Cuando Philippe Cheron conoció a Revueltas
MÉXICO, D.F. (apro).- El escritor francés Philippe Cheron era yerno de José Revueltas, pues estuvo casado con la hija de éste, Andrea. El siguiente es un texto especialmente escrito para esta agencia, en ocasión del centenario del nacimiento del narrador y luchador social duranguense, que se cumplió este día 20.
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Lo que me llamó la atención cuando conocí a José Revueltas en París fue estar frente a un viejo joven. Ya lo conocía en foto, con algunas lecturas de sus cuentos, por lo que me había contado Andrea. Pero no me esperaba esa fragilidad física, que no se debía a la edad (era un hombre joven aún, iba a cumplir 61 años) sino al peso de la durísima vida que tenía llevada: encarcelamientos, deportaciones al penal de las Islas Marías, enfermedades, alcohol, operaciones... Esa fragilidad, ese agotamiento del cuerpo contrastaban fuerte y extrañamente con su mirada penetrante, con su vitalidad anímica, con su lucidez intelectual, con su extraordinaria capacidad de reír y hacer reír a los demás.
Seis meses después falleció y no alcancé a verlo de nuevo. Sólo quedaba su obra para seguir tratándolo y conocerlo mejor. Esto fue a lo que me dediqué para preparar y editar junto con Andrea sus Obras Completas: leerlo, estudiarlo, transcribir sus manuscritos, recuperar textos faltantes, redactar prólogos y notas, etcétera.
Fui descubriendo a un escritor sumamente dotado, profundo, agobiado a veces por los reclamos contrapuestos de la literatura y de la política pero totalmente comprometido con su quehacer. Volví a toparme con un luchador infatigable que se acercaba a los jóvenes conforme iba envejeciendo, pues cada nueva generación reconocía en él a un maestro. Y en su obra literaria, sobre todo, me reencontré con el mismo hombre al que conocí de carne y hueso: un oxímoron, que es una de las figuras de estilo que tal vez mejor lo definen.