'Fábulas” de La Fontaine
GUANAJUATO, Gto. (apro).- Dentro del Marco de 45 Festival Internacional Cervantino (FIC) se presentó en el Museo Iconográfico del Quijote Las Fábulas, espectáculo en francés con subtitulaje al español a partir de las obras de Jean de la Fontaine (1621-1695).
A cargo de Louise Moaty y Benjamin Lazar, quienes modestamente se denominan narradores, y Romain Falik, ejecutante de tiorba --instrumento musical renacentista, de cuerda pulsada, de la familia de los laúdes--, el pequeño escenario fue iluminado con un centenar de velas colocadas dentro de una caja con espejos dirigidos a los actores-cantantes.
Jean de la Fontaine, célebre sobre todo por sus fábulas en verso e inspiradas en antiguas obras, mismas que fueron objeto de múltiples ediciones y traducciones, una de las cuales está ilustrada por Gustave Doré. Además, escribió poesía, piezas teatrales y obra en prosa. Las fábulas falsamente inocentes son en realidad una crítica virulenta y mordaz de la sociedad de su tiempo, de la moral humana. Las fábulas de La Fontaine fueron hechas para ser relatadas en voz alta.
En este espectáculo de la compañía Théâtre de L’incrédule, Moaty y Lazar son también directores escénicos. Hay que destacar de ellos su magistral expresión corporal casi de clown; manejo de brazos, piernas, cara, gestos y por supuesto voz, una teatralidad que a ratos rozaba el inicio de la danza. Es de agradecerse que declamaran en francés con los versos originales de La Fontaine pausadamente dichos y con un manejo extraordinario de la gama sonora; desde los sonidos más graves y profundos, a los más agudos de la voz de falsete, gracias a lo cual pudo disfrutarse el metro, la rima y el rico vocabulario original.
Benjamín Lazar declara que la técnica actoral usada en este espectáculo pretende ser un redescubrimiento de la que se empleaba en la época del autor: declamación y pronunciación antigua del francés y retórica gestual que permite ver las ideas y las palabras antes de escucharlas. Esta técnica desapareció poco a poco después de la Revolución francesa.
Entre unas y otras fábulas, el laudista Romain Falik interpretaba piezas para tiorba de Robert de Visée (1650-1725), cantante y compositor para laúd, guitarra y tiorba de la Corte de Luis XIV de Francia. El clímax sin duda fue cuando la joven Louise Moaty comenzó a cantar con técnica y emisión renacentistas (sin la impostación y el vibrato operístico que más tarde se usó) algunas de las canciones de Visée con afinación y musicalidad correcta, acoplamiento perfecto con la tiorba, tal cual lo haría una profesional del canto. Minutos más tarde Benjamín Lazar entonaría también alguna canción para ilustrar la correspondiente fábula, y en seguida ambos actores cantaron lo increíble: a dos voces distintas pero simultáneas, cada quien una melodía diferente, lo cual requiere años de práctica y un entrenamiento riguroso poco común entre los actores.
Espectáculo casi imposible de fotografiar: con un ciclorama negro al fondo, actores vestidos de negro y tenuemente iluminados por las velas, a ratos sólo se veían manos, caras y brazos. Las fotos corresponden a una sesión fotográfica exprofeso armada para capturar imágenes.