"Nosotros los nobles": ¿El hilo negro del cine mexicano?
MÉXICO, D.F. (apro).- Nosotros los nobles de Gary Alazraki es un éxito en taquilla. Nadie lo duda. Todo el mundo está hablando de esta cinta. En Cannes, los productores entablaron negociaciones con gente de otros países para realizar una versión local de la cinta. Felicidades a los realizadores, elenco y todos los involucrados.
No es extraño que aquí haya talento; es una comedia comercial bien hecha. Lo extraño es que mediáticamente se le hayan dedicado diversas notas periodísticas donde se expone como caso de estudio y se dice que "expertos estudiarán el fenómeno" para identificar los aciertos de la cinta y con base en eso crear películas con la misma fuerza de taquilla.
Si la gente que vive o intenta vivir del cine, realizadores, fotógrafos, críticos, directores y demás, descubrió algo que no sabía luego de ver Nosotros los nobles, que cambien de oficio.
Hace casi una semana, Leo Zuckerman invitó al director de la cinta a su programa de televisión en Foro TV, para platicar sobre el proceso creativo de Nosotros los nobles como si fuera el "no va más" del cine de autor.
Los argumentos de Gary Alazraki fueron bastante interesantes, pero no dijo nada que no se enseñe en las escuelas de cine o en las facultades de comunicación. Y Leo Zuckerman parecía sorprendido...
Y entonces parece que Nosotros los nobles descubrió el hilo negro del cine mexicano cuando lo único que hizo Alazraki fue dedicarse a contar una historia y poner en práctica lo que le debieron enseñar en la escuela para crear un producto comercial. Nada más.
No es para quitarle mérito a los que participaron en la cinta, al contrario, qué bueno que atrajeron a la gente, pero la cinta está lejos de ser una de las mejores del cine nacional.
¿La pregunta es por qué nadie lo había hecho? Y no es una respuesta que Gary Alazraki deba contestar, sino la mayoría de la gente de "cine" que vive de nuestros impuestos para hacer cintas y proyectos sin trascendencia, o que se sienten “autores” y que eso desdeñan a las grandes audiencias.
Si la gente que vive del cine no quiere entender que un producto comercial vende y es necesario para generar una industria fuerte, el cine mexicano seguirá siendo un mal chiste.