MÉXICO, D.F. (apro).- En Carlos Fuentes, el referente sonoro sensorial toma cuerpo en los personajes de sus novelas. Literatura que capta las cualidades atemporales y lúdicas del territorio auditivo. Su narrativa contiene curvas agógicas de intensidad expresiva que provocan en el lector una sensación de complejidad rítmica. En “El Instinto de Inez,” escrita al ritmo intenso de la ópera del compositor francés Héctor Berlioz, “La Condenación de Fausto,” cuenta dos historias paralelas que nos sumergen en el sueño de los tiempos, donde los amores imposibles de un director de orquesta y una cantante de ópera se entrecruzan” Afirma: “El amor es como la ópera: hermoso, extraño, doloroso, convulsivo, salvaje.” En esta novela, la música se desarrolla a partir de ese grito inicial y envuelve a toda la narrativa basada en la leyenda mítica de Fausto. La cultura musical de Fuentes siempre vasta, comentaba: “Berlioz es el músico de mediados del siglo XIX que más se anticipa a su tiempo. Se anticipa a Stravinsky, a Weber, a toda la música de la gran disonancia moderna”. “Aura” es una novela corta donde el tiempo esta encapsulado en un sueño minimalístico y sensual que juega con la realidad y la fantasía. Aura y Consuelo son la misma persona, como dos motivos musicales que al final se complementan y forman una disonancia sugestiva, que deja abierto el misterio de un acorde suspendido. Al igual que Cortázar con toda la magia del ritmo, de la música y la renovación del lenguaje, Carlos Fuentes adopta y desarrolla historias y personajes entrelazados con mundos sonoros. Se ha estudiado el papel de la música en ciertas novelas o el impacto de corrientes u obras literarias sobre la producción musical. Como ejemplos de trabajo en esta correspondencia de las artes se puede citar la importancia de la música en la poesía de Baudelaire o la influencia de la poesía francesa en la sintaxis musical de Maurice Ravel. Similitudes, paralelismos, divergencias y mutua influencia pueden encontrarse entre ambas expresiones artísticas, Musica y Literatura. En la obra de Carlos Fuentes, estas disciplinas no solo conviven con la acústica de las palabras, sino que logran la plenitud emocional a través de sus personajes, al involucrarse en un éxtasis contenido y la cima de las sensaciones musicales literarias.