Raíces mayas en los murales de Rina Lazo
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La última obra de la pintora mexicana Rina Lazo Wasem es el mural El inframundo maya, que el Museo Mexic-Arte de la ciudad de Austin, Texas, adquirió para su acervo y que será exhibido en el Museo del Palacio de Bellas Artes antes de su partida, como parte del homenaje luctuoso que se rendirá a la artista fallecida el viernes 1 de noviembre a los 96 años.
Resulta muy simbólico que nacida el 30 de octubre de 1923 en la ciudad de Guatemala, falleciera justo en las primeras horas del día en que iniciaban en México las tradicionales fiestas de Día de Muertos, cuyo origen (reconocido por la Unesco) es prehispánico y se sincretizan con las festividades católicas.
Discípula de Diego Rivera, como lo fue su esposo Arturo García Bustos (1926-2017) de Frida Kahlo, Lazo relató al reportero Armando Ponce que cuando era niña y vivía en su natal de Guatemala, su madre la llevó a unas cuevas en Cobán en donde se encontraba el inframundo maya. E inspirada en esos recuerdos realizó la obra de 8 m por 3 m.
Hace un año, en octubre del año pasado, el Mexic-Arte entregó a Lazo la Presea en Artes Visuales 2018 “por logros de toda una vida en las artes y la cultura”, durante la IV Gala Anual de la Catrina realizada en el recinto texano con el tema “Celebración de Raíces Indígenas: Los Mayas”. En aquella visita recibió también el nombramiento de Residente Honoraria por parte del Consejo de la ciudad de Austin.
Ponce recordó en la agencia apro, el 14 de octubre de ese año, que Michael Torres y Elizabeth Rogers, presidente y vicepresidenta del Consejo del museo, y su directora Sylvia Orozco, explicaron en la invitación a la pintora que el propósito de rendirle homenaje era reconocer su trabajo como asistente de Diego Rivera desde 1947 hasta 1957, cuando él murió.
Asimismo, “como maestra de Artes Plásticas en el Instituto Nacional de Bellas Artes en la Ciudad de México por más de treinta años, por su mural del Museo de la Universidad de San Carlos en Guatemala y sus murales Venerable abuelo maíz y la réplica de las pinturas mayas de Bonampak en el templo facsímil del jardín anexo de la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología”.
Se destacó además que en 2016 sus litografías Pinturas Rupestres de Baja California Sur, realizadas en 1976, se sumaron al acervo del Mexic-Arte, junto con el mural del Inframundo, que se colocará en el nuevo edificio del museo..
En una entrevista con este semanario en mayo de 1991 (Proceso, 759), en su casa de Coyoacán conocida como La Malinche, relató que participó en proyectos de Rivera tan importantes como los murales del cárcamo del Río Lerma, el Hospital de la Raza, el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria y que incluso fue su ayudante en obras de caballete:
“Yo lo admiraba muchísimo y trataba de estar lo más que se podía junto a él, siempre estaba escuchándolo y aprendiendo.”
Miembro de la Escuela Mexicana de Pintura, Lazo realizó la réplica de los murales de Bonampak, Chiapas, para el Museo Nacional de Antropología (MNA) a mediados de los años sesenta del siglo XX. Para dicho museo también creó el mural Venerable abuelo maíz, inspirado en el Popol Vuh “que complementa la puesta museográfica de la Sala Maya.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizó hace tiempo un video en el cual la pintora relata las dificultades que enfrentó al hacer la obra: “el sitio aún se encontraba inexplorado; los peligros de la selva, el difícil acceso y el deterioro de los murales…”
En la estación Bellas Artes del Sistema de Transporte Colectivo Metro, de la línea dos (Taxqueña-Cuatro Caminos), en la salida del andén norte hay una reproducción de los murales de Bonampak de Lazo. Si bien la mayor parte del tiempo no puede apreciarse cabalmente pues hay puestos semifijos de donas, agua, dulces y otros productos.
La propia Rina Lazo relató para Artes de México, que el MNA se construía entonces, y su creador, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, le encargó la obra. (artesdemexico.com/recuerdos-de-una-pionera)
“Tuve la fortuna de adentrarme en la vida de los pueblos que habitan en las selvas de Chiapas y Guatemala –escribe–; en este tiempo realicé las calcas, los dibujos y las notas de color de los murales de Bonampak. Al terminar, regresé a México para pintar las reproducciones al fresco en el templo facsímil construido en el jardín anexo a la sala maya del museo. Con este trabajo, reafirmé aquello que en alguna ocasión el maestro Rivera dijo: ‘En materia de muralismo, nada hemos aprendido de los europeos, teníamos ya una gran cultura pictórica’. La muestra son estos grandes murales prehispánicos que nos hablan de las luchas de los pueblos.”
Ganadora del Premio Nacional María Lavalle Urbina en 2004 y la Distinción Emeritíssimum de la Universidad de San Carlos, en Guatemala, Rina Lazo fue una activista hasta sus últimos días. Antes de ser reconocida por el Mexic-Arte de Texas, donó a la Fundación Poniatowska un cuadro sobre el movimiento estudiantil de 1968:
“Un cuadro singular: el dibujo de una de las reclusas de la prisión femenil de Santa Martha Acatitla, en la capital del país, donde la artista estuvo entonces encarcelada por tres meses”, describió Ponce en su nota.
La obra se publicó en la portada del libro Ellas. Las mujeres del 68, de Susana Cato, editado por Proceso y presentado el 21 de octubre pasado, en la XIX Feria Internacional del Libro del Zócalo, con la participación de la pintora y de la guerrerense Ana Ignacia Rodríguez, La Nacha.
Lazo batalló igualmente con constancia por la defensa del Barrio de La Conchita, en Coyoacán, y su capilla constantemente agredida por el peso de los camiones de filmaciones, hasta que finalmente fue restaurada por la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural.
Cuando la Fonoteca Nacional lanzó precipitadamente la noticia de que había encontrado una grabación con la voz de Frida Kahlo, Rina Lazo aclaró que no se trataba de ella.
Hasta el cierre de esta edición, la Secretaría de Cultura ni el Instituto Nacional de Bellas Artes precisaron las fechas en las cuales se exhibirá el mural El inframundo maya, el cual casi está concluido: Hace dos semanas, la artista plasmó dos coloridos búhos tomados de la leyenda llamada del tunkuluchú, el ave mensajera de la muerte.
Este texto se publicó el 3 de noviembre de 2019 en la edición 2244 de la revista Proceso