Armando Rosas presenta CD en el Teatro de la Ciudad
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El sábado 25 de marzo, Armando Rosas ofrecerá un concierto en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”, presentando la decena de composiciones contenidas en su más reciente CD, El oficio mío (Ediciones Pentagrama APCD-708).
Escribir canciones, señor, es el oficio mío. Componer canciones, señor, es oficio divino. Hay que decir palabras con mucho tino, hay que darles la pausa y mucho sentido; hay que decir historias que no se han dicho, y cantarlas con gracia y con mucho ritmo. Desyerbar la letra como parcela, descorchar palabras como champaña; espolvorear el sueño como canela, desgajar los versos como naranja…El año pasado, entrevistado para la agencia informativa Apro por Felipe Cabello Zúñiga, durante una presentación en San Juan del Río, Querétaro (actuando en el Primer Festival de Trova y Poesía que organizó la dirección de Cultura y Turismo local), Rosas declaró acerca de El oficio mío: “¡Es el álbum más difícil de mi vida…! Ahora tengo horario completo de chamba y la docencia es muy absorbente, los fines de semana toco, a veces me piden música para otros proyectos, cosa que es padre, pero… “Hay un momento que entre la docencia, los encargos y las tocadas ya no tienes tiempo para grabar. Eso es lo que me ha pasado y retrasado mi vida ya siendo adulto; cuando estaba chavo no tenía que cuidar a mi mamá porque no estaba viejita y ahora la existencia adulta me reduce todo eso con los hijos. Mira: llevo cuatro años intentando sacar el disco, me meto a estudio pero pronto tengo que dejarlo, luego hago otro esfuerzo y así… Espero que este año ya salga el álbum, lo he terminado de grabar y está en post producción”. Entonces, Rosas definió a El oficio mío cual “especie de reflexión sobre este rollo de hacer canciones”, un disco muy personal que contiene suites para piano como “Bailable”, con una pianista “sensacional que se llama Astrid Morales, chava que vive en Texas”. El resto son “rolas y conmigo colabora Georgina Meneses, o Ernesto Anaya que canta una, participan también Adrián Oropeza y como han sido cuatro años, hay mucha gente”. El reciente CD (con diseño de R. Israel Miranda) contiene las piezas: “El ombligo del mundo”, “Dos palabras”, “Si falta fe”; Suite Bailabile: “Danza núm. 1” Cumbia Zeferino; “Danza núm. 2” Vals Peruano; “Danza núm. 3” Balada convite; “Después de todo”, “Porque tú estás aquí”, “Al menos hoy” y “El oficio mío”. Escribe algunas anotaciones en el cuadernillo con las letras del disco, producido por el mismo cantautor rupestre Armando Rosas: Desconfío de la música que no se puede cantar ni bailar. En mi opinión, toda la música debería ser Cantabile y Bailabile (sic). Por cierto, busqué esta última palabra en el diccionario sin éxito, pero me pareció la adecuada para titular una suite, debido a que una suite es precisamente un conjunto de danzas… El tema “El oficio mío” es un modesto pero sincero homenaje al oficio del compositor de canciones. Reconocimiento al artesano que cultiva o nació con la gracia de engarzar palabras con música. Mi especial agradecimiento al multi-instrumentista Ernesto Anaya y al jaranero Santiago Rivera, quienes se involucraron en el proyecto aportando gran talento y conocimiento que tienen de la música tradicional mexicana. El presente disco sufrió muchos extravíos, pero siempre hubo alguien con el suficiente cariño y respeto por mi trabajo que le dio rumbo y certidumbre. Originalmente estaba planeado para producirse y grabarse en la Ciudad de San Francisco, California; sin embargo, repentinamente cambió su rumbo primero a Ciudad Neza, Estado de México; después se dirigió a Mérida, Yucatán; inevitablemente pasó por la Ciudad de México y culminó en Amberes, Bélgica. Merecen especial agradecimiento mis amigos y colegas Malena Durán, Arturo Guzmán, Javier Platas Jaramillo, Jorge Calleja, Luis Márquez y José Luis Montiel, por darle en los momentos decisivos el impulso definitivo a El oficio mío. La canción “Al menos hoy” se grabó en directo. Dice la letra:
Coincido contigo: Esta vida es la cruz que punza la herida… La felicidad no se da en maceta, no se da. La felicidad salta como una oveja, la felicidad viaja sin maleta, ya verás. La felicidad es fugaz, es graciosa y coqueta…Tomando con filosofía hindú este álbum de Rosas, no podemos resistirnos a gozarlo. Como la felicidad, es un CD al que no podemos negarnos.