus cuentas sociales) y piedras talladas en obsidiana de hasta 1200 A.C. y hasta la época mexica.