George Michael (1963-2016): El legado
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A principios de los años 60, Inglaterra finalmente salía del luto que le dejó la segunda Guerra Mundial. La reconstrucción iba en marcha y el ambiente en general era de optimismo. La prosperidad parecía llegar para todos.
En la capital del país la vida se volvía más agitada, la moda cambiaba, la música era nueva.
El 25 de junio de 1963, los sonrientes Gerry and the Pacemakers, con su canción “I like it” (Me gusta), tumbaban del primer lugar de las listas de popularidad al grupo sensación The Beatles y su “From me to you” (De mi para ti), y en el número 73 de la calle Church Lane –a unos pasos de la iglesia de la Santa Trinidad en el barrio de Finchley, al norte de Londres– el matrimonio formado por Kyriacos Panayiotou y Lesley Harrison recibía a su tercer hijo: Georgios.
Los padres de Geogios no tenían radio, no se enteraron quién era ese grupo, hasta mucho después. Las carencias eran bastantes, pero Kyriacos siempre trabajó duro por su familia: comenzó como garrotero y con el tiempo se convirtió en socio del restaurante que lo había recibido diez años antes, cuando llegó de Chipre.
A George, como le decían todos, le interesaba coleccionar lagartijas e insectos. Esa era su pasión, hasta que descubrió un viejo gramófono en la cochera de su casa. La fascinación por el aparato fue tal que su madre decidió regalarle tres discos: uno del galés Tom Jones y dos del trio vocal The Supremes. Eso cambió la vida del pequeño.
La adolescencia fue una época difícil para él, pues las inseguridades sobre su físico y su talento le causaban verdadero dolor; él quería ser como David Bowie, Brian Eno (de Roxy Music) o mayormente como Elton John, y no sentía tener lo suficiente para alcanzarlos.
Salía a tocar a las calles con sus amigos, componía canciones todo el tiempo y trataba de darse a notar. Le gustaba ser el centro de atención y cantar buenas melodías.
Formó el dueto Wham! en 1981, junto a su amigo Andrew Ridgeley, pero era él quien que lo hacía todo: cantaba, componía, buscaba contratos. Su compañero sólo se veía bien.
En enero de 1982 lograron, con sólo cuatro canciones, ser firmados por la CBS sin haber dado una sola presentación; la disquera los contrató por su música y su aspecto. Sabían que algo iba a suceder con ese par de adolescentes.
Cambió su nombre a George Michael en honor a tres personas: el padre de un amigo suyo, su tío y un conocido de la escuela, Con Wham!, en sólo cuatro años tuvo varios éxitos mundiales gracias a su oficio y talento como compositor, y fue el primer grupo de música popular en hacer una gira por la China de Deng Xiaoping.
Su carrera como cantante solista se cimentó con varios millones de discos vendidos y fue blanco de notas periodísticas amarillistas en relación con su preferencia sexual; sus arrestos tanto en Estados Unidos como en Inglaterra no alejaron a la prensa.
George Michael se convirtió en un icono musical y fue una figura importante en la lucha por los derechos de la comunidad LGBT a nivel mundial, además de ser un filántropo silencioso.
El pasado domingo 25 de diciembre, Georgios Panayiotou, George Michael, falleció tranquilamente en su casa. La noticia tomó por sorpresa al mundo entero y fue el colofón para un año en el que se han ido grandes talentos musicales.