Cultura
Retes, Cazals, Hermosillo, en el Festival de Trieste
Estos reconocidos artífices de la producción cinematográfica nacional encabezan la participación en el Festival de Cine Latinoamericano de Trieste dedicado a Latinoamérica.Estos reconocidos artífices de la producción cinematográfica nacional encabezan la participación en el evento italiano dedicado a Latinoamérica. El primero, fallecido este año, con el estreno de Identidad tomada, “un gran regalo que Gabriel nos hizo”, informó en entrevista el director chileno Rodrigo Díaz, titular del festival, según la promesa de Retes hecha el año pasado cuando recibió Mención Especial por su carrera al participar con el filme La Revolución y sus artistas.
ROMA, Italia (Proceso).- El Festival de Cine Latinoamericano de Trieste, la gran cita de cine de América Latina en Italia, encarará la edición 35, que se celebra hasta el próximo 15 de este mes en medio de la segunda ola de covid-19 en Europa, con el espíritu de aquellos que quieren convertir las caídas en oportunidades y tienen el afán de insuflar aire nuevo.
No sólo porque el festival de este año se desarrolla en un formato que, por primera vez, permite la visión online de 51 películas (de las 87 participantes) a cualquier persona que se encuentre en Europa o en América. También porque incluye el estreno mundial de Identidad tomada, la última obra del icónico cineasta mexicano Gabriel Retes, acabada poco antes de su muerte, en abril.
El largometraje de 100 minutos critica con humor pícaro el mundo del cine y de los festivales, y competirá en la sección más importante, el Concurso Oficial, en el que participan dos mexicanas más (Fuego adentro, de Jesús-Mario Lozano, y Tritón, de Arturo Villaseñor), al lado de filmes de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba Chile, Perú y Venezuela.
“Ha sido un gran regalo que Gabriel nos hizo”, explicó en entrevista con Proceso el chileno Rodrigo Díaz, director del festival.
Según él, el propio Retes había prometido el estreno de su película en Trieste en ocasión de su estancia en Italia el año pasado, cuando en el marco de la anterior edición del festival recibió la Mención Especial a su carrera y participó con el filme La Revolución y sus artistas.
“Nos la prometió estando en Trieste junto con su compañera sentimental, Meritxell Gález (también productora e intérprete en la cinta). Me dijo que lo hacía como un gesto de gratitud y por haber siempre creído en él”, detalló, al calificar al director de El Bulto (1991) y Bienvenido Welcome (1995) como uno de los mejores cineastas independientes de México. Y añadió:
“Con sus películas, cambió a su país. La gente lo veía en la calle, lo reconocía y le pedía autógrafos, algo que en general sólo les pasa a las actrices o a las actores, y a muy pocos cineastas.”
Díaz lo conoció a finales de los años ochenta:
“Quisiéramos que en Italia y en toda Europa su trabajo se conociese aún más, y creo que esta será otra oportunidad.”
En este sentido, explicó que Gález y él coincidieron en la necesidad de otorgarle al filme la mayor difusión posible urbi et orbi, en un momento muy difícil para la industria de la región debido a los daños provocados por la pandemia de covid-19. Por ello se ha dado la autorización de que Identidad tomada sea una de las películas que podrán ser vistas online a través de la plataforma Mowies, la cual, pagando un monto, dará acceso al filme seleccionado durante 48 horas tras entrar en la página cinelatinotrieste.mowies.com.
Copia restaurada
Pero no es la única novedad que este año atañe al cine mexicano en Trieste. De hecho, los organizadores del certamen han decidido hacer un homenaje muy especial al cineasta Jaime Humberto Hermosillo, también fallecido este año. Para lo cual han incluido en la sección Cine y Literatura dos de sus obras, María de mi corazón, tema y guión de Gabriel García Márquez, cuyo estreno ocurrió en 1979 y que será presentada por primera vez en Europa en una copia restaurada; y De Noche vienes Esmeralda (1997), inspirada en el cuento “De noches vienes” de la narradora mexicana Elena Poniatowska.
Además de Hermosillo, el festival recordará a otros cineastas latinoamericanos que perdieron la vida este año, entre ellos el documentalista argentino Marcelo Céspedes.
La sombra de la actualidad también planeará sobre el certamen con el documental Bad hombres, de Juan del Monte Madrigal, que aborda la dura realidad de los migrantes en su intento por cruzar la frontera méxico-estadunidense, y que toma su nombre de la expresión peyorativa que usó Donald Trump para referirse a los mexicanos indocumentados; competirá por el Premio Malvinas. Asimismo se proyectará Cofre de Perote (Nauhcampatépetl), de Gualberto Díaz González, sobre los problemas del medio ambiente en la región de Veracruz y de la explotación del Golfo de México, cinta a luchar en la sección Contemporánea Concurso.
De enorme actualidad es la cinta El año de la peste, de Felipe Cazals, en la sección de Cine y Literatura, pues no obstante haberse estrenado en 1979, hay en ella una referencia directa a la realidad que ahora está enfrentando la humanidad entera. Narra que una epidemia desconocida y transmisible se apodera de un pueblo, mientras el gobierno intenta controlarla en vano. Imbuidos por hechos más remotos de la historia, en cambio, son los documentales El poder en la mirada (2018), de Ramón Mikelajáuregui; Un país de caricatura. La caricatura mexicana del siglo XIX, de Armando Casas (2000); Un retrato de Diego. La revolución de la mirada (2007), de Gabriel Figueroa Flores y Diego López Rivera, y la coproducción austriaco-mexicana El penacho de Moctezuma. Plumaria de México (2014), de Jaime Kuri Aiza, que rivalizarán en la sección Premio Mundo Latino.
En cambio, Los laberintos de la memoria, una película de 2007 de Guita Schyfter, busca triunfar en la sección Shalom, dedicada al camino de los judíos en América Latina, mientras que el largometraje de ficción Día Seis (2016), de Juan Pablo Arroyo Abraham, que reconstruye la historia de Carmen, una joven actriz dividida entre dos hombres y sorprendida por una enfermedad, ha sido incluida como película fuera de concurso.
Tampoco faltará la presencia de otros países que suelen despuntar en el mundo del audiovisual, entre óperas primas, estrenos mundiales y europeos. Ejemplos son La fiesta silenciosa, del argentino Diego Fried, sobre una dramática boda; Mujer océano, el primer largometraje de la brasileña Djin Sganzerla, y el documental Las siete paradas del colombiano, Walter Rojas. O Sebastiana, la maldición, un filme del peruano Augusto Tamayo sobre la historia de una joven del siglo XVII, adinerada y despiadada. O también las películas de Venezuela, un país que se mantuvo poco presente en las últimas ediciones y que ahora participa con filmes sobre la crisis socioeconómica de esta nación.
“Este año el certamen es muy rico”, dijo Díaz, al sugerir también que el formato de la retransmisión a través de la web de las películas presentadas en el certamen pueda convertirse en una nueva forma de hacer participar a los fans que están más lejos.
“Podríamos mantener la visión a través de la página web, incluso el año que viene, de manera paralela a las actividades presenciales, que son muy importantes porque el festival es un momento de encuentro e intercambio”, afirmó el artista chileno.
Y en la inmediatez habrá alguna recompensa para las películas: según el contrato estipulado, una parte del dinero recaudado a través del nuevo sistema de los tickets virtuales se entregará directamente a sus realizadores.