La OFCM da el último adiós a su violinista Alexandre Klochkov
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Con un emotivo concierto que incluyó piezas de Silvestre Revueltas y Manuel M. Ponce, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) despidió al músico Alexandre Klochkov Pustovit, quien falleció a los 72 años el pasado 29 de abril durante un ensayo con la agrupación.
Integrante de la sección de violines primeros de la OFCM, Klochkov era de origen ucraniano, naturalizado mexicano; murió el viernes a causa de un infarto fulminante en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.
En ese mismo recinto ayer sábado se le dedicó el concierto “Revueltas-Ponce-Mendelssohn”.
El concierto, dirigido por el huésped venezolano Carlos Riazuelo, contó con la presencia del secretario de Cultura capitalina, Eduardo Vázquez Martín.
Luego de un minuto de silencio en memoria del violinista, la agrupación inició con Homenaje a Federico García Lorca, de Silvestre Revueltas (1899-1940), estrenada en el Palacio de Bellas Artes en 1936, considerada una de las piezas orquestales más importantes de este reconocido compositor mexicano.
Le siguió Concierto del sur para guitarra y orquesta, de Manuel M. Ponce (1882-1948), a cargo del guitarrista michoacano Daniel Olmos, quien después ejecutó Recuerdos de la Alhambra, del compositor español Francisco Tárrega (1852-1909). Esta última pieza la dedicó a la memoria y a los familiares de Klochkov, con 24 años de trayectoria musical en la OFCM.
Olmos, actual director artístico del Festival Internacional de Guitarra de Morelia, también tocó El Marabino, del venezolano Antonio Lauro (1917-1986). Por último, el público pudo escuchar la Sinfonía No. 3 Escocesa, del alemán Félix Mendelssohn (1809-1847).
Alexandre Klochkov obtuvo su maestría de violín en el Chaikovski Conservatorio Estatal de Moscú. Desde 1972 empezó su actividad profesional como violinista-solista de la Filarmónica Estatal de Kiev (Ucrania), así como profesor de violín en la Chaikovski Conservatorio Estatal de Kiev.
De 1972 a 1990 colaboró en cuartetos de cuerda de Ucrania, Lysenko y Leontovich, así como en ensambles de música de cámara Harmonía y Rapsodia. A partir de 1992 comenzó a radicar en México con su familia, cuando se integró a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.