"Es una alegría caída del cielo": el dramaturgo inglés Peter Brook sobre el Premio Princesa de Asturias de las Artes
CIUDAD DE MÉXICO (APRO).- “El teatro comienza por ser un espejo del mundo. Y el mundo es una interminable cadena de mestizajes”, replicó en 2006 a ABC el dramaturgo Peter Brook, quien fue dado a conocer este día como el ganador del Premio Princesa de Asturias de las Artes.
Según se lee en el acta del jurado que lo reconoce como “maestro de generaciones” y como el “mejor director teatral del siglo XX”, el reconocimiento es por: “abrir nuevos horizontes a la dramaturgia moderna contemporánea, al contribuir de manera decisiva al intercambio de conocimientos entre culturas tan distintas como las de África, Asia y Europa”.
Al saberse ganador del Premio Asturias de las Artes Brook refirió:
“He viajado de norte a sur, de este a oeste, tanto por trabajo como por placer. Y en cada viaje, he encontrado muchas cosas nuevas y maravillosas. Es un gran honor haber sido galardonado con este prestigioso premio. Estoy profundamente agradecido a todos ustedes”.
Mientras que para la Agencia EFE, dijo que obtener el reconocimiento era “una alegría caída del cielo”.
Brook de origen inglés, nació en Londres en 1925, se graduó en Arte e inició su carrera a los 20 años trabajando en montajes como La máquina infernal (1945) de Jean Cocteau, King John (1945) de Shakespeare y Vicious circle (1946) de Jean Paul Sartre.
Entre 1947 y 1950 asumió la dirección de la Royal Opera House de Covent Garden (Londres), donde destacó su producción de la ópera de Strauss Salomé con el vestuario diseñado por Salvador Dalí, y en 1962 fue nombrado director del Royal Shakespeare Theatre (Stratford), mismo que abandonó en 1970 ante la prohibición de trabajar con actores internacionales y decidió establecerse en Paris en 1971 donde fundó el Centro Internacional de Investigación Teatral, denominado actualmente Centro Internacional de Creaciones Teatrales, del que es director.
Es considerado uno de los grandes renovadores del teatro contemporáneo, además de dirigir ópera y cine. De sus obras, que abarcan casi todos los estilos teatrales, destacan títulos como Medida por medida (1950), La tempestad (1955) o La visita (1958), además de El rey Lear (1962), The Screens (1964), Marat-Sade (1964), Timón de Atenas (1974), Ubu Rey (1977), El jardín de los cerezos (1981), La conferencia de los pájaros (1976) y la ópera La tragedia de Carmen (1983). En 1985, y tras diez años de preparación, presentó Mahabharata, un montaje teatral de seis horas de duración que supuso su consagración definitiva.
En 1989, con motivo del Año de los Derechos y Libertades del Hombre, estrenó ¡Levántate, Albert!, un drama sobre la discriminación racial en África. Entre sus últimos trabajos se encuentran Sizwe Banzi est mort (2007), Eleven and Twelve (2009), Warum Warum (2010), The Suit (2012), Battlefield (2015), The Prisoner (2018) y Why, que se estrenará en junio de este año. Brook es, además, autor de varios libros de crítica teatral y de manera reciente de una autobiografía titulada Hilos de tiempo, editado por Siruela.
Fue nombrado Caballero de la Legión de Honor de Francia y Comandante de la Orden del Imperio Británico, doctor honoris causa por varias universidades y miembro honorario de la Academia Americana de Artes y Ciencias, entre otras.
Previo a Brook, el ganador del Asturias de las Artes fue el cineasta Martin Scorsese (2018), el artista sudafricano William Kentridge (2017), la actriz Núria Espert (2016), el director Francis Ford Coppola (2015), Krank O. Gehry (2014), Michael Haneke (2013), Rafael Moneo (2012), Riccardo Mitu (2011), Richard Serra (2010), Norman Foster (2009), el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (2008), Bob Dylan (2007) y Pedro Almódovar (2006).