El Mundial de Futbol, en la visión del historiador Alonso Murguía
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El de Rusia fue un Mundial de Futbol que, además de su excelente organización y revelarse como una vitrina para los altos fichajes de los jugadores, en cuanto a estilo y nivel futbolístico se caracterizó por un buen desempeño.
Además, no obstante, por la falta de acoplamiento entre los miembros de las selecciones, ya que muchos de ellos juegan en otros países.
Así, para el historiador Alonso Murguía, habrá que ubicarlo dentro del modelo neoliberal y global, en el cual la estrategia de las formaciones de los equipos para cada partido fueron en general iguales.
Estas son algunas de las singularidades que Murguía, cronista urbano del barrio de Tacubaya y de la colonia Polanco –y quien prepara un extenso volumen de la historia y el desarrollo del futbol en México y sus encuentros internacionales para a Editorial GM--, dio a conocer en entrevista para esta agencia.
En la extensa charla, para apuntalar sus posiciones, el especialista repasó momentos ejemplares de mundiales en los cuales se dieron los grandes cambios futbolísticos, y abordó así temas tan diversos como el quinto partido mexicano y la necesidad de una continuidad, la implantación del VAR, los alargues de tiempo al final de cada lapso, el arbitraje, el juego que se impuso, los estilos, la sorpresa croata, y una evaluación sobre los técnicos, destacando el del campeón francés Didier Deschamps así:
“Es notable el enfoque y la sencillez con que ha llevado a esta selección, no saliendo de los cánones establecidos, ya que es un hombre de gran experiencia futbolística que ha practicado este deporte en asociación. Eso lo llevó a ser el mejor, pues en sus siete partidos ejecutó diferentes formaciones tomando en cuenta el juego del rival en turno”.
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Para Alonso, la contradicción individualidad-futbol colectivo hizo que en la Copa del Mundo de Rusia se perdiera la capacidad de concretar un buen juego en equipo, “a lo cual contribuyó el papel de las individualidades por parte de los grandes genios --como es el caso de Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Neymar da Silva--, quienes cuidaron su personalidad y físico en extremo queriendo siempre protagonizar, dejando aparte a los demás miembros del equipo”.
Explicó: “Y aunque sea de manera involuntaria, los astros hicieron que el trabajo de las escuadras quedara muy atrás, produciéndose una contradicción con el trabajo colectivo o 'soccer'”.
Dijo que si bien en las últimas ediciones de los Mundiales el Balón de Oro --premio otorgado al mejor jugador del torneo-- se ha disputado principalmente entre los dos cracks principales de Argentina y Portugal, en esta ocasión lo fue entre jugadores de los finalistas como son: Kylian Mbappe de Francia, Luka Modric de Croacia, Harry Kane de Inglaterra o el belga Eden Hazard, entre los más destacados. Y lo obtuvo Modric.
“Estos candidatos sí jugaron en colectividad, no teniendo como fin ganarlo o por la admiración de la tribuna --asentó--. Qué lejos queda la final de la Copa del Mundo México 1970, donde el llamado Rey Pelé le regala el cuarto gol de la victoria al capitán Carlos Alberto, venciendo al arquero italiano Enrico Albertosi, pudiéndolo anotar él mismo.
“Se empieza a especular sobre la colectividad por estos puntuales casos. Lio Messi, Cristiano Ronaldo y hasta Neymar da Silva quisieron llevar a su equipo al triunfo pero de una manera muy personal, rompiendo el esquema de los planteamientos de los partidos. Todos los demás competidores: Croacia, Suecia, Francia, Rusia, México, Uruguay, España y demás equipos siguieron un orden colectivo, siguiendo el planteamiento de cada encuentro”.
Así, expresó el cronista, “el Campeonato Mundial de Futbol se ha convertido en una vitrina para los altos fichajes de jugadores. Lejos está el goleador tapatío Chava Reyes, que jugara por su novia, por su club y su país con gran pasión y entrega”.
Y concluyó el tópico: “Hoy el campeonato de futbol también está dentro del modelo neoliberal y global en el que la estrategia de las formaciones de muchos de los equipos para cada partido son iguales, sin importar las condiciones técnicas, físicas y anímicas de los rivales, salvo en algunas excepciones, como fueron los caso de Rusia, Croacia, Bélgica, Francia e Inglaterra, entre los más importantes, y perdiendo tanto jugadores y técnicos su originalidad, siendo un materialismo exacerbado el que predomina junto con el egoísmo particular, dejando de lado el juego”.
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--¿Cómo apreció el nivel de juego en general?
--Bueno en su mayoría, y la gran sorpresa es el equipo galo, imponiendo un futbol moderno que se empezara a cocinar en la copa de 1998. Sin dejar de mencionar al equipo inglés, que juega un futbol aéreo y de pases cortos, de grandes zancadas, yendo a las más puras fuentes de la idea original de este deporte.
--¿Y el VAR?
--El implemento de la tecnología del videoarbitraje, impuesto a partir de 2016, le ha quitado personalidad y autoridad al árbitro, y la simplicidad a la práctica del futbol. El VAR es el que ha decidido. Es una medida antifutbolística, los árbitros han sido despersonalizados y desautorizados en cuanto al clasicismo del juego original.
“Es histórico que el VAR haya dictaminado un tiro penal contra el equipo Croata debido a una mano de Iván Persic a favor de Francia. Algo insólito y nunca visto…”.
--¿Qué tipo de juego se impuso?
--El planteamiento táctico del partido es muy parecido por parte de todos los equipos en su formación, aunque con gran falta de colectividad sin conseguir concretar grandes acciones. Y en el caso de las súper estrellas, persiste una gran desilusión a causa de su ego sobrecrecido. No es el caso del francés Mbappé o el inglés Sterling, quienes por su juventud no cargan con tantos inventarios de ego que los endiose, consiguiendo una mejor integración a nivel de equipo, así como mejores resultados.
--¿Los alargues al final del partido?
--El caso de los cinco minutos de tiempo extra es una decisión exagerada. Tenemos los casos de que Inglaterra le haya anotado a Túnez o Croacia haya eliminado al anfitrión Rusia. Esto puede ser una circunstancia benéfica para el equipo que lleva la contra, pero resulta exagerado para la original simplicidad del futbol.
--¿Se impuso entonces el juego colectivo?
--En cierta medida hubo juego colectivo por parte de México, Rusia, Croacia, Francia, Suecia, Panamá e Inglaterra, entre los más importantes, así como los que no lo consiguieron, dotados de súper estrellas como Argentina, Portugal y Brasil, que son algunos de los equipos de los que más se esperaba.
--¿Y los estilos?
--En mi opinión el estilo impuesto es el ya muy visto de pases aritméticos de salón a larga distancia, con jugadores subiendo y bajando como en el caso particular de la defensa sueca al eliminar a México. El único que preservó su clasicismo fue el equipo inglés con su estilo apegado al juego original.
--¿Los equipos más sólidos?
--Francia e Inglaterra, puesto que han jugado el futbol colectivo no sólo con sus grandes estrellas sino con la totalidad del equipo sin ninguna clase de protagonismo impuesto, concretando el plan de juego, haciéndolo simple y sacando las mejores cualidades de sus jugadores. Sin olvidar a los croatas, que se perfilaron con buena técnica.
--Los técnicos más destacados…
--Entre ellos el francés Didier Deschamps, quien fuera el capitán en la Copa Mundial de Francia 98, donde su equipo quedó como campeón con grandes figuras como Zinedine Zidane y Thierry Henry. Puesto que Deschamps y Francia son creadores de un futbol moderno, defendiendo bien pero con descolgadas descomunales y con pases en colectividad, la mayor parte de las veces con jugadas efectivas y concretas en los tiros a gol en sus despliegues geniales, Francia puede ser considerado como un justo campeón.
“Esto que creó el equipo azul en 1998 llega a ser el futbol moderno de hoy. Todos forman parte del juego, aunque es notable la actuación ejemplar y contundente, a sus diecinueve años, de Kylian Mbappé.
“También son dignos de mención el técnico británico Gareth Southgate, quien apegado a la tradición futbolística inglesa desarrolló un futbol en asociación y con planteamientos tradicionales en sus partidos. Y no se puede dejar de mencionar también al profesor charrúa Washington Tabarez”.
--¿Continuidad en el equipo mexicano?
--La continuidad es muy importante en cualquier deporte. El gran problema de nuestra selección es que cambian de entrenador con frecuencia. El entrenador es el que conoce y sabe las habilidades y carencias de los jugadores. Para acoplar un equipo se necesita una continuidad de dos o hasta tres mundiales, como en los casos de Mario Lobo Zagallo, que después de 1970 fue requerido en la siguiente copa de 1974 o Franz Beckenbauer asistiendo a la selección alemana también en dos copas mundiales.
--¿Y el quinto partido?
--En esta ocasión la Selección Nacional, como muchas veces, no tuvo gran fortuna. No llegó al famoso quinto partido, en primer lugar, porque varios de sus jugadores, al estar en el futbol europeo, no tienen un acoplamiento íntegro con los demás. En segundo lugar, está una importante falta de concretar el juego o integrarse a él, como en el caso de Javier Chicharito Hernández, que no aparecía en el juego, o Miguel Layún fallando siempre al tirar al marco sin consolidar el esfuerzo de sus demás compañeros.
“Por su parte, el capitán Andrés Guardado fue poco asertivo, y aunque a Carlos Vela se le podría considerar el mejor jugador de la selección, le faltó concretar. Sin embargo, el guardameta Guillermo Ochoa dio seguridad con atajadas de reflejos y elasticidad felinas, pudiendo ser comparado con los cuatro guardametas de los equipos finalistas. Realizó veinticinco atajadas en total, dos menos que Courtois, magistrales más de la mitad.
“Pero volviendo al quinto partido, que se ha convertido en un tradicional “sueño guajiro”, en ocasiones porque falta trabajar la parte anímica. Cuando México va perdiendo, en lugar de crecerse al oponente va derrumbándose. A mi manera de ver, el profesor Juan Carlos Osorio quiso imponer un estilo de futbol mexicano con la mejor intención, pero se podría decir que el verdadero estilo, sin ser arcaico, es el que el comentarista Fernando Marcos narra de los comienzos del Club Atlante --llamado el futbol mestizo--, que era de pases cortos, rápido y pegado al césped. Marcos sigue siendo hoy uno de los grandes sabios del futbol por el conocimiento de cuajo que tenía de cada aspecto futbolístico y de la esencia del juego.
“No podemos sin embargo dejar de mencionar el primer gol de la Selección Mexicana contra Alemania por parte de Hirving Lozano, alguien sin restricciones psíquicas”.
--Y bueno, la inesperada Croacia.
--Siempre se pueden dar las grandes sorpresas en las semifinales mundialistas, y en el gran partido Inglaterra-Croacia ganaron el espíritu y la actitud. No sólo brillan los talentos de las estrellas croatas que son Iván Rakitic, Mario Mandzukic e Iván Perisic, además de la enorme actuación de su portero Danijel Subasic.
“Puedo decir que otro de los grandes técnicos fue, Zlatko Dalic, quien llegó a dirigir a Croacia en 2017, sin ser de los muy peleados por los más afamados clubes logra una integración colectiva, convirtiéndose hoy en uno de los mejores entrenadores, no solamente por su técnica y desempeño, sino por la actitud y espíritu que imprimió entre sus jugadores.
“Este estilo de futbol croata nos recuerda al antiguo espíritu de los jugadores de pundonor y lucha. Aún con la gran actuación del magnífico arquero inglés Jordan Pickford, seguro y fuerte en su actuación, los británicos no pudieron contener el triunfo del espíritu croata. No sólo empatando a Inglaterra al tener el marcador en contra, sino doblegando a los británicos, equipo guerrero de tradición con gran habilidad combativa, dejando en el segundo tiempo casi deshabilitado al Equipo de la Rosa en uno de los mejores encuentros del campeonato. Esperemos que esta actitud se imponga en general”.