El calor de Sabino Guisu en la muestra 'Guí Yase”

domingo, 25 de agosto de 2019 · 10:45

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El fuego, uno de los cuatro elementos de la cosmogonía juchiteca, tan primitivo y elemental para la vida moderna, es el aliado y clave del artista de esa región, Sabino Guisu (1986), en su más reciente muestra: Guí Yase (Fuego negro en zapoteco) en la galería MAIA Contemporary.

Descendiente de una familia de artistas y alfareros, quien ha recibido la mentoría de Francisco Toledo, Sabino –como se le conoce en el medio artístico– ha expuesto en su natal Oaxaca y diversas ciudades del país, incluso en el extranjero, pero curiosamente es la primera vez que lo hace en una individual en la Ciudad de México, por lo cual decidió hacerlo con una retrospectiva, y a la vez obras inéditas como punto de inflexión.

Todo en conjunto representa las preocupaciones ecológicas del artista, sus necesidades de preservar un lenguaje en extinción y una crítica de la actitud del hombre contemporáneo.

Guí Yase se encuentra en la galería ubicada en Colima 159, colonia Roma, a partir del 16 de agosto y hasta el 22 de septiembre, y a decir del escritor Guillermo Santos constituye una muestra en esencia simbólica.

Se lee en su texto de presentación:

“En este conjunto de piezas podemos ver cruces del sur, grecas, estructuras geométricas basadas en asentamientos sagrados, glifos, esculturas talladas en madera de dioses como Cosijo o Xochipilli. Toda una gama de imágenes y modos de percepción propiciados por la asiduidad a la historia, la magia y la mitología desembocan en estas salas.

“Todo en Fuego negro nos habla de trascendencia, de la voluntad humana por preservarse y de cómo pensamos en nuestra propia historia, una historia que se ramifica bajo nuestros pies y en nuestros huesos. Cada pieza refiere cierta profundidad, como si los lienzos fuesen espejos de obsidiana donde se reflejara el pasado y el futuro.

“Cada obra puede ser contemplada por la destreza estética del autor, por sus trazos envolventes, por la geometría precisa de los espacios en blanco y las volutas de humo y, sin embargo, siempre quedan atrapadas por una red de significado, por una conjunción de informaciones muy específicas: las vemos como claras referencias a un mundo que creemos extinto.

“Sin embargo, todo en Fuego negro ha sido reimaginado, retrabajado. Se ha ensayado una y otra vez en estas formas e imágenes y el resultado ha devenido documento visual. Para Sabino Guisu el arte es una práctica que oscila entre el estudio antropológico y la creatividad. Su obra deriva de diversas influencias, pero siempre con la consigna de llevarlas a nuestro tiempo.” Este texto se publicó el 18 de agosto de 2019 en la edición 2233 de la revista Proceso

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