Integrantes de los Semilleros creativos presentan "Tengo un sueño" en el Auditorio Nacional
CIUDAD DE MÉXICO (apro). - Con la participación de 600 niños y jóvenes de todo el país, se presentó en el Auditorio Nacional, el evento cultural “Tengo un sueño”, representado por miembros del colectivo “Semilleros Creativos”, un proyecto que forma parte del programa Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
La música, las artes visuales, el teatro, la escritura creativa, la radio y la producción audiovisual son las actividades que 12 mil 400 niños realizan en los 339 semilleros y que, la tarde del 19 de noviembre, presentaron una colorida muestra de disciplinas artísticas conectadas con las tradiciones de los pueblos originarios del país.
Este proyecto fue creado para convertir a los niños y jóvenes en agentes culturales a partir de diferentes disciplinas artísticas, indicó la presentadora del concierto, que también se trasmitió por las pantallas del Canal 22 a todo el país.
En el concierto hubo 13 piezas musicales, desde la música clásica, canciones tradicionales indígenas hasta música contemporánea, así como fragmentos de obras de teatro adaptadas de acuerdo de las zonas donde residen los talleristas incluyendo “Tengo un sueño”, parte de la cantata Los sueños del compositor sonorense Arturo Márquez.
Se presentó, además, una orquesta de más de 300 músicos, con el coro integrado por 200 cantantes, además de músicos invitados profesionales, como el flautista Horacio Franco, la soprano Regina Orozco y la también soprano María Reina, de la etnia mixe.
Parte de la escenografía fue creada en cada semillero; mientras que el resto fue desarrollada por personas encarceladas de la Ciudad de México y demás Estados de la República mexicana, así como por artesanos de Guerrero y de Oaxaca.
Tengo un sueño está inspirada en el discurso del reverendo mártir negro Martin Luther King, realizado el 28 de agosto de 1963, sobre los derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
En entrevista con Apro, Rocío Maceda, autora del cuento ilustrado y la adaptación al teatro Tortuga a la vista --que relata el encuentro de una niña con una tortuga en peligro de extinción--, afirmó que se trata de un “evento único” donde cada semillero presenta el trabajo realizado con sus talleristas de Baja California Sur.
Los niños de su semillero, dijo, tienen entre 9 y 16 años. Representaron la obra de la tortuga adaptada a este concierto, en coordinación con el conjunto Zenzontle de Tijuana, para reducir la obra a cinco minutos.
La obra trató de una niña y una tortuga que se encuentran en la playa por casualidad. La tortuga está temerosa y enojada porque los humanos se llevaron a las tortugas marinas en peligro de extinción, pero la niña le cuenta que tiene un hermano biólogo marino dedicado a salvar a las tortugas.
“Es extraordinario, es creativo sobre la leyenda más importante de protección a las tortugas. Es una reflexión sobre cómo una etnia le tiene tanto respeto a la naturaleza y adaptarla a la actualidad”, indicó Chío, resaltando el trabajo con las 15 niñas y un niño del conjunto Zenzontle, con quien cantaron la narración, y montaron la escenografía de un cardumen de peces, así como una pintura del artista sudcaliforniano Armando Manríquez.
“Es una gran satisfacción, la más grande que puedo tener y verse ellos aquí, en este auditorio, es magia la que ocurre”, admitió la también ecologista, bióloga y conductora de programas pedagógicos y de jazz en La Paz.