Voz en Punto, 25 años de innovación
MÉXICO, D.F. (apro).- “Escuchar un concierto de Voz en Punto es escuchar un canto de vida y esperanza”, afirmó Cristina Pacheco, al iniciar con sus palabras el concierto de celebración del 25 aniversario del ensamble vocal en Bellas Artes.
Madrina de lujo sin duda, pero es que este singular conjunto de solo seis integrantes, tres mujeres y tres hombres, lo merece.
Fundado en 1990 por el desde entonces director, José Galván Castañeda, el ensamble fue desde sus inicios algo diferente. En principio es un conjunto que canta exclusivamente “a capella”, es decir, sin acompañamiento instrumental ninguno, y cuando se requiere se escuche y distinga la música de algún o algunos instrumentos, sus miembros, con sus voces, los hacen aparecer, escuchar. De esta suerte, uno puede sentir una trompeta, un piano o un tambor, por ejemplo, sin que ninguno de esos instrumentos esté sobre el escenario.
Esta capacidad y flexibilidad de la voz, producto obvio de largos años de estudio, experimentación, entrenamiento y trabajo, hacen del Voz en Punto algo especial que igual incursiona en la música barroca que en el rock, la canción ranchera, los sones jaliscienses o la pirekuas michoacanas y, con la misma destreza, canciones de Cri Cri.
Prueba de esa enorme versatilidad fue el concierto del día 4 en el que, entre otras, pudimos apreciar tres piezas del virreinato novohispano de clásicos de ese período como Antonio de Salazar (1650-1715), una canción finlandesa y otra japonesa, el son jarocho “La bruja”, “Bésame mucho” de Consuelito Velázquez, el conocido y bello poema “Te quiero” de Mario Benedetti musicalizado por Alberto Favero, el emblemático son jalisciense “La negra”, “Mambo, que rico mambo” de Pérez Prado, y hasta una suite de Francisco Gabilondo Soler.
Todo esto que se escribe fácil pero que constituye toda una proeza porque abarca las más diversas épocas, estilos y concepciones de la música, fue presentado con un desenfado total, sin solemnidad alguna, por el contrario: con gran espíritu y actitud lúdica; de lo que se trataba, demostraron sin decirlo los cantantes, era de divertirse, de jugar, de auténticamente disfrutar de esta celebración por su primer cuarto de siglo.
Nombrado el año pasado como Embajador de la Federación Coral Internacional, el Voz en Punto ha compartido escenarios con figuras de la talla de Bobby McFerrin, The King’s Singer y la Camerata de Salzburgo.
Haciendo música contemporánea ha estado con la Orquesta Sinfónica de Dresde y con nuestra Orquesta Sinfónica Nacional y, ocupándose de la música virreinal, ha laborado junto a la Mercury Baroque Orchestra. En cuanto a la música mexicana tradicional se refiere, ha trabajado nada menos que con la Marimba Nandayapa y, ¿quién lo dijera?, el Mariachi Vargas de Tecalitlán.
Esa enorme versatilidad ha llevado al conjunto a obtener muchas e importantes preseas y, por supuesto, a ganar el reconocimiento de muy diferentes públicos al presentarse en países como Francia, Alemania, Finlandia, Estados Unidos, Colombia, Japón, Rusia, China y Egipto, para sólo mencionar algunos, ya que prácticamente le ha dado la vuelta al mundo.
La maravillosa, extraordinaria capacidad de la voz humana, el más completo de los instrumentos, mostrada aquí a plenitud en su concierto de Bellas Artes del todo “alivianado” que, como los que hace este ensamble, fue un gozo.